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Roy Barreras y Álvaro Uribe | Foto: Archivo SEMANA

POLÍTICA

El fuerte enfrentamiento entre Roy y Álvaro Uribe

El senador de La U, antiguo uribista, acusó al expresidente de haber ofrecido cese el fuego bilateral, curules en el Congreso y una paz con impunidad a los grupos armados ilegales durante su gobierno.

28 de julio de 2015

El llamado debate ‘Mitos y realidades del proceso de paz’ terminó en el Senado con un nuevo enfrentamiento entre Roy Barreras, presidente del Partido de la U, y la bancada del Centro Democrático, liderada por el senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Barreras, con documentos oficiales, aseguró que Uribe, en su gobierno, les hizo toda clase de ofrecimientos a las guerrillas de las FARC y el ELN para sentarse a negociar un acuerdo de paz. Documentos que nunca se hicieron realidad, toda vez que Uribe dio prioridad a la política militar sobre la salida negociada, pero también exploró caminos y alternativas para un posible escenario de diálogo.

La intervención del senador de La U quizás haya sido motivada por una afirmación de Uribe que censuró una propuesta que cursaba en el Senado para ampliar el presupuesto destinado a los tiquetes aéreos de los parlamentarios.

Según el expresidente, esto tendría el objetivo de que la Comisión de Paz del Congreso viajara a Cuba con recursos públicos a dialogar con las FARC.

Barreras calificó de “falacia” aquella afirmación y dio por terminada esa controversia. Pero a renglón seguido reveló que el gobierno Uribe, el más crítico con el actual proceso de paz con las FARC, hizo una serie de ofrecimientos, incluso más amplios que los del actual gobierno, a las guerrillas.

Según Barreras, Uribe ofreció:

Reconocimiento del conflicto, cese bilateral “disfrazado” y curules a dedo, participación en política, paz con impunidad, conexidad con el narcotráfico, eliminación de la extradición, despeje y reformas constitucionales.

El senador de La U mencionó una carta que Luis Carlos Restrepo, comisionado de paz del Gobierno, le dirigió a 'Pablo Catatumbo', miembro del Estado Mayor de las FARC, el 27 de agosto del 2006, dos semanas después de la posesión de Uribe para su segundo mandato.

En esa carta, según la interpretación de Barreras, antiguo aliado de Uribe, el Gobierno les ofreció a las FARC desmilitarización del territorio para adelantar los diálogos, posición del Gobierno frente a la extradición, viabilidad de un cese de hostilidades con reciprocidad gubernamental y reconocimiento del conflicto armado interno.

También recordó que una de las preguntas del referendo que impulsó Uribe en el año 2003 en el Congreso para adelantar una reforma constitucional decía: “(…) Con el fin de facilitar la reincorporación a la vida civil de los grupos armados al margen de la ley que se encuentren decididamente a un proceso de paz, bajo la dirección del Gobierno, este podrá establecer, por una sola vez, circunscripciones especiales de paz, para las elecciones a corporaciones públicas, o nombrar directamente, por una sola vez, un número plural de congresistas, diputados y concejales, en representación de los mencionados grupos en proceso de paz y desmovilizados”.

Así mismo, recordó que Uribe, como senador en 1992, fue quien propuso el indulto total al M-19 e incluir en él los delitos del holocausto al Palacio de Justicia en 1985, y que la ley de Justicia y Paz proponía que los paramilitares fueran juzgados por sedición, propuesta que tumbó la Corte Constitucional.

Uribe respondió. Calificó la intervención de Barreras como parte de una estrategia política para señalar que “cuando algo no les está saliendo bien, el argumento es que uribe también quiso hacerlo”.

El expresidente aseguró haber buscado la paz hasta 30 intentos durante su gobierno. “Hicimos todos los esfuerzos” para lograr un acuerdo humanitario para la liberación de los secuestrados, y señaló que esos intentos no llegaron a feliz término por la nula voluntad de las FARC", aseguró.  

Recordó que en su gobierno sostuvo la tesis de la participación política y de curules a dedo para que fueran ocupadas por personas condenadas por delitos atroces. “Es lo mismo que estamos diciendo hoy”. Y sobre la extradición dijo que su gobierno suspendió varios envíos, pero cuando incumplieron las condiciones, se vio obligado a reactivarlas, como sucedió con los cabecillas de las Autodefensas. Por eso insinuó que las afirmaciones de Barreras eran distractoras.  

El jefe del Partido de la U dijo que su propósito no era entrar en más controversias con Uribe y su partido, sino encontrar las coincidencias para arropar al actual proceso de paz. Uribe respondió: “Buscaría coincidencias con personas como Horacio Serpa porque ha sido claro en la controversia”. A buen entender, pocas palabras.