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SACANDO MUSCULO

En medio de la más profunda crisis económica Julio Mario Santo Domingo se mete la mano al <BR>dril para fortalecer sus compañías.

13 de diciembre de 1999

Muchos creen que las crisis económicas solamente afectan a las pequeñas y medianas
empresas. Pero nada más lejos de la realidad. Muestra de ello son las movidas recientes que el Grupo
Empresarial Bavaria se ha visto forzado a hacer _tanto en la compañía cervecera como en la holding Valores
Bavaria_ para mejorar la situación de algunas de sus compañías bandera. Por lo menos en este aspecto
nada distinto tienen los grandes conglomerados y los pequeños industriales del país. En lo que sí hay
diferencia es en la forma de capear las adversidades. Mientras que en la gran mayoría de los casos los
microempresarios no tienen más remedio que cerrar su negocio el Grupo tiene una combinación de
factores que le permitirán capear la tormenta: la garra, el acceso a capital _tanto propio como de terceros_ y
la tenacidad para mantener el barco a flote en medio de la peor tormenta económica del siglo. Y en este
campo es donde se están generando las últimas noticias: según cálculos publicados recientemente en
diferentes medios, la inyección de recursos que podría requerir este grupo empresarial durante 1999 estaría
rondando los 650 millones de dólares. Esta cifra es equivalente a aproximadamente el 0,7 por ciento del
Producto Interno Bruto colombiano y tal vez Santo Domingo es hoy por hoy el único colombiano que tiene
el músculo y la chequera para conseguir recursos de esta magnitud en la actual coyuntura.Y es que la
situación amerita meterse la mano al dril. Las compañías del Grupo más golpeadas por la crisis van a arrojar
pérdidas conjuntas cercanas al billón de pesos (un millón de millones). Esa es una cifra sin precedentes en la
historia de Colombia para el sector privado. El grueso de este gigantesco total lo aporta Celumóvil, empresa
que a septiembre acumulaba pérdidas superiores a los 500.000 millones de pesos, monto atribuible casi en su
totalidad al comportamiento de la tasa de cambio durante 1999. El resto del problema está concentrado en
Avianca, Sofasa y El Espectador, compañías que al cierre de septiembre habían perdido más de 200.000
millones de pesos.Esta situación requiere una combinación de mano firme y guantes de seda. Y es Andrés
Obregón quien está a la cabeza de este difícil proceso, el cual ha sido manejado con una discreción y
eficiencia reconocidas unánimemente. En efecto, aproximadamente 300 millones de dólares del total de los
recursos requeridos se destinarán al saneamiento de Celumóvil. El nuevo capital deberá ser desembolsado por
los accionistas del gigante de las telecomunicaciones o, en su defecto, por un tercero que podría llegar a
quedarse con el control de la misma. A este dinero hay que adicionar los 25 millones de dólares utilizados
para la capitalización de Sofasa a finales de 1998 y los 50 millones de dólares desembolsados recientemente
y destinados al patrimonio de Avianca. En resumidas cuentas, el Grupo y sus accionistas podrían verse
abocados a la necesidad de aportar 300 millones de dólares adicionales a los 75 millones que ya se han
desembolsado para dos de las compañías más importantes del conglomerado empresarial. Plata grande
para cualquiera.Además de los recursos de capital el Grupo también está explorando opciones de
endeudamiento a través de las cuales se deben recoger cerca de 300 millones de dólares adicionales. De
éstos, unos 150 millones se destinarían a Celumóvil y cerca de 80 millones a Bavaria _ estos últimos a través
de una emisión de bonos por 150.000 millones de pesos aprobada recientemente por la Superintendencia de
Valores_. El destino del dinero es claro: sustituir la deuda en dólares de estas compañías por acreencias en
pesos y así reducir la exposición del Grupo a los riesgos de fluctuación de la divisa. De lograrse los
objetivos se le habría dado la vuelta a las principales empresas del grupo cervecero.Afortunadamente dentro
del conglomerado no sólo están las compañías que más pierden sino también las que más ganan. La
cerveza ha sido siempre considerada 'noble', pues aun en la época de las vacas flacas le responde a su
dueño. A pesar de una disminución en el consumo el negocio de la espuma _es decir, la suma de Bavaria,
Cervecería Aguila, Cervecería Unión y las malte-rías_ no solamente le dejará al Grupo utilidades que le van a
permitir cubrir cerca de 40 por ciento del hueco que dejarán los otros negocios sino que aportará recursos de
caja para poder adelantar buena parte de las capitalizaciones requeridas.Detrás de todas estas movidas no
sólo hay necesidad sino estrategia, pues Santo Domingo está en un proceso de búsqueda de alianzas
estratégicas con socios internacionales para muchas de sus compañías. Sin duda alguna inyectarle capital a
sus empresas en medio de la crisis deja una muy buena impresión ante la comunidad de negocios
internacional, que al fin y al cabo es a donde tiene que ir a buscar socios. Todo lo anterior no sólo demuestra
la capacidad económica y la habilidad financiera del Grupo, sino que también da una señal clara de que están
en Colombia para quedarse.