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Juan Manuel Santos y su esposa María Clemencia el día que le anunciaron que era el nuevo Premio Nobel de Paz. | Foto: Guillermo Torres

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Santos viaja a recibir el Nobel de Paz acompañado de víctimas

Después de la ceremonia en Oslo, Noruega, el presidente visitará varios países europeos y se reunirá con el papa Francisco. Lo acompañarán en la premiación Clara Rojas e Ingrid Betancourt.

8 de diciembre de 2016

El presidente Juan Manuel Santos parte este jueves rumbo a Oslo, Noruega, la misma ciudad donde hace seis largos años se instaló formalmente la Mesa de Conversaciones entre el Gobierno y las FARC, para recibir el sábado el premio Nobel de Paz. Un reconocimiento al largamente buscado acuerdo con la guerrilla más antigua del hemisferio, renegociado de urgencia luego del inesperado triunfo del No en el referendo del 2 de octubre y refrendado por la polémica vía del Congreso hace pocos días.

“Recibiré el Premio Nobel de Paz en nombre de los colombianos, pero sobre todo de las víctimas del conflicto”, dijo Santos desde que se conoció el reconocimiento, anunciado una semana después del rechazo en las urnas al acuerdo original. El mandatario invitó a Oslo a unas 30 personas, muchas de ellas allegados y familiares, pero también negociadores y una decena de representantes de las víctimas, entre otras Ingrid Betancourt y Clara Rojas, secuestradas por más de seis años por las FARC.

También asistirán Pastora Mira García, líder comunitaria de San Carlos (Antioquia); Leiner Palacios, sobreviviente de la masacre de Bojayá (Chocó); Liliana Pechené, reresentante de la comunidad Misak en Silvia (Cauca); Fabiola Perdomo, viuda de uno de los diputados del Valle secuestrados y asesinados por la guerrilla; y el escritor Héctor Abad Faciolince, cuyo padre fue asesinado por paramilitares. No habrá ningún representante de las FARC.

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El Nobel fue ampliamente interpretado como un espaldarazo de la comunidad internacional al proceso de paz en el momento crítico en que parecía trastabillar con la victoria del No. Y Santos llega a recibirlo dos meses después con un nuevo acuerdo bajo el brazo, firmado y refrendado, pero aún pendiente de superar importantes obstaculos y resistencias, como la definición del ‘Fast Track’ que permitiría agilizar en el Congreso la implementación de lo pactado.

La agenda en Oslo

Santos, el primer colombiano y el sexto latinoamericano en lograr el Nobel de Paz, recibirá en la capital noruega una medalla de oro, un diploma y un cheque de 8 millones de coronas suecas (950.000 dólares), una suma que prometió donar a las víctimas del conflicto.

Las actividades del mandatario comenzarán el viernes con una conferencia de prensa en el Instituto Nobel, así como entrevistas a medios europeos.

Santos recibirá el galardón el sábado en una ceremonia en el ayuntamiento de Oslo a primera hora de la tarde, muy temprano en Colombia. Luego se entrevistará con el exsecretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, premio Nobel de la Paz 1973, y con Zbigniew Brzezinski, el exconsejero del presidente Jimmy Carter, galardonado en 2002.

Antes de la ceremonia de entrega del premio, el presidente será recibido en el Palacio Real por los reyes de Noruega, Harald y Sonia.

El domingo, tras varios encuentros políticos -entre ellos una visita al Parlamento y una entrevista con la primera ministra Erna Solberg-, ofrecerá una rueda de prensa y asistirá a un concierto en su honor. Juanes hará parte del espectáculo junto al británico Sting.

Santos regalará a los monarcas noruegos una escultura que simboliza la paz, de la artista Ana González Rojas, según explicó la primera dama María Clemencia Rodríguez. "Es el símbolo de la paz, hecho con flora y fauna colombiana, de porcelana blanca", añadió.

Santos y su esposa ofrecerán este mismo obsequio a los reyes de Suecia y al papa Francisco, a quien visitarán en el Vaticano en su gira europea luego de recibir el galardón.

Presidente trotamundos

Luego de la entrega del Nobel, el viaje de Santos lo llevará a Suecia, Bélgica, España e Italia. Con las autoridades de la Unión Europea creará formalmente el fondo fiduciario para el posconflicto, y en Madrid se reunirá con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Después aterrizará en una Italia sumergida en plena crisis política tras la renuncia del primer ministro Matteo Renzi, derrotado en un referendo clave sobre la reforma política. Renzi era un socio confiable que había visitado hace algunos meses Colombia. En Roma, Santos se reunirá el jueves con el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella.

Por último, el siguiente viernes irá al Vaticano para conversar con el papa Francisco, quien también ha apoyado con entusiasmo el proceso de paz en Colombia.

Con la gira, Santos corona un mes largo de intensa actividad diplomática que ha coincidido con las urgentes gestiones políticas para rescatar el proceso con las FARC y alcanzar un nuevo acuerdo. Noviembre arrancó con la visita de Estado al Reino Unido por invitación de la reina Isabel II, mientras el diálogo con los promotores del No y la renegociación con las FARC todavía estaba en marcha.

Tras su llegada de Londres Santos presentó el nuevo acuerdo de paz, y poco días después anunció un viaje a Washington para realizarse exámenes médicos y cortejar a los líderes republicanos de cara a la llegada de Donald Trump al poder. Después viajó a Lima para tomarse la foto y recabar apoyos a la paz entre los diversos mandatarios que asistieron al Foro APEC, entre otros Barack Obama y los presidentes de la Alianza del Pacífico (compuesta por Colombia, México, Perú y Chile).

El apoyo del mundo a la paz en Colombia siempre ha sido manifiesto, aunque poco pareció pesar en el resultado adverso del plebiscito. Pero no ha hecho más que confirmarse durante este dilatado maratón diplomático que está a punto de concluir con la entrega del Nobel y la audiencia papal.