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Sabe demasiado

Pronto será extraditado Gabriel Puerta, un hombre anónimo para la opinión pública, pero que conoce como pocos la historia del narcotráfico y sus vínculos con las AUC. SEMANA habló con él.

4 de marzo de 2006

Alos 64 años de edad, Gabriel Puerta Parra se prepara para librar una batalla jurídica en Estados Unidos. Su nombre es desconocido para muchos colombianos, pero la DEA y la Dijín conocen al dedillo su vida y la importancia que tiene su extradición. Por algo, el 7 de octubre de 2004, el día en que lo capturaron, le dijeron: "Nosotros sabemos que usted no está narcotraficando, pero lo necesitamos porque sabe mucho".

Este hombre conoce el corazón del negocio del narcotráfico en el que se involucró hasta principios de los años 90. Asumió el riesgo de desafiar a Pablo Escobar hasta su muerte. Fue uno de los primeros en crear las autodefensas en el Magdalena Medio. Conoció de cerca el paso de las AUC al paramilitarismo y la incorporación del narcotráfico y, en medio de la guerra de los carteles de Cali y del norte del Valle del Cauca, sentó frente a frente a los enemigos para que no se dieran más bala.

Ahora comienza un nuevo capítulo de su vida. Defenderse jurídicamente ante la justicia norteamericana. A diferencia de miles de personas que han sido extraditadas, le aseguró a SEMANA que se va a declarar culpable y que le tiene pánico al aislamiento en un calabozo.

Desde hace un año ya sentía las pisadas de animal grande. Sabía que sus conversaciones estaban siendo interceptadas. Observaba cómo los agentes lo seguían de día y de noche. Y a su edad ya no tenía fuerzas para huirle a la justicia norteamericana. En Washington lo acusan de violar la Ley Rico (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations) por ser uno de los "líderes del cartel del norte del Valle". Y en Florida, de "conspiración y distribución de cocaína". Su nombre, el de su esposa y sus empresas están en la 'lista Clinton' y el gobierno estadounidense ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por su cabeza. Como su extradición ya está firmada por el presidente Álvaro Uribe, SEMANA decidió hablar con él en la cárcel de Valledupar. Aunque la Fiscalía dio su permiso, el gobierno no autorizó que SEMANA entrara a la cárcel, por lo cual la entrevista se hizo via teléfonica.

Puerta nació en San Carlos, en el oriente de Antioquia. Estudió derecho. En los años 60 fue juez de menores, jefe del DAS en Boyacá, jefe de seguridad en el gobierno de Carlos Lleras Restrepo y jefe de personal del Idema durante cuatro años. En 1975 se fue a vivir a Ipiales y abrió dos casas de cambio de divisas. "La confianza que yo les inspiraba a los clientes hacía que depositaran sus dineros y yo se los devolvía en dólares, sucres o pesos. Yo no estaba metido en el narcotráfico. Pero una vez me invitaron a un negocio y yo, de pendejo, acepté". Abrió sucursales en Cali, cuando el negocio del narcotráfico y el lavado de sus fortunas estaba en todo su apogeo, y conoció a Orlando Henao Montoya, 'El hombre del overol', uno de los fundadores del cartel del norte del Valle, asesinado en la cárcel La Modelo de Bogotá hace ocho años. En 1985 lo convencieron para que invirtiera su dinero en una empresa de aviación que estaba en quiebra y compró el 17 por ciento de Intercontinental de Aviación. Cuatro meses después de su captura, la Fiscalía ordenó la incautación de la empresa, inmovilizó nueve aeronaves con las que operaba y ocupó su finca en el Magdalena Medio en donde Puerta vivió como uno de los ganaderos más reconocidos de la zona.

'Los 12 del patíbulo'

Dedicado a su gran pasión, la ganadería, Puerta se convirtió en uno de los gestores de los grupos de autodefensa en el Magdalena Medio para protegerse de la violencia de las Farc. Después de haber sido víctima del secuestro por parte del grupo guerrillero, decidió, a finales de los 90, vivir en Cali, pero tuvo que enfrentarse al jefe del cartel de Medellín. "Pablo Escobar consiguió mis teléfonos, llamaba a mi apartamento y me decía que tenía que ayudarle para acabar con los Rodríguez Orejuela. Yo nunca trabajé con Escobar. No lo conocí y mucho menos me iba a poner en contra de esos señores. Entonces me dijo, bueno, aténgase a las consecuencias". Por eso, en 1993, Puerta formó parte de un grupo conformado por 12 hombres que tenían algo en común: todos eran víctimas del jefe del cartel de Medellín que estaba secuestrando narcotraficantes y hacendados para financiar la guerra que le declaró al Estado. "Yo no compartía nada de él. Y mucho menos su violencia. Asesinó a mi mejor amigo, Rodrigo Villa, quien después apareció en una fosa común".Los 12 decidieron colaborar con la Fiscalía en el desmantelamiento de 180 bandas de sicarios y consiguieron testigos e informantes que le ayudaban al entonces Bloque de Búsqueda. A cambio, la Fiscalía limpió sus prontuarios. El perdón judicial fue revelado en ese entonces por SEMANA que los llamó 'Los 12 del patíbulo'. Convencido de que su aporte a la justicia y su retiro del negocio le daba una nueva oportunidad en la vida, se dedicó a la ganadería. "Mi gran pecado fue haberme metido como un apóstol a solucionar problemas que no eran míos", dijo Puerta.

En el Magdalena Medio

Su estrecha amistad con Carlos Castaño le ayudó para mediar en los conflictos entre narcos y paras. Evitó el asesinato de políticos que los habían enfrentado. Y con miembros del cartel del norte del Valle se reunió en varias ocasiones en su finca para que pararan la guerra. Incluso la acusación oficial de la justicia estadounidense sostiene que es un "abogado y consejero que resolvió disputas internas de ese cartel (del norte del Valle) y sus asociados con otros carteles".

Lo llamaban 'El doctor' porque les inspiraba confianza y respeto. Arregló asuntos de tierras, aclaró rumores peligrosos que podían costar muchas vidas e intercedió para que los paras liberaran al empresario venezolano Richard Boulton, por cuyo rescate pedían 30 millones de dólares; a un obispo de la Iglesia Católica, por quien pedían dos millones de dólares, y convenció a Castaño para que dejara en libertad a Carlos Alonso Lucio. "Me dolería mucho que un hombre tan valioso para la paz termine en una cárcel en Estados Unidos. Nunca cobró un peso por estos favores. Es uno de los hombres que más conoce el proceso paramilitar", le dijo Lucio a SEMANA .

Por haber sido determinante su gestión para que las AUC accedieran a una negociación, 'El doctor Puerta' fue invitado para que ingresara a la mesa de negociaciones de Ralito, pero él declinó la oferta.

Cuando fue capturado y recluido en la cárcel de Cómbita, cientos de extraditables comenzaron a escuchar sus consejos, pero eso lo metió en problemas con el gobierno. "Yo inicié con ellos una cruzada contra la extradición a las buenas, atajando a quienes buscaban desatar una nueva guerra como aquella de Escobar y persuadiéndolos de que era mejor dar la batalla en los estrados judiciales. Por eso, me trasladaron a Valledupar", dijo Puerta.

Antes de que supiera que iba a ser pedido en extradición, Puerta participó en un encuentro del prestigioso Consejo de Senlis, un foro internacional que reúne intelectuales y políticos del mundo para debatir el tema de las drogas. Y paradójicamente, cuando ya estaba en prisión, la Asociación Brasileña de Criadores de Cebú le otorgó un premio por "sus relevantes servicios a la difusión internacional pecuaria y del cebú" , por su obsesión en mejorar la productividad ganadera del país. Fue miembro de la junta directiva de Asocebú y universitarios visitaron sus fincas para aprender de administración rural, mayordomía, crianza de ganado y genética bovina.

Falta el último trámite para que un avión de la DEA se lo lleve. Ha dicho que piensa contarles a las autoridades gringas todo lo que sabe, un anuncio inusual de un extraditable, ya que generalmente se van del país proclamando su inocencia. Sin duda, por eso la DEA lo espera ansiosamente en su territorio.