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Álvaro Dávila | Foto: Colprensa/Cortesía

PROCESO

Se hace efectiva la orden de captura contra el abogado Dávila

El abogado del detenido calificó de "desleal" la actuación de la Fiscalía contra su defendido. "Está sedado y tiene medicamento", dijo.

21 de diciembre de 2012

La Fiscalía ya no se aguantó más las excusas de Álvaro Dávila, el abogado implicado en el 'carrusel de la contratación' de Bogotá, y este viernes, pasadas las 2 de la tarde, el fiscal delegado ante la Corte y encargado del caso, Juan Vicente Valbuena, solicitó su captura, que fue avalada por un juez.

A las 8 de la noche de este viernes, Semana.com pudo establecer que el abogado se encuentra custodiado por agentes del CTI (Cuerpo de Técnico de Investigación), y está aún internado en la Clínica del Country.

A esa misma hora, el abogado de Dávila, Andrés Vela, le dijo a periodistas que la actuación de la Fiscalía contra su defendido es "desleal, desleal, y desleal".

"No tiene explicación que saliendo de una audiencia de contumacia, donde se decretó la ilegalidad de la petición de la Fiscalía, inmediatamente acudan a una audiencia reservada para tratar de tramitar lo mismo que se frustó por la mañana", explicó el jurista.

En la tarde de este viernes, los agentes del CTI fueron a la clínica para llevar a cabo la detención. Un médico forense de Medicina Legal tiene la tarea de valorar el estado real en el que se encuentra Dávila y determinará si se realiza la audiencia.

Con la de esta mañana se sumaron siete veces en las que Dávila, con una u otra excusa, se rehusó a comparecer ante el juez y escuchar los delitos que la Fiscalía le va a imputar.

La Fiscalía había advertido que le aplicaría el principio de contumacia, es decir que sería procesado así estuviera ausente, sin embargo, el juez le negó esa posibilidad al ente acusador.

“La excusa médica de Álvaro Dávila para no asistir a la diligencia es valedera, pues hace parte de sus derechos como ser humano. Por lo anterior, le señalo a la Fiscalía que solicite una nueva diligencia”, precisó el juez 38 de garantías que presidió la diligencia judicial.

Sin embargo, el vicefiscal Perdomo, y el fiscal delegado ante la Corte Suprema, Juan Vicente Valbuena, que lleva el caso, consideraron que había un interés en evitar ser imputado y por eso ordenaron la captura de Dávila.

Álvaro Dávila es un abogado reconocido en los círculos sociales de Bogotá, socio de la firma Dávila y Dávila Asociados, que hasta diciembre del 2009 asesoró a cinco entidades del Distrito. Dávila conoció a los hermanos Samuel e Iván Moreno desde el colegio y luego volvió a verse con Samuel en la facultad de Derecho de la Universidad del Rosario. Según el contratista hoy preso, Miguel Nule, la cercanía entre ellos era tal, que en las reuniones Álvaro Dávila le decía a Iván Moreno, ‘Chiqui’.

¿Qué hay contra él?

1. Hacía los contratos para las ‘mordidas’: según Emilio Tapia

En su confesión a la Fiscalía, Emilio Tapia, el principal eslabón del cartel de la contratación, dijo que “Dávila era el que garantizaba, a través de contratos las comisiones”. Con ello ratificó lo ya dicho por los primos Nule.

Y Miguel Nule lo explicó con mayores detalles en sus declaraciones a la Corte Suprema de Justicia. Nule contó cómo se fraguaba el pago de la ‘mordida’ que viene a ser la nuez del modus operandi del llamado cartel de la contratación. El magistrado le pregunta: “¿Del acuerdo al que llegó con Álvaro Dávila acerca del pago de los porcentajes por los contratos de malla vial, quedó constancia escrita?”.

Nule contestó: “Existe un contrato original. Nosotros tenemos copia y se le entregará a la Fiscalía” Y luego explica que los representantes legales de cada uno de los consorcios que ganaron los dos contratos de la malla vial firmaron con Dávila un “contrato de garantías de pago” (una especie de pagaré) por el monto total de las dos comisiones, es decir, poco más de 14.000 millones de pesos.

Como Dávila ante la Procuraduría, para refutar a Miguel Nule ha dicho que en su contabilidad lo único que entró por esos contratos de malla vial fueron 500 millones de pesos, por concepto de pago como gestor de los contratos, Nule argumenta a la Corte que esos 14.000 millones de pesos no se reflejan en la contabilidad de Dávila y Dávila porque lo que firman es un compromiso. Y en realidad, la plata de la coima se paga es a través de una triangulación sencilla: los Nule le pagan a uno o a varios contratistas de la obra, que pueden ser contratistas de fachada y solo sirven de canal, para hacerle llegar a sus destinatarios la ‘mordida’.

2. La ‘mordida’ que le tumbaron del excontralor

Tapia también comentó un episodio en el que se ilustra en que consiste la participación de Dávila. Según él lo que se ha dicho hasta ahora es que en los dos contratos de malla vial la ‘mordida’ que tenían que pagar los Nule era del 6 por ciento y luego se las subieron al 8 por ciento, que equivalía a 10.800 millones de pesos. “La explicación que les dio Julio Gómez era que el contralor Moralesrussi estaba pidiendo participación para no molestar. Pero la verdad fue que Julio Gómez y Álvaro Dávila decidieron aumentar ese dos por ciento para quedar ellos con más plata”.

Tapia era el encargado por Iván Moreno de revisar que sí se firmaran los “contratos de prima de éxito” que no era otra cosa que un pagaré en el cual los contratistas se comprometían a pagar la ‘mordida’. “Iván me llamaba y me preguntaba y yo llamaba a Dávila y él me decía que ya la iba a entregar.

Cuando al fin me lo entregaron me contaron que le habían puesto un dos por ciento más y que nos lo podíamos repartir entre los tres”, les dijo Tapia a los investigadores. Y añadió: “Todavía hoy me acuerdo del contralor y pienso cómo es posible que lo enreden por una vaina que no es verdad”.

3. Dávila era el abogado de los Nule y fue el que se los presentó a Iván Moreno

En 2008, en el segundo semestre, según contó en otra declaración a la Procuraduría, Miguel Nule conoció al senador Iván Moreno en Miami. Miguel se lo contó en su momento en detalle a la Procuraduría: “eso fue en el Starbucks ubicado en la 168 con Avenida Collins (…). Esa reunión la concertó Álvaro Dávila para que nos conociéramos y escucháramos de viva voz de Iván Moreno que podíamos confiar en las pretensiones económicas que nos hacía Dávila”.

Cuando Miguel Nule habla de que el propósito de la reunión en Miami era escuchar del senador Iván Moreno que podían confiar en lo que les decía Dávila, se refiere a que en diciembre de ese año, 2008, iba a darse otra gran repartición de contratos del Distrito. Esta vez, los de mantenimiento de malla vial por cerca de 700 mil millones de pesos. El IDU dividió en seis zonas a Bogotá, y empresas de los Nule (en consorcio con empresas del ya mencionado Julio Gómez) se quedaron con dos de ellos y les entregaron 187.400 millones de pesos para hacer reparcheo de calles en el centro y el sur de Bogotá.

Ganaron esos dos contratos, dice Nule, luego de que tras varias reuniones con Álvaro Dávila acordaron pagar una comisión de seis por ciento del total del contrato a Iván Moreno y de dos por ciento al contralor Miguel Ángel Morales. “Yo llegué a acuerdos con Álvaro Dávila que representaba los intereses de Iván Moreno. Como me lo había dejado saber Iván Moreno”, enfatiza Nule. Y más adelante lo ratifica: “En una de las reuniones con Iván Moreno deja claridad que el seis por ciento es manejado por él”.

El magistrado que toma la declaración le pregunta: “La adjudicación de esos dos contratos la tomó usted como el cumplimiento del acuerdo a que llegó con Álvaro Dávila”, Y Nule responde: “Sí”.

La comisión no es de poca monta. De ser cierto lo dicho por Miguel Nule, serían 10.800 millones de pesos para los hermanos Moreno y cerca de 3.500 millones para el Contralor. Una cifra nada despreciable. Y menos si se tiene en cuenta que esos contratos apenas equivalían al 5 por ciento del total contratado en vías en la capital.