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El secretario de Gobierno de Bogotá, Guillermo Jaramillo

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Se salvó la ‘mano derecha’ de Petro

La Procuraduría absolvió a Guillermo Jaramillo, investigado por la posesión de una funcionaria.

23 de mayo de 2013

El segundo puesto en importancia de la Alcaldía de Bogotá, el secretario de Gobierno, se ha vuelto un dolor de cabeza para la administración distrital: son ya tres los funcionarios que han pasado por el puesto en menos de dos años.

El secretario actual, Guillermo Jaramillo, estaba en vilo por un proceso disciplinario que le sigue la Procuraduría desde el pasado 24 de octubre por cuenta del nombramiento de Luz Marina López en el Hospital de Meissen.
 
Jaramillo, quien viene de ejercer como secretario de Salud, fue señalado de haber posesionado a la funcionaria de manera irregular, dado que -supuestamente- conocía de antemano el hecho de que López ostentaba una –aparente- inhabilidad.

Por ello, la Procuraduría inició el proceso contra ambos funcionarios al formular un pliego de cargos por posibles irregularidades en la posesión.

El señalamiento se hizo en torno de que López Salamanca, al parecer, estaba inhabilitada para ser gerente en Meissen por haber pertenecido a la junta directiva de los hospitales de Rafael Uribe Uribe y Fontibón, según una interpretación de la Ley de inhabilidades.

En el transcurso del proceso la Procuraduría encontró que no existió una “certeza real” sobre la norma, ya que la Ley 1438 de 2011 deja claro que la inhabilidad para ejercer gerencias de hospitales sólo se aplica para alcaldes y gobernadores.

Según determinó el procurador primero distrital, Fabio Becerra, “la posesión de Luz Marina López produjo de manera legal y no se encuentra probada ilegalidad alguna y existe duda razonable por la falta que le endilgó la Procuraduría”.

De ahí que el delegado del Ministerio Público aclarara que no existía inhabilidad alguna para que la funcionaria se posesionara, puesto que la norma no precisa inhabilidades en el caso de miembros de juntas directivas.

Por lo menos por ahora, la tercera es la vencida. Tras la salida de Antonio Navarro (por diferencias con el alcalde) y luego de Guillermo Asprilla (destituido por el Ministerio Público), Jaramillo continuará en su cargo y sortea la acusación de la Procuraduría, que da así garrote y zanahoria a la administración de Gustavo Petro.