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Juan Manuel Santos | Foto: Juan Pablo Bello - SIG

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La reunión privada de Santos con 70 empresarios asiáticos

Si algo queda claro de la visita del presidente a Filipinas es que las puertas del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico se abrirán durante el posconflicto.

17 de noviembre de 2015

Si las fechas se cumplen y el presidente Juan Manuel Santos aprieta definitivamente su mano con 'Timochenko' el 23 de marzo del 2016, es muy probable que las economías de Asia-Pacífico inviertan en el país cuando se abra la página del posconflicto. Una palabra que trasnocha al presidente y desde hace unos días a su nuevo ministro, Rafael Pardo.

Los meses que siguen son los más difíciles. Implementar lo que se pacte no s´0lo necesita voluntad política y de eso es consciente el presidente. Hay que desembolsar enormes cantidades de dinero, incalculables en el largo plazo, para poner a andar el tren del posconflicto. Y un combustible clave es la inversión extranjera.

De hecho, uno de los ejes del Ministerio del Posconflicto es el de Cooperación Internacional e inversión privada. El Gobierno ya ha intentado acercarse a los empresarios colombianos, despejar sus dudas frente al proceso y convencerlos de invertir. Obviamente, para muchos las dudas persisten, entre otras porque les preocupa que esta sea una paz tan patrocinada en el exterior, que al final los inversionistas de otros países terminen siendo los protagonistas y no ellos. Eso, sumado al peligro que representa para ese sector la redistribución de la tierra y el papel que deben jugar en la reinserción de los guerrilleros a la vida civil.

Ante los ojos del mundo, Santos está a punto de firmar la paz en un territorio biodiverso y estratégico. Ante los ojos del presidente, el país tiene que prepararse para un panorama incierto. Por eso el interés por entrar a APEC, además de mejorar las relaciones comerciales con esas 21 economías, es asegurar recursos para el posacuerdo con Las FARC.

Eso fue lo que habló en la tarde con un grupo de 70 empresarios asiáticos de todos los sectores en un almuerzo privado. Los 'cacaos' le preguntaron, entre otras cosas, por las garantías jurídicas para invertir en el país y si hay restricciones para comprar tierras. Santos fue abierto y les contestó que en Colombia hay seguridad para las empresas y cero barreras si se trata de invertir. “Necesitamos inversión en todos los sectores”, dijo el presidente en la rueda de prensa.

Es muy probable que después de esta invitación la puerta para entrar a APEC se abra más fácilmente. Es la primera vez que un presidente colombiano visita Filipinas y puede que después de la visita, el selecto club del Pacífico abra sus puertas para Colombia cuando se levante la moratoria. Los 21 miembros ya dieron luz verde para que el país sea el número 22. Eso se lo ratificó a Santos la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, durante un encuentro bilateral en un hotel de Manila. Si eso es cierto y la puerta se abre, el 56 % de la producción mundial y el 46 % del comercio global entrarían a invertir en el país después de la firma.

Santos reforzó su discurso de economía y paz. Habló con la consejera presidencial para el proceso en Filipinas, Teresita Quintos, para intercambiar experiencias sobre lo que significó hacer la paz durante 11 años con el Frente Moro de Liberación Islámica, una guerrilla de 6.000 hombres. La principal recomendación de Quintos fue sobre los tiempos. La implementación en Filipinas sigue estancada.

Aunque hay cese al fuego definitivo, se pactó una participación política, los acuerdos no han sido aprobados por el Congreso y como no hubo refrendación, la paz no cuenta con el respaldo popular. Ese limbo, sobre todo en la región de Mindanao, que ha sido azotada por la guerra desde hace décadas, puede poner a temblar lo que tanto le costó al presidente Benigno Aquino.

Dos policías que prefirieron no dar su nombre le confirmaron a SEMANA que la implementación de la paz en Filipinas no es un hecho, así haya pasado más de un año desde la firma, en marzo del 2014. “Las cosas aquí no son tan fáciles. ISIS está en Mindanao y el presidente hizo la paz con una sola guerrilla. Falta mucho para hablar de paz real.”

Santos sabe que en Colombia el mapa es parecido. Hacer la paz con Las FARC es un avance histórico, pero quedan en la fila el ELN, con quien ya hay avances, y las bandas criminales. Ese será el reto del posconflicto y todo indica que Asia hará parte de la foto.