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JUSTICIA

Sancionado exdirector de penal que permitió ampliar celda a Juan Carlos Martínez

La Procuraduría profirió sanción disciplinaria y suspendió del cargo al exdirector de la Cárcel Nacional La Picota, Enrique Alfredo Arce por estos hechos. Fue inhabilitado por diez meses.

2 de junio de 2012

El escandaloso hecho en el que el exsenador Juan Carlos Martínez Sinisterra llegó a tumbar muros para acondicionar su celda durante su reclusión en el pabellón de parapolíticos de la cárcel La Picota de Bogotá ocasionó que la Procuraduría sancionara disciplinariamente al exdirector del penal, Enrique Alfredo Arce Guzmán.
 
La sanción, en primera instancia, le significa al exfuncionario ser suspendido del cargo por 10 meses y una inhabilidad por un lapso igual.
 
Los hechos ocurrieron en enero del 2010, cuando el polémico exsenador le solicitó hacer "reparaciones, adecuaciones y modificaciones en su celda" y terminó tumbando muros para ampliarla, para lo que incluso empleó de forma irregular a dos internos de otro pabellón, según la investigación adelantada por el Ministerio Público.
 
La Procuraduría señaló que el entonces director de la cárcel dio luz verde a las obras sin tener en cuenta los procedimientos legales reglamentarios establecidos por el Centro Penitenciario para arreglos locativos y por el INPEC para modificación de estructuras dentro de sus instalaciones.
 
"De acuerdo con el pliego cargos formulado el 29 de julio del 2011 al señor Arce Guzmán, la falta por él cometida fue calificada Grave a título de dolo", señala el texto de la decisión conocida por Semana.com.
 
El dragoneante Jaime Ramos Camargo, responsable del área de mantenimiento para la época de los hechos, señaló a la Procuraduría que no fue informado por la dirección de la penitenciaría sobre la realización de estos arreglos locativos, siendo que su función consistía en hacer el mantenimiento preventivo y correctivo de las estructuras internas o externas del establecimiento.
 
Parte de la defensa del exdirector del centro de reclusión fue que todo obedeció a un malentendido y que las obras en este espacio eran parte de la remodelación de una biblioteca.
 
Ya durante el proceso, admitió que lo que autorizó "fue unas reparaciones locativas para solucionar el problema de humedad y reparación eléctrica, sobre las que no se advertía ninguna ampliación de celda ni alteración del diseño, y menos aún modificación estructural de las instalaciones del establecimiento carcelario".
 
La defensa del exdirector pasó a acusar a Martínez Sinisterra, "quien sin autorización alguna resolvió en horas en que ningún trabajo puede realizarse, ni siquiera con autorización, derribar muros y emplear inconsultamente personal de otro pabellón", según consta en la decisión.
 
Pese a ello, el Ministerio Público manifestó en su pronunciamiento que se constató que Arce Guzmán "procedió en forma incorrecta, es decir, ignorar -sabiendo que no podía hacerlo- los procedimientos establecidos para autorizar a un interno a realizar reparaciones, adecuaciones y/o modificaciones en una de las celdas del patio ERE SUR; claro, este hecho le permitió libremente al recluso Martínez Sinisterra realizar unas mejoras a su acomodo y gusto".
 
El acusado también esgrimió que durante el tiempo que se adelantaron las obras, él se encontraba de descanso y que la responsabilidad recaía en el director encargado, de cuya elección él no había participado. La Procuraduría contestó que "esta no es una excusa valedera, ya que el interno contaba con la autorización firmada por él desde el día 18 de diciembre de 2009".
 
Agregó el ente de control que "la conducta desplegada por el director del Establecimiento Penitenciario, para la época de los hechos, por ser el Jefe y máximo responsable del funcionamiento y control del establecimiento a su cargo, estaba llamado a dar ejemplo de rectitud, transparencia y probidad; pues de acuerdo con lo probado, no corresponde a lo esperado".