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| Foto: Pablo Andrés Monsalve / SEMANA

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Se cae preacuerdo de Gustavo Villegas con la justicia

Desde Bogotá, la Fiscalía General de la Nación ordenó revisar el preacuerdo al que llegó la defensa del exsecretario de Seguridad de Medellín, quien fue acusado hace unos meses por concierto para delinquir y nexos con el crimen organizado, mientras que hoy pagaría solo por abuso de función pública y abuso de autoridad.

12 de febrero de 2018

La Fiscalía General de la Nación anunció que va a revisar el preacuerdo al que llegó el fiscal local con la defensa del exsecretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas, quien fuera el hombre fuerte de la Administración de Federico Gutiérrez.

Según la directora Especializada contra las Organizaciones Criminales, Claudia Carrasquilla, “es inaudito que haya preacuerdo sin colaboración con la justicia”. Por esto se cree que en la audiencia de lectura de cargos, que se realizará el próximo seis de marzo, el ente acusador apelará el fallo, lo que significará que el preacuerdo se caerá porque una de las partes quedó insatisfecha por los términos de la negociación. Gustavo Villegas no ha dicho nada sobre los casos que se le imputaron en un principio. Desde Bogotá no se avaló el preacuerdo.

Y es que tras el anuncio de la decisión del juez cuarto penal especializado del circuito de Medellín de condenar a 2 años y siete meses de prisión a Villegas, luego de que este accediera a firmar un preacuerdo con la Fiscalía, en la sociedad paisa sólo quedaron dudas, pues era muy raro que se le condenara por abuso de función pública y abuso de autoridad, después de que le imputaran concierto para delinquir y nexos con el crimen organizado.

Un caso extraño

Después de la captura, desde la Fiscalía se aseguró que había pruebas sobre las supuestas relaciones del entonces secretario con la llamada Oficina de Envigado; en las audiencias se habló de reuniones en el parqueadero de la Secretaría de Seguridad con mensajeros de esa estructura delincuencial, de avisos sobre posibles capturas a Julio Perdomo, mensajero y exparamilitar del Bloque Cacique Nutibara y hoy bajo arresto. Se aseguró que Villegas le pidió una vez el favor al excabecilla Julio Perdomo de que le liberara un carro de su empresa de transporte de alimentos que había sido retenido por una banda en el barrio Popular Uno por no pagar una extorsión. Se habló de audios, de pruebas, de documentos: nada de eso se conoció.

Para el decano de la Escuela de Humanidades de Eafit, Jorge Giraldo, esta condena —que hasta la posible apelación de la Fiscalía sigue firme—,  aunque parece benévola y se saca de tajo la acusación de concierto para delinquir, sí marca un golpe a la Administración de Federico Gutiérrez, quien hasta el momento ha creído en la inocencia de su exsecretario.

“Digamos que ahí lo importante era el tema del proceso de juzgamiento y en este caso de condena, el impacto social de esto es importante. Es muy probable que no le pudieran probar el concierto para delinquir y por eso hubo un preacuerdo. Él no es inocente, y por eso lo están condenando. En años recientes no ha pasado nada como esto: un funcionario condenado por cercanía con delincuentes. Y hay que recordar que no es la primera vez que se salva, ya pasó una vez cuando Sergio Fajardo era alcalde. Esa vez tampoco se pudieron comprobar sus nexos con los paramilitares. Villegas ya batió un récord: el más investigado siendo funcionario de la Alcaldía”, dijo Giraldo.

Y aunque con la condena por abuso de autoridad se ha querido menguar el carácter de los cargos por los que será condenado el exsecretario de Seguridad, una fuente de la Fiscalía le señaló a semana que esto significa que asesoraba ilícitamente a miembros de la Oficina para favorecerlos. Y es que desde un principio, la fiscalía aseguró que Villegas “puso medios y bienes de la Alcaldía para entablar un diálogo con la Oficina de Envigado, sin contar con el marco legal para hacerlo”.

Una fuente de la Fiscalía le dijo a SEMANA que el caso: “Hubo una variación de la calificación jurídica pero no significa que los hechos cambien. Él fue condenado por sus nexos con la Oficina de Envigado y por haber ayudado a sus integrantes. Hay que calificar las pruebas y las evidencias, y en eso se dio la variación”.

Este asesoramiento, según las primeras audiencias de la Fiscalía, funcionaba con la ayuda de un contratista de la Secretaría de Seguridad que venía trabajando con la Alcaldía desde los tiempos de Sergio Fajardo, Mariano Humberto Zea Ospina, quien se quedó sin una defensa paga porque esta se declaró inhabilitada, por lo que quedó en manos de un defensor público: su caso ha quedado en el olvido, pero SEMANA pudo constatar que también se acogió a un preacuerdo.

Todo esto deja un sinsabor, dice Diego Sierra, investigador del Instituto Popular de Capacitación (IPC): “Como ciudadano hay un sinsabor porque Gustavo Villegas era la apuesta principal de Federico Gutiérrez, y cuando él lo propuso en diciembre de 2015 como secretario de Seguridad, mucha gente le advirtió, pero el alcalde dijo que metía las manos al fuego por Villegas, pero ahora vemos que no pagará ningún costo políticos. Hoy parece ser que en Medellín sigue la política de ‘hagámonos pasito’. La institucionalidad ha sido permeada por la ilegalidad y esto evidencia el mal mensaje para la ciudad, que ha estado acostumbrada a la impunidad frente a los fenómenos de alta criminalidad en el Valle de Aburrá”.

Hasta el momento, parece que Villegas pagaría más de dos años por un delito que es excarcelable, ahora la pelota está en manos de la Fiscalía, que de impugnar, se sometería a un largo juicio con más de cuarenta testigos.