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Desde luego que el dinero jugó un papel importante, pero no definitivo. Influyeron más las condiciones de gobernabilidad del periódico

Al paredón con maría isabel

¿Se estará revolcando en su tumba don Eduardo Santos?

El editor de 'El Tiempo', Roberto Pombo Holguín, le responde a María Isabel Rueda.

4 de agosto de 2007

M.I.R.: El grupo Planeta se quedó con 'El Tiempo', pero se sabe que dos personas dieron la batalla por el Grupo Prisa hasta última hora: usted y Daniel Samper. ¿Por qué la preferencia?
R.P.H.: Con Prisa he tenido y tengo cercanías en todo sentido. Afectivas, con sus propietarios, profesionales en el sentido de que su periódico El País es un punto de referencia obligado para quienes hacemos un periódico, y además existe una complementariedad evidente entre columnistas, corresponsales, know how… Era más lógico que yo estuviera más cerca de la fórmula Prisa que de la de Planeta.

M.I.R.: ¿Lo que terminó pasando fue todo por la plata?
R.P.H.: No. No fue todo por la plata. Una consideración desde luego sí fue esa, pero, según entiendo, no había mucha diferencia entre las dos propuestas. En cambio, las condiciones de gobernabilidad sí jugaron un papel finalmente importante: de autonomía, de mecanismos para nombrar directores y gente que maneje el contenido del periódico… Planeta fue mucho más holgado en general en cuanto a esas concesiones. Supongo yo que porque tenía que recortar la cercanía que existía con Prisa y que no existía con ellos.

M.I.R.: ¿Para qué comprar el 55 por ciento de un periódico si nada va a cambiar?
R.P.H.: Depende. Planeta funciona con un holding de medios en los que no se involucra mucho distinto de fijar resultados económicos, etc… Tienen periódicos de izquierda, de derecha, a los que les han respetado su autonomía. Este tipo de negocio obliga a que ese respeto exista. Ese es un factor fundamental.

M.I.R.: Insisto en lo de la parte periodística. ¿Planeta llega con la pretensión de mejorar el periódico? ¿Si van a dejar la misma gente, en 'El Tiempo' nada va a cambiar?
R.P.H.: Yo aspiro a que esta alianza signifique una mayor cantidad de herramientas para el mejoramiento práctico del periódico y el afianzamiento de todas las ideas estratégicas de convergencia de medios, una meta sofisticada que requiere apoyo fuerte. No tendría ningún sentido hacer los mismos lo mismo después de semejante pirueta.

M.I.R.: El Grupo Prisa se ha caracterizado hasta ahora, y me consta porque he trabajado con ellos, en que no intentan influir editorialmente en el medio. ¿Hay algo pactado con Planeta en el mismo sentido?
R.P.H.: Está pactado, y los mecanismos sobre la elección de personas que resuelven los contenidos lo demuestran. Si lo hicieran, hipotéticamente hablando, una persona como yo no lo aceptaría.

M.I.R.: La idea del 'consejo de fundadores' es muy interesante. Estará conformado por tres miembros de Planeta, tres Santos y tres elegidos por los Santos. ¿Así se garantizará la autonomía del periódico?
R.P.H.: El consejo de fundadores se escogió como la fórmula que va a gobernar El Tiempo y que al ser manejada en su mayoría por sus antiguos accionistas, evidentemente nos garantiza una autonomía.

M.I.R.: Precisamente en el editorial en el que el 'Wall Street Journal' anuncia que aceptó la oferta de compra de Murdoch la semana pasada, aparece la siguiente frase: "Sabemos lo suficiente de capitalismo como para entender que la propiedad y el control de un periódico no vienen separados…". ¿Será que lo de la independencia editorial de 'El Tiempo' va resultar medio paja?
R.P.H.: Nosotros también conocemos lo suficiente de capitalismo como para saber que en este oficio la independencia le agrega un valor enorme al producto. Uno puede comprar la fábrica de Coca-cola, pero sería un animal si le cambia la receta al producto.

M.I.R.: ¿Cuánto tiempo va a durar ese consejo de fundadores?
R.P.H.: No tengo ni idea, pero entiendo que eso lo fija la proporción de la propiedad de los accionistas minoritarios. Todo depende de qué hagan con las acciones. Por eso el consejo podrá durar mucho, o poco tiempo.

M.I.R.: ¿Qué tan cierto es que la escogencia entre Prisa y Planeta implicaba la diferencia entre tener un socio de izquierda y uno de derecha?
R.P.H.: Eso en España sí es así. Los unos son socialistas; los otros, del PP, hay un enfrentamiento histórico muy grande y muy fuerte. Aquí no. Si uno lo pudiera poner en plata blanca, yo creo que ambos grupos son uribistas. No hay ninguno que sea de Petro. Es decir, los socialistas españoles no son del Polo Democrático en Colombia.

M.I.R.: ¿Tiene algún fundamento la versión que pusieron a rodar de que con el triunfo de Planeta, 'El Tiempo' va a quedar en manos de Andrés Pastrana, Noemí Sanin y hasta Mauricio Vargas?
R.P.H.: Eso no tiene sino respaldo en los chismes. Planeta va a poner tres personas en el consejo de fundadores, y esperamos con ansiedad loca que ninguno sea un político.

M.I.R.: ¿Esta movida resuelve los problemas que le causa al periódico la actividad de los Santos que ocupan altos cargos en el gobierno? ¿Los van a dejar volver?
R.P.H.: Mientras los directores estén ahí, esa puerta está cerrada con tranca. Y no hizo parte del negocio que esa puerta giratoria tenga reversa. Pero el problema menor es la puerta giratoria. El mayor es que hay gente propietaria de El Tiempo que está haciendo política por fuera. Eso es lo que resulta un desastre. Es mucho mejor tenerlos guardados por dentro que haciendo locuras por fuera. Los políticos en cargos tan importantes debilitan la credibilidad del periódico. Un cubrimiento, por ejemplo, sobre el debate con Juan Manuel Santos no tiene ninguna posibilidad de ser bien leído, así esté divinamente escrito. Lo que debería estar prohibido no es que entren, sino que salgan. (Risas).

El manejo de un medio de comunicación exige un grado de renunciación a las veleidades y a las tentaciones de la calle.

M.I.R.: Pero los que fundaron 'El Tiempo' hacían precisamente eso: política…
R.P.H.: Sí, El Tiempo se habría podido llamar perfectamente 'Puerta Giratoria', porque se hizo para eso. Pero los tiempos han cambiado mucho. Antes no había ninguna necesidad de objetividad, porque los periódicos estaban hechos para la lucha política. Eso era perfectamente válido. Ahora es al contrario: le quita valor al producto tener un socio haciendo política en la calle.

M.I.R.: ¿En este nuevo ciclo, usted podría resultar siendo el director del periódico, como de un tiempo para acá se asegura?
R.P.H.: Cuando entré como editor no esperaba que mi escala siguiente fuera la de director. Perfectamente puedo quedarme aquí toda la vida, dependiendo de quién dirija, porque no voy a ser editor de cualquier persona.

M.I.R.: Todo este movimiento de poder y de dinero que se produjo con la venta de 'El Tiempo' ha abierto otras expectativas. Por ejemplo, que Prisa termine comprando 'El Espectador'…
R.P.H.: El Tiempo no se asusta con que El Espectador vuelva a ser un diario. Ha competido con él durante 100 años en buenas condiciones, en regulares, en malas y con la chequera de Julio Mario. Y no le ha ido mal. Por ahora no veo fácil ese negocio, pero con el tiempo va a tener que haber otro periódico nacional en Colombia.

M.I.R.: ¿Qué va a pasar con el Grupo Latinoamericano de Prensa (GLP) que habían fundado Prisa y 'El Tiempo'?
R.P.H.: Ojalá no pase nada, porque es una alianza de negocios muy buena para ambos, es la suma de fuerzas para vender publicidad de todos los medios de El Tiempo y de Caracol Radio. ¿Qué tan incompatibles son Prisa y Planeta? Es una decisión de ellos. Desde nuestro punto de vista, no existe una incompatibilidad.

M.I.R.: Y la alianza de 'El Tiempo' con 'La W', que es tan fuerte?
R.P.H.: Espero que siga siéndolo. No quisiera que esto se convirtiera en una pelea. Es una competencia, tal vez. Y si hay incompatibilidades por cuenta de la competencia, pues vale. Deshacemos nuestras alianzas. Pero si no las hay, deshacerlas es una necedad.

M.I.R.:¿Planeta y 'El Tiempo' competirán por el tercer canal de televisión?
R.P.H.: Todo el mundo quiere meterse en el tercer canal, y es bueno que este exista, porque están demasiado concentradas las audiencias y la publicidad entre Caracol y RCN. Nosotros sí estamos interesados y entendemos que en este sentido competiremos contra Prisa.

M.I.R.: No hay duda de que este negocio cambia la ecuación del poder en el último siglo en Colombia…
R.P.H.: No hay duda, y le confieso que me despierto algunas veces sobresaltado con la reflexión de que una institución centenaria está dando esta voltereta. No es fácil. Hasta se me aparece Eduardo Santos…

M.I.R.: De quien por cierto se dice que se está revolcando en la tumba…
R.P.H.: Quién sabe. Pero si nos preocupamos porque nuestros antepasados se revuelquen o no en la tumba no habríamos hecho nada y nos estaríamos sepultando nosotros mismos. (Risas). Pero en su momento, Eduardo Santos fue el 'Planeta' del doctor Villegas. Hay una lógica histórica alrededor de esto. No es una decisión de plata.

M.I.R.: Que también sirve…
R.P.H.: Claro que sí. Pero esta es una decisión que quedó escrita hace cuatro años como plan estratégico, porque consideramos que era indispensable para sobrevivir en este mundo. La tendencia de todos los periódicos grandes del mundo es esa: van decayendo en cuanto a lectores y van buscando grupos internacionales de medios para sobrevivir ahí. Un periódico solo tiende a languidecer. Un periódico histórico metido en un conglomerado de medios fuertes, puede disminuir su penetración pero conserva su fuerza, su papel político, su capacidad de fijar agenda, de opinar. Esperamos que El Tiempo lo logre.