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Foto: A.F.P.

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Salud Hernández: una periodista apasionada y mordaz

La colombo-española ha combinado el periodismo con un intenso activismo humanitario en contra del secuestro.

28 de mayo de 2016

Posiblemente la causa humanitaria que más ha movido a Salud Hernández ha sido la del secuestro. Recién llegó a Colombia, procedente de su España natal, como gerente de la agencia de publicidad Burston Marsteller se vinculó a las marchas contra el secuestro que promovía hace dos décadas Francisco Santos, para entonces jefe de redacción de El Tiempo. Gracias a él empezó a escribir una columna en ese diario, labor que durante dos décadas ha combinado con el de reportera y corresponsal del diario español El Mundo. Ha combinado su labor periodística desde entonces con una ferviente militancia por la libertad. Y aunque no tiene pelos en la lengua para criticar a la clase política, a las elites, o a quien sea, las guerrillas han sido un blanco permanente de sus mordaces críticas. Hace un año le dedicó una columna al ELN titulada ‘Ratas humanas’ en la que no esconde su asco por ese grupo. “Y no crea el lector el cuento de que existen fisuras en la manada de roedores ‘elenos’. ‘Pablito’ y ‘Gabino’ son lo mismo, se necesitan, porque las matanzas, atentados contra la infraestructura, secuestros y extorsiones que ejecuta el primero cuentan con el absoluto respaldo del segundo”, dice en uno de sus fragmentos.

Tampoco le ha temblado la voz para cuestionar a las Farc. Increpó directamente a Pablo Catatumbo por la desaparición de una mujer en el Valle. Ha sido además una de las más ácidas críticas del presidente Santos y del proceso de paz. Pero nadie puede decir que Salud sea la típica persona que critica desde una cómoda silla en el norte de Bogotá. Por el contrario, pocos periodistas como ella han recorrido el país en busca de la verdad. Hace dos años, cuando estalló el paro del Catatumbo, región donde fue secuestrada la semana pasada, Hernández se metió en lo profundo de la región y sacó algunas conclusiones que aún hoy son inquietantes: el profundo enfrentamiento entre las Farc y el ELN en esa zona; el crecimiento de los cultivos de coca y la falta de toda confianza en las autoridades. Ha sido incluso temeraria. En un perfil publicado por el portal las2orillas, dice: “No me da ningún miedo arriesgar mi vida primero, porque no tengo hijos, y además porque cuando hago las cosas no las pienso, las hago y ya está”. Como parte de esos recorridos con el país y el encuentro con las víctimas, ha publicado tres libros y participado como cronista en varios más.

El apasionamiento con el que Salud asume el periodismo es el mismo con el que asume todo en su vida. Se ha tomado como personales varios casos de secuestrados en los que se ha vinculado para ayudar desde lo jurídico hasta lo psicológico. No es neutral políticamente, ni posa de ello. Por el contrario, se define como de derechas y no esconde su repudio político por ETA. Es hincha furibunda del Real Madrid y ese mismo compromiso es el que ha hecho que se gane un lugar en Colombia, donde cuenta con una red de amigos bastante amplia. Y, para mayor paradoja, casi todos de izquierda.