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Juan Manuel Santos | Foto: Carlos Julio Martínez

PROCESO DE PAZ

"Quiero entregarle la paz al pueblo": Santos

Durante la audiencia en la Corte Constitucional el presidente defendió el plebiscito como el mecanismo "idóneo" para que sean los colombianos –con su voto– los que definan el rumbo de los acuerdos.

26 de mayo de 2016

"Quiero entregarle la paz al pueblo", dijo el presidente Juan Manuel Santos al inicio de la audiencia que convocó la Corte Constitucional, previo al estudio del plebiscito por la paz.

El primer mandatario señaló que sabe que no tiene la obligación legal de someter el tema a esta consulta, pero que piensa cumplir su promesa de permitirle a los ciudadanos decidir si el acuerdo para la paz con las FARC debe o no convertirse en una política de Estado.

Dijo que será el aval de los colombianos el que finalmente legitime lo pactado con la guerrilla más vieja de latinoamérica en La Habana y aclaró que los acuerdos solo pueden implementarse si los resultados del plebiscito son favorables.

"La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. El plebiscito no es nada diferente que regresar ante el pueblo que me eligió a preguntarle si considera que cumplí mis compromisos como su mandatario para lograr la paz",  dijo.

Durante la apertura de la audiencia el mandatario persistió en que la fórmula de blindaje jurídico a las conversaciones, en manera alguna afectarán el poder del plebiscito para aceptar o no el acuerdo de paz.

"¿Por qué he insistido en someter el acuerdo de paz a un plebiscito?", se preguntó el mandatario. "A través del plebiscito, el pueblo colombiano se constituye en dueño, protagonista y beneficiario de la paz. La decisión de poner fin al conflicto armado para dar paso a la fase de construcción de la paz es –sin duda– la decisión política más importante que debo implementar", respondió.

"Nuestra Constitución es un tratado de paz", dijo el jefe del Estado, al recordar que fue producto de otro proceso de paz, celebrado entre el Gobierno y la guerrilla del M-19. De ahí que, según él, la búsqueda reconciliación nacional sean un deber y un derecho indelegables.

Afirmó que la fórmula de refrendación que se acordó presentar es democrático, como lo exige la Carta Política de 1991, lo que explicaría el por qué de su exequibilidad.