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| Foto: Policía Bogotá

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La odisea de Santiago, el niño de 7 años que se montó en la ruta equivocada

Su abuelo lo acompañó al paradero y lo montó en el que parecía ser el bus que lo llevaría a su primer día de vacaciones. La verdadera ruta llegó a recogerlo minutos después. La Policía lo encontró jugando, como si nunca se hubiera perdido.

29 de noviembre de 2017

Los padres de Santiago Orozco, de 7 años, tuvieron un martes para el olvido. El niño se había matriculado a unas vacaciones recreativas en el norte de Bogotá y delegaron al abuelo para entregarlo a la ruta. Al llegar al paradero, un bus escolar se detuvo frente de ellos, abrió la puerta, y el abuelo subió a su nieto. Se despidieron moviendo la mano, sin saber que lo había embarcado en el bus equivocado.

Segundos después, en frente del abuelo se estacionó otro bus. La puerta se abrió y una persona preguntó por el niño Santiago. Ahí, como si pareciera una escena de Mi pobre Angelito, el abuelo se percata de su error. No tuvo otra que llamar a Juan Carlos, el padre del niño.

Alarmado por la situación, Juan Carlos acudió a una vieja amiga: la periodista Vicky Dávila. Le comentó la situación y Vicky, aprovechando su millón y medio de seguidores, difundió la fotografía del niño junto con un número de contacto en su cuenta de Twitter.

La noticia se difundió rápidamente en las redes sociales y llegó a las manos de la Policía Metropolitana de Bogotá y de la Secretaría de Seguridad del Distrito. De manera coordinada, ambas dependencias se pusieron de acuerdo en empezar la búsqueda del niño extraviado. Mientras tanto, Juan Carlos, el abuelo y un funcionario de la empresa donde Santiago iba a recibir los cursos, buscaron por varios lugares en el norte de Bogotá.

El comandante de la Policía de Bogotá, Hoover Penilla, explicó que una vez tuvieron conocimiento de la situación se comunicaron con las diferentes empresas de transporte de la ciudad. Cada una de ellas, según Penilla, hizo su propia indagación y al medio día tenían ubicado un probable vehículo en el que pudo haberse subido Santiago.

Al ubicar el vehículo, la empresa de transporte pidió a la coordinadora verificar quiénes eran los niños que iban en la ruta hacia un campus universitario en el norte de Bogotá. Efectivamente, Santiago no estaba en la lista de niños y fue así como la Policía de Infancia y Adolescencia dio con el paradero del niño. De acuerdo con Penilla, el niño no era consciente de su situación.

“Cuando montaron a Santiago a la ruta equivocada, el niño igualmente pensó que iba en la correcta, pues iba a empezar un curso de vacaciones recreativas con otros niños”, explicó el comandante.

Juan Carlos, el padre de Santiago, cuenta que en el momento de recibir a su hijo, el niño no entendía muy bien lo que estaba sucediendo. “Él ni cuenta se dio. Según nos dijo estuvo jugando con otros niños y piensa que así fue su primer día de vacaciones”, dijo a SEMANA.

Para el padre, la búsqueda del niño no habría sido tan exitosa sin el apoyo de las redes sociales. “Colombia es un país solidario. Desde que se publicó la información recibí mucho apoyo”, cuenta. Esta opinión es compartida por el general Penilla, que destacó la movilización que se generó alrededor de la noticia y resaltó que se haya buscado a la Policía para manejar la situación.