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Renovación o continuismo

La puja por la alcaldía de la capital de Caldas entre los partidos tradicionales y un grupo independiente revivió el debate sobre la renovación política en la región.

15 de mayo de 2005

Las elecciones por la alcaldía de Manizales parecían, al cierre de esta edición, una historia anunciada. Las encuestas sobre quién dirigiría a la ciudad en el período atípico que termina en 2007 señalaban un ganador inobjetable: Luis Roberto Rivas, de la 'coalición verde', inalcanzable con su 54 por ciento de intención. Mientras tanto, Fernando Gómez Chica, el candidato de la 'vieja coalición', apenas alcanzaba el 31 por ciento en una encuesta realizada por Consultores Estadísticos.* Ese seguro triunfo, el tercero en serie de los verdes, hizo que muchos se preguntaran de nuevo si hay de verdad una renovación política en el departamento de Caldas.

Durante años el poder caldense estuvo concentrado en dos polémicos personajes: Víctor Renán Barco y Omar Yepes. Ambos senadores, que representan los partidos tradicionales, montaron una alianza conocida como la 'vieja coalición'. Así controlaron la gobernación, la licorera, la hidroeléctrica, el hospital de Caldas y hasta hace ocho años la alcaldía de Manizales.

La 'coalición verde', su único rival, es un conglomerado formado por miembros de partidos como Cambio Radical, Nuevo Partido y Salvación Nacional, que ganó las dos alcaldías anteriores. Para la gente del común este grupo, que escogió el verde para diferenciarse de los partidos tradicionales, cambió la forma de hacer política en Manizales. Se caracterizan por ser muy técnicos, gobernar con transparencia y, aunque siguen nombrando a los amigos, seleccionar los perfiles óptimos en cada cargo.

La diferencia entre la vieja y la nueva política se vio reflejada en el manejo de Corpocaldas, entidad controlada hasta hace año y medio por Barco y Yepes a través de sus hermanos, Rubén y Nélida, director y secretaria general. Corpocaldas ocupaba cinco pisos, y "era tal la burocracia que en solo dos meses el nuevo director recortó el personal innecesario y dejó de usar dos pisos porque quedaron vacíos", cuenta Fernando Ramírez, jefe de redacción del diario La Patria.

Sin embargo, para algunos analistas de la región no hay tal proceso; simplemente el poder cambió de manos. Incluso existe el temor de que el nuevo grupo, que ya lleva casi 10 años en el poder, replique las viejas prácticas. Un funcionario que pidió reserva de su nombre dijo que "el poder sigue concentrado y lo único que cambió fue la rosca".

En ese ambiente surgió Luis Roberto Rivas, que se inició en la política como diputado. Abogado de la Universidad de Caldas, consiguió su prestigio por su gestión al frente del Instituto de Financiamiento de Manizales, Infimanizales, hace tres años. Esta es la 'joya de la corona' del municipio, pues tiene un capital cercano a los 500.000 millones de pesos.

Una señal de que poco ha cambiado en la política local es el hecho de que todos los candidatos, incluido Rivas, prometieron construir en su mandato el Cablemetro, a sabiendas de que esa es una tarea imposible en el corto plazo. Foros Semana, con la Cámara de Comercio y los medios locales, organizó un debate sobre el certamen electoral. Varios asistentes, entre otros el candidato Martín Emilio Osorio, cuestionaron la tan comentada renovación, y concluyeron que el ganador deberá, más allá de eso, bajar el desempleo, que hoy se ubica en 17 por ciento, reducir el déficit de cobertura educativa y darle solución al problema de vías y espacio público. Además debe consolidar el área metropolitana con los municipios vecinos y terminar el nuevo aeropuerto internacional. Y, sobre todo, con participación amplia de toda la sociedad.