Se desinfla meta de crecimiento económico

La realidad es tozuda. Este año el crecimiento de la economía colombiana estará muy lejos del 4 % logrado en los últimos años debido a la difícil coyuntura internacional y al retroceso en varios indicadores económicos.

A pesar de que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, insistía en que se mantendría la meta de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el 3,6 % para el 2014, la junta directiva del Banco de la República bajó su pronóstico a solo el 2,8 %.

Algunos analistas económicos no descartan incluso que el crecimiento sea inferior y se acerque al 2 %, teniendo en cuenta los problemas que han aparecido en los últimos meses y que están creciendo a pasos acelerados.

El principal de ellos es la fuerte caída en los precios del petróleo, que en menos de un año retrocedieron más del 50 %. Hoy el precio del barril WTI está en 47 dólares, mientras que el Brent se encuentra en 53 dólares, lo que asestó un duro golpe a las finanzas públicas. El Ministerio de Hacienda reconoce que como consecuencia de este descenso dejará de recibir este año alrededor de 14 billones de pesos. Y para el año entrante el hueco será mayor.

Eso sin contar el fuerte impacto en las regiones petroleras que están sintiendo con todo rigor el ajuste con la pérdida de puestos de trabajo y el cierre de empresas contratistas.

Adicionalmente, las exportaciones colombianas siguen cayendo a tasas del 31 % y la fuerte devaluación del peso ya empieza a afectar los balances de varias empresas.

De esta situación  no escapan muchos países de América Latina que registrarán descenso en su crecimiento, como Chile, México y Perú. Se prevé que el PIB de estos países no tendrá una variación superior al 2,5 % o 3 %.

En el caso colombiano lo más preocupante es que los analistas advierten que para el año entrante se avecina la discusión de una durísima reforma tributaria con la que se buscará aumentar los recaudos y compensar la caída en los ingresos petroleros, y arreglar muchos de los desaciertos de las dos últimas reformas fiscales.

No sólo se habla de que es inminente un aumento en el IVA, cuya tarifa es del 16 %, sino que se tendrán que eliminar muchas exenciones, revisar el tema de dividendos que están exentos del pago de impuestos y hacer una reforma al impuesto de renta.

Por lo pronto, el Banco de la República está pendiente de ver qué pasa con la inflación y espera que se logre cumplir la meta del 3 % para este año. La autoridad monetaria decidió mantener su tasa de interés del 4,5 %, pero hay apuestas en torno a que la puede subir si los precios de los productos básicos aumentan sustancialmente.

Y en medio de este panorama también hay interrogantes sobre la evolución del dólar. Mientras unos dicen que podría superar los 3.000 pesos, otros consideran que al finalizar el año registrará un descenso y volverá a niveles de 2.500 pesos.

Hay muchas dudas sobre la evolución de la economía y sobre lo que hará el Gobierno para cumplir sus propuestas de campaña en todos los frentes, pero manteniendo a raya las finanzas públicas. Un equilibrio muy difícil de lograr en momentos en que muchos sectores están demandando más recursos, como son los casos del agro, la infraestructura, vivienda y salud, entre otros.