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Retos de una compleja vecindad

La integración colombo-venezolana sigue siendo una utopía. Pero hay quienes le apuestan al sueño de unir a los dos países en un solo mapa.

17 de julio de 2005

Cuando le pidieron al niño que uniera las geografías de Colombia y Venezuela sobre un papel, él respondió con una pregunta: "¿Dibujar un mapa es dibujar un país?". Los del Proyecto Mapa, una iniciativa binacional que busca vincular a estos dos vecinos desde la cultura, le respondieron que sí, que era exactamente eso, "dibujar un solo país".

Fue así como desde el año 2000 recopilaron varios mapas pintados con la mirada infantil, y los juntaron con los trabajos de más de 100 artistas de ambas naciones. El resultado de este proyecto fue editado en un libro que se presentó en el foro 'Retos de la convivencia Colombo Venezolana', realizado en Caracas la semana pasada. El centenar de mapas expuestos en esas páginas son sólo un ejemplo de la integración que puede nacer desde quienes habitan los dos territorios. Otras experiencias compartidas en el foro, como el proyecto fotográfico de las poblaciones fronterizas Punctum, también hablan de esa utopía posible. 
Más pragmáticas son las propuestas de integración que surgen desde el ámbito político y económico. Pero tanto el enfoque romántico como el práctico fueron temas de debate durante el evento en Caracas, que inauguró el ciclo de foros sobre convivencia colombo venezolana que continuará en Riohacha (23 de julio) y en Bogotá (10 de agosto).

Esta serie de encuentros cuenta con el respaldo de entes como la Corporación Andina de Fomento, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo de Colombia, de la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Nacional de Colombia, y medios de ambas regiones como la revista SEMANA, Radio Caracol, El Tiempo y El Nacional de Caracas.

La idea de los foros surgió, recordó el director editorial de SEMANA Rodrigo Pardo, por la inquietud que generó el caso del 'canciller' de las Farc Rodrigo Granda a inicios de este año. "Nos preocupa que casos como ese se repitan. Buscamos mostrar el potencial de ambos países para reflexionar sobre las posibilidades del manejo de las relaciones bilaterales", subrayó Pardo.

En su intervención durante el panel sobre las perspectivas de una compleja vecindad, Pardo insistió en la necesidad de una redefinición conceptual de los lazos entre Bogotá y Caracas, dados los cambios profundos sufridos en la región andina en la última década. "Hoy no nos ven como una región pujante que se está uniendo, sino como la subregión problema del continente".

También comentó sobre las divergencias que están marcando las relaciones con el vecino país: "La posición de Colombia y Venezuela con Estados Unidos es totalmente diferente. Venezuela tiene una política exterior que se acerca a otros países del continente, donde hay gobiernos que plantean su relación con Estados Unidos con mayor distancia y otras alternativas. Es un tema que no sólo no nos acerca, sino que nos separa".

Para dibujar los dos mapas como un solo país, otros panelistas esbozaron sus propuestas. El secretario de la Comisión presidencial venezolana de Integración y Asuntos Fronterizos (Copiaf), Guillermo Briceño, dijo que el éxito de las políticas públicas depende de cómo se atiendan los problemas derivados de los conceptos de soberanía e integración. Se requiere, enfatizó, diferenciar las realidades en las distintas fronteras, como las del Táchira y La Guajira, y entender que las complejidades de esa vecindad está relacionada con los problemas que cada país vive internamente. Por ello, recomendó que se diseñen políticas que realmente se adapten a las poblaciones que habitan las zonas limítrofes.

Precisamente, a analizar lo que ocurre en esa vecindad se ha dedicado el Grupo Académico Binacional, el cual ya lleva 12 encuentros entre distintos sectores de los dos países para fortalecer los vínculos. El coordinador de este grupo en Venezuela, José María Cadenas, expresó al concluir el foro que el reto mayor en estos momentos es lograr un equilibrio en el terreno político. "Existen visiones distintas en ambos países en cuanto a la política nacional e internacional. Y esas divergencias suponen un gran esfuerzo de comprensión para estrechar la integración. Mientras más nos conozcamos, mejor será nuestra convivencia".