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General Francisco Patiño. | Foto: Archivo SEMANA

JUSTICIA

Se le complicó el ascenso a Patiño

La Fiscalía abrió una investigación formal en contra del general por el crimen del ‘grafitero’.

8 de julio de 2013

Los irregulares hechos que se han conocido en torno a la muerte de Diego Felipe Becerra, conocido como el ‘grafitero’, han puesto en apuros a varios miembros de la Policía, quienes han sido llamados a responder ante la justicia. Esta vez, el turno fue para el general Francisco Patiño.

Al alto oficial, quien para la época de los hechos era el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, se le abrirá una investigación penal, según anunció el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, en entrevista con RCN Noticias.

El uniformado deberá dar respuestas en torno a su presunta participación en los hechos que rodearon la manipulación de la escena del crimen de Becerra por parte de varios miembros de la Policía, en la noche del 19 de agosto del 2011.

En contra de Patiño, según Montealegre, existe una polémica reunión en un CAI de la Policía. El oficial deberá explicar por qué se encontró en ese lugar con el conductor de la buseta, Jorge Narváez, quien, según la investigación, presentó una falsa denuncia en la cual aseguraba que Becerra había cometido un hurto en su vehículo.

“Nosotros encontramos eso como una situación extraña, como una situación anómala, esa presencia del general Patiño con el conductor de la buseta, y precisamente por esas razones, iniciamos una investigación penal y vamos a esperar las explicaciones del caso por parte del general”, aseguró el jefe del ente acusador.

El fiscal indicó que es grave la situación y que lo sucedido compromete la credibilidad que, a lo largo de su historia, ha ganado la Policía Nacional como institución, puesto que los involucrados tienen un rango alto. “La imagen de la Policía se ve empañada con que altos funcionarios estén implicados en un ‘falso positivo’ urbano y en una gran patraña a la obstaculización a la justicia”, dijo.

Montealegre explicó también que frente a los casos de los coroneles Javier Vivas y Nelson de Jesús Arévalo, los entonces subcomandante de la Policía de Bogotá y comandante de la estación de Suba, la Fiscalía seguirá adelante en sus acusaciones, a no ser que aparezcan nuevas evidencias que favorezcan a los oficiales. Ambos uniformados fueron imputados por los mismos hechos, pero recobraron su libertad por la orden de una juez de garantías que consideró que las pruebas en su contra no eran contundentes.

En el caso de Patiño, este tendrá que responder, además, por la supuesta entrega de dos bonos de 100.000 pesos a la esposa del conductor, Nubia Mahecha, quien está vinculada al proceso y cobijada con detención domiciliaria por estar a cargo de un menor de edad.

Con Patiño, ya son siete los integrantes de la Policía investigados. Los padres de Diego Felipe y sus abogados insisten en que tienen las pruebas para comprometer, al menos, a 30 uniformados, con los hechos de la manipulación del crimen cometido presuntamente por el patrullero Wílmer Alarcón, a quien le fue imputado el delito de homicidio y destituido e inhabilitado por la Procuraduría.