“El que sabe de arrodillamientos es Pastrana”

Pocas veces la opinión de un expresidente ha generado tanto malestar como la carta que Andrés Pastrana le envió al presidente Juan Manuel Santos sobre el proceso de paz. El exmandatario no solo calificó de “vergüenza” la propuesta de que el narcotráfico sea conexo al delito político, sino que tildó de genuflexo al gobierno frente a la guerrilla de las FARC.

Quizás esos adjetivos fueron los que más generaron escozor entre los parlamentarios santistas. Que Pastrana, quien le entregó 42.000 kilómetros a la guerrilla, en la zona de despeje del Caguán, califique al gobierno de arrodillado, no solo no le asiste razón, dicen los senadores, sino que ese episodio le quita autoridad moral para referirse al tema.

Para Roy Barreras, presidente de La U, Pastrana tuvo un “corto circuito” porque después de haberle entregado el Caguán a las FARC ahora está haciendo una especie de arrepentimiento en cuerpo ajeno. “Por supuesto que es más serio, de lejos, el proceso de paz del presidente Santos, y aquí el presidente Pastrana sí que sabe de arrodillamientos en el pasado”.

El liberal Luis Fernando Velasco le recordó a Pastrana que en el proceso de paz del Caguán en su gobierno se alcanzó a hablar incluso del derecho de gracia, una figura propia de la Edad Media que decía que el monarca podía perdonar absolutamente todos los delitos. “Me da vergüenza ver que mientras en otros países quienes han tenido las más altas dignidades se quedan haciendo aportes constructivos, aquí a algunos les de vergüenza que otros presidentes intenten hacer lo que ellos no pudieron hacer”.

Armando Benedetti, también de La U, calificó de incoherente a Pastrana en el sentido que su principal socio político, el expresidente Bill Clinton, con quien firmó el plan Colombia, haya defendido la tesis de declarar el narcotráfico conexo al delito político. Pero además cuestionó la autoridad del expresidente para pronunciarse frente al proceso. “Pastrana le entregó 42.000 kilómetros a las FARC para que sembraran coca, secuestraran e hicieran toda clase de fechorías, le hicieron desplantes desde el comienzo, le dejaron la silla vacía, para que ahora venga a hablar de arrodillamientos”.

Incluso, Barreras dice que el expresidente podrá ser referencia en otros temas, pero en la paz debería guardar silencio. “Pastrana tiene un problema y es que es una voz respetable en todos los temas menos en la paz, porque el gran fracaso en la historia de Colombia fue el Caguán, y de eso no podrá desprenderse nunca”.