Una amnistía que cae

El miércoles pasado la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador declaró inconstitucional la Ley de Amnistía proclamada en 1993, luego de que se llegara a un acuerdo de paz entre guerrilla y gobierno en ese país. Esto implica que la Fiscalía podrá investigar, acusar y se podrá juzgar a guerrilleros y militares por crímenes de lesa humanidad y de guerra que antes habían sido sometidos al perdón y olvido. Las consecuencias políticas de este fallo son impredecibles. Sin embargo, esa situación no es comparable con Colombia por tres razones:

•A diferencia de El Salvador donde hubo amnistía general, en Colombia se llegó a un acuerdo para crear una jurisdicción especial de paz para juzgar los crímenes atroces cometidos por todos los actores del conflicto. Habrá un tribunal que investigará, imputará, juzgará y sancionará estos crímenes.

•Mientras en El Salvador fueron amnistiados todos los delitos, cometidos en combate o fuera de él, en Colombia la amnistía solo se aplicará a los conexos con rebelión, de acuerdo con una ley que se tramitará en el Congreso en el segundo semestre. Esta ley excluye los delitos internacionales.

•En Colombia la Jurisdicción Especial para la Paz, como parte integral de los acuerdos de paz, tendrá control constitucional como parte del blindaje pactado entre las partes en La Habana. Si este proceso se surte como está previsto, es improbable que en 20 años haya sorpresas como la que está viviendo El Salvador.