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| Foto: BBC

JUDICIAL

Precaria situación de salud mental en las cárceles

La Defensoría del Pueblo advierte sobre las malas condiciones de los reclusos con enfermedades psiquiátricas.

4 de diciembre de 2014

Las autoridades de salud advierten frecuentemente sobre el subdiagnóstico y la falta de tratamiento que reciben los pacientes psiquiátricos en Colombia, al tiempo que la Defensoría del Pueblo –e incluso los jueces– lanza alertas constantes sobre las condiciones deficientes de salud de los presos en las cárceles de todo el país.

A la combinación de estas dos situaciones se enfrentan los presos que padecen enfermedades psiquiátricas: según cifras del Inpec, en el país hay 2.060 internos con problemas de salud mental, situación que contrasta con los 120 cupos habilitados para pacientes psiquiátricos en los 138 penales.

A ello se suma, denuncia la Defensoría del Pueblo, el hecho de que estos presos se encuentran sin tratamiento especializado porque la EPS del régimen subsidiado Caprecom liquidó el contrato que tenía con la empresa encargada de proveer los servicios de asistencia médica, y no reemplazó al contratista para asegurar la atención de los internos, como se evidencia en la siguiente misiva:


(Defensoría del Pueblo)

La Defensoría visitó la cárcel de Jamundí (Valle del Cauca), centro que califica, junto con el de Acacías (Meta) como uno de los "más críticos", ya que aloja a 75 internos en condiciones que califica como "precarias" y "críticas".

Esos reclusos se encontraban antes en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Villahermosa, pero fueron trasladados por labores de adecuación que, en un inicio, se previó que durarían tres meses. Pero el pasado mes de septiembre se cumplió un año sin tener una solución definitiva, con el agravante de que las celdas no cuentan con agua y la toma de sol se hace en jaulas construidas dentro de la Unidad de Salud Mental.

Antes de terminar el contrato con la empresa prestadora de los servicios de asistencia, el médico psiquiatra asistía cada dos meses para revisar a los pacientes con los casos más severos y recetaba a los demás reclusos, dado que en el penal hay registrados, entre otros, casos de esquizofrenia, trastorno bipolar, crisis de ansiedad y ataques de pánico.

Por estos motivos, la Defensoría advierte que la situación de desprotección a la cual, los internos con problemas de salud mental, se ven sometidos en el país es evidente, dado que su estado de reclusión "es incluso más precario que el del resto de la población carcelaria".