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SACANDO LAS UÑAS

Los dardos contra el Partido Liberal le dieron un nuevo aire a la candidatura de Alfonso Valdivieso.

15 de diciembre de 1997

Cuando el miercoles pasado Alfonso Valdivieso convocó a los periodistas a una rueda de prensa en el Hotel Dann Carlton de Bogotá sabía que se trataba de una cita importante. Las encuestas, que en un principio lo habían mostrado casi imbatible, estaban registrando en los últimos meses un notable descenso. La intención de voto por Valdivieso para la primera vuelta, que según la Gallup Poll trimestral era de un 27 por ciento a finales de marzo y de un 25 por ciento a finales de junio, terminó con tan solo un 16 por ciento al cierre de septiembre.A estos resultados se sumaba que desde hacía varios días en distintos círculos había una sensación casi generalizada de que Valdivieso se estaba desdibujando como opción presidencial y amigos y contradictores venían reclamando del candidato posiciones más enérgicas en todos los frentes. Aunque no había perdido su popularidad era evidente que, desde su salida como Fiscal, Valdivieso había ido perdiendo posicionamiento y que cada vez parecían ser menos las personas que creían que llegaría a ser Presidente de la República. Es por esto que la rueda de prensa representaba un reto especial. El momento era propicio. El debate originado por la consulta del liberalismo para elegir a su candidato oficial se presentaba como terreno abonado para que Valdivieso explicara porqué, siendo liberal, aspiraba a la Presidencia por fuera del partido. Fue así como el candidato que hasta entonces había parecido tímido y cauteloso se fue lanza en ristre no sólo contra la dirigencia liberal, a la que acusó de haberse convertido en una camarilla que con sus manejos sórdidos terminó por secuestrar al partido, sino también contra la fórmula propuesta por el ex presidente Alfonso López para resolver el problema de la consulta, a la que calificó de truculenta. Aunque estas acusaciones hacían parte de un texto que Valdivieso leyó al comienzo de la rueda de prensa, en el tono que utilizó y en la fuerza con que dio respuesta a las posteriores preguntas de los periodistas la gente vio finalmente al Valdivieso enérgico y decidido que muchos esperaban ver desde el inicio de la campaña. Según sus asesores, no se trata de un cambio de estrategia sino a que desde el principio la campaña había decidido que el candidato debía reservar su artillería para utilizarla una vez terminadas las elecciones de alcaldes y Gobernadores. De todos modos la impresión que causó su firmeza fue tal que llevó al ex presidente López a compararlo sarcásticamente con 'El gato con botas'. En ese momento muchos pensaron que el apodo del ex presidente le restaría peso a la actitud asumida por Valdivieso en la rueda de prensa. Sin embargo, al día siguiente, el jefe de debate, Rafael Pardo, le salió adelante al mote cuando en declaraciones a la radio contó que después de conocer los comentarios de López le había solicitado a su hija que le contara la historia completa de 'El gato con botas'. Para su sorpresa y satisfacción, este personaje resultó ser, nada más y nada menos, que un gato bueno que finalmente le gana a todos los gatos bandidos.Después del episodio la candidatura de Valdivieso, a quien hasta la semana pasada muchos veían cuesta abajo en sus aspiraciones presidenciales, tomó un nuevo aire y a todos los que creían que políticamente estaba muerto el ex fiscal les demostró que él, como los gatos, también tiene siete vidas