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SAM: ¿SECUESTRO O MAFIOSOS?

Secuestro del padre de Pablo Escobar genera sospechas sobre el surgimiento de una brigada antimafia

29 de octubre de 1984

El jueves 20 de septiembre, Abel de Jesús Escobar, padre de Pablo Escobar Gaviria, se había levantado a las 5 de la mañana dispuesta a viajar al pueblo a cumplir con la costumbre cotidiana de todos los conservadores de La Ceja (Antioquia): asistir a la misa de seis.
Luego de hacer sus diligencias en el mercado y de visitar su finca "Rancho Triste", se montó en su campero Toyota, de placas KD-9964 y se dirigió a su casa, que lleva el nombre de "Villa Her-1.000-da", en honor de su esposa Hermilda, ubicada en la vereda de San Genaro, a escasos minutos de La Ceja.
Cuando se encontraba a punto de llegar, seis hombres en traje de fatiga y armados con ametralladoras, obstaculizaron el paso del vehículo y encañonaron a Escobar. Después de identificarse como "agentes especiales", según el relato del conductor del hacendado, le pidieron a Escobar que los acompañara ya que "debemos hacer algunas averiguaciones sobre su hijo Pablo". El conductor se vio obligado a bajar del jeep, al cual subieron los seis asaltantes para llevarse en él al padre del parlamentario liberal, tomando la carretera que conduce a Sonsón. Por el camino, se dedicaron a detener a todos los vehículos con los cuales se cruzaron y a quitarles las llaves a sus conductores o a pinchar sus neumáticos.
La noticia se regó como pólvora y trascendió nacionalmente a través de las emisoras de radio. Los familiares y allegados viajaron de inmediato a La Ceja para ponerse "a las órdenes" y no faltó quien, creyendo que se trataba de una acción oficial, ofreció una importante suma de dinero "para lo que se ofrezca". La mayor preocupación de todos es que Escobar, de 72 años, sufre una "cardiopatla isquémica-arterioesclerosa", razón por la cual lleva un marcapasos. Así lo informó al día siguiente en un aviso de primera página en El Mundo de Medellín su médico Miguel Sepúlveda.
Aunque al final de la semana los secuestradores no habían hecho pronunciamiento alguno y el hermetismo se había hecho extensivo a la familia de Escobar, SEMANA conoció algunas informaciones según las cuales todos los organismos secretos de la capital antioqueña se han volcado a la búsqueda de los secuestradores. De otra parte, en otro aviso publicado por la familia, se ofrecen jugosas gratificaciones a quienes suministren alguna información sobre el paradero del secuestrado. Otros rumores conocidos en Medellín aseguran que Pablo Escobar ha movilizado un gran número de hombres con el fin de adelantar una investigación por su cuenta.
En un principio se pensó que la acción había sido realizada por un grupo guerrillero, pero esta posibilidad ha sido prácticamente descartada por allegados a la familia. "No creo que se metan con Pablo, pues no se les ha olvidado lo que pasó con el secuestro de Marta Nieves Ochoa", dijo uno de los antiguos guardaespaldas de Pablo Escobar.
La segunda versión asegura que puede tratarse de delincuentes comunes en busca de una millonaria recompensa. Pero una fuente militar manifestó a SEMANA que "Esto es bastante absurdo porque el hampa no suele meterse con la mafia, ya que es demasiado arriesgado".
Una tercera versión que se maneja en circulos universitarios,sostiene que hace más o menos dos meses se creó una banda de ultraderecha integrada al parecer por militares del Partido Laboral Andino ligados,según algunos, a "gente de Tradición, Familia y Propiedad de Venezuela". La banda habría acuñado el nombre de "Brigada Rodrigo Lara Bonilla", después de trazarse la tarea de "arreglar cuentas con la mafia" La táctica de sus integrantes consistiria en obligar, con este tipo de acciones, a que los narcotraficantes más buscados "vinieran a Colombia a dar la cara".
Esta hipótesis recorre algunos sectores de la capital antioqueña,y algunos la adoban con ingredientes como que desde hace cerca de dos meses se ha notado la presencia de algunos agentes de la DEA en la ciudad.
Incluso algunos agentes secretos colombianos aseguran que cuatro extranjeros, entre ellos dos puertorriqueños y un cubano, han ido a sus oficinas a solicitarles colaboración en acciones contra la mafia. La confirmación de esta posibilidad enfrentaría al país ante un nuevo y singular fenómeno: el surgimiento de una brigada antimafia. Si la sigla MAS había sido creada bajo el lema de "Muerte a secuestradores", este nuevo grupo bien podría ser bautizado como SAM: "Secuestro a mafiosos", aunque sus primeras acciones se estén dirigiendo no a éstos, sino a sus familiares.-