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SEGUNDO IMPULSO

El encuentro de Víctor G. Ricardocon 'Tirofijo' le salió al paso a las dudas sobre el proceso de paz.

12 de octubre de 1998

La semana pasada se jugaron muchas cartas en el proceso de paz. El martes, después de las dudas que habían sembrado las declaraciones del Ministro de Defensa sobre la actitud del gobierno en torno del encuentro de Mainz con el ELN, la administración Pastrana decidió avalar las conversaciones de lasociedad civil conel grupo subversivo. Un día después, como si se tratara de un problema de protagonismo, se conocieron los aspectos más relevantes de una conversación sostenida por el comandante de las Farc, Manuel Marulanda Vélez, 'Tirofijo', con el secretario del Partido Comunista de Argentina, Patricio Echegaray.
La transcripción de la charla generó un gran revuelo porque en ella 'Tirofijo' se refería a unos supuestos compromisos que el presidente Andrés Pastrana habría suscrito durante su 'histórica' reunión del 9 de julio en las selvas de Colombia y que resultaban casi imposibles de cumplir. Según 'Tirofijo', Pastrana se habría comprometido a desmontar el paramilitarismo en un término de tres meses, a suspender todas las acciones represivas contra los cocaleros y a sacrificar con su retiro, si fuera necesario, a los militares que se opusieran al proceso de paz.
Estas revelaciones llevaron a muchos analistas a pensar que el proceso estaba mucho más enredado de lo que se creía. El viernes, sin embargo, el gobierno respondió con un hecho que de nuevo sorprendió a más de uno. Al clausurar la asamblea anual de Acopi en Cartagena, el Presidente _en un añadido improvisado a su discurso_ reveló que ese día, y durante siete horas, el alto comisionado de Paz, Víctor G. Ricardo, se había reunido una vez más con el secretariado de las Farc, encabezado por Marulanda y el 'Mono Jojoy', para intercambiar ideas sobre el despeje de los cinco municipios acordado en la reunión de julio.
En el encuentro con Víctor G. las Farc reiteraron su voluntad de dialogar con el gobierno para buscar una salida al conflicto armado _en el cual, según ellos "no pueden haber ni vencidos ni vencedores"_ y de convertir los municipios despejados en 'laboratorios de paz', que no son otra cosa que un escenario de diálogo sin conflicto armado en el que tendrán cabida representantes de la comunidad _encabezados por sus alcaldes_, miembros destacados de la sociedad civil y delegados de algunos organismos del Estado, como el Congreso de la República. Dejaron en claro que estaban dispuestos a hacer un proceso de paz, "en paz o en guerra, pero preferiblemente en paz", y manifestaron su intención de respetar a las autoridades civiles y a la población de las áreas que se van a despejar.

El caso leyva
La reunión de Víctor G. con los hombres de las Farc, le dio, sin duda, un nuevo impulso al proceso de paz. Y demostró, nuevamente, que en ese tema es el Presidente quien tiene la sartén por el mango. Pero no sólo eso. El encuentro permitió, de paso, darle una salida, al parecer definitiva, a un tema que se había convertido en una verdadera 'papa caliente' para el gobierno: el de Alvaro Leyva. En la conversación con Echegaray, 'Tirofijo' había reiterado que Leyva era fundamental para el proceso de paz y había criticado duramente al fiscal general de la Nación, Alfonso Gómez Méndez. 'Tirofijo' se preguntaba "¿Cómo es posible que el señor Fiscal, en un momento tan crucial como la búsqueda de una salida política del conflicto armado, se oponga a una política de paz tan importante para 40 millones de habitantes?".
El comandante de las Farc se refería a la investigación que adelanta el ente acusador contra Leyva por supuesto enriquecimiento ilícito. La declaración de Marulanda, como era de esperarse, provocó la reacción de Gómez Méndez, quien no sólo rechazó las afirmaciones del jefe guerrillero, sino que _en carta dirigida al Presidente de la República_ dejó en claro que él no era ningún obstáculo para el proceso de paz. Recordó que desde todos los cargos que ha ocupado ha sido un partidario decidido de la negociación política del conflicto armado y que su mejor contribución al proceso de paz "está en cumplir la Constitución y la ley".
En el caso específico de Leyva, Gómez Méndez mencionó los antecedentes de la investigación que se le sigue al ex ministro por supuesto enriquecimiento ilícito y dijo que "si bien muchos colombianos reconocemos al doctor Leyva Durán sus esfuerzos en la búsqueda de la paz, su proceso no puede recibir un tratamiento privilegiado ya que con ello se vulneraría el principio constitucional de la igualdad". No obstante, Gómez le recordó al Presidente que, de acuerdo con la Ley 418 de 1997, "si en algún momento una organización al margen de la ley lo incluye como su vocero dentro de un proceso de paz, el sindicado podría verse beneficiado por una suspensión de la orden de captura si así lo solicita el primer magistrado de la Nación".
Este tema ya había sido analizado a fondo en el Palacio de Nariño. El presidente Pastrana tenía claro que, pese a la importancia de Leyva en el proceso con las Farc, la única manera de que éste pudiera participar en las negociaciones, de acuerdo con la ley, era que 'Tirofijo' y su gente lo nombraran como uno de sus voceros. Aunque se ha mantenido bajo completa reserva, SEMANA pudo verificar que Víctor G. Ricardo tuvo un encuentro con Leyva en Costa Rica, y ese fue uno de los temas tratados. La prueba es que en la reunión del viernes el secretariado de las Farc le dijo a Ricardo que iban a nombrar a Leyva como uno de sus voceros.
Al resolverse de esa manera el problema jurídico de Leyva _aunque sea de una manera temporal_ se estaría cumpliendo la supuesta manifestación del presidente Pastrana a 'Tirofijo' en el sentido de que el ex ministro serviría de enlace con la Presidencia "para ir acordando mecanismos para los despejes". Sólo que Leyva estaría de un lado distinto al que sugería el documento.

Lectura personal
El resto de las declaraciones de Marulanda parecen también una interpretación muy personal de su diálogo con el Presidente. Porque de acuerdo con las fuentes consultadas por SEMANA, Pastrana no hizo compromiso alguno con los jefes de las Farc, excepto el de encontrarse de nuevo personalmente con Manuel Marulanda en la instalación de las mesas de negociación, una vez se inicie el despeje que debe efectuarse antes de cumplirse los primeros 90 días de su mandato, a comienzos de noviembre.
Sobre el tema de los paramilitares es evidente que tuvo que haber una mala interpretación. Es ingenuo pensar que en un plazo de tres meses _como lo señalan las declaraciones_ se pueda desmontar un fenómeno tan extendido y tan viejo como el del paramilitarismo. El gobierno ha sido claro, eso sí, en que combatirá a esos grupos mientras se mantengan al margen de la ley, y que en caso de negociar con ellos un proceso de desmovilización lo hará en mesas separadas de las de la guerrilla.
En cuanto al tratamiento que se les dará a los cultivadores de coca, si bien el gobierno ha dicho que buscará alternativas al tema de la fumigación, las fuentes consultadas por SEMANA negaron que el Presidente se hubiera comprometido a suspender sus programas de erradicación de cultivos ilícitos. En este punto, sin embargo, el gobierno considera que la posición de las Farc de ofrecer su ayuda para erradicar la producción, comercialización y consumo de narcóticos, a cambio de inversiones sociales en las zonas cocaleras, puede ser un paso importante hacia la solución de este problema.
La posición de las Farc al respecto está contenida en un documento que, según lo dijo el 'Mono Jojoy' en una entrevista publicada en el más reciente número de la revista Resistencia, órgano de difusión de las Farc, es la agenda de negociación que llevará ese grupo a las mesas de paz una vez iniciado el despeje. El documento, llamado 'Plataforma para un gobierno de reconstrucción y reconciliación nacional', contiene 10 propuestas (ver recuadro).
Una de las propuestas, que se refiere al problema del narcotráfico y al compromiso de las Farc de ayudar a su erradicación, sirvió de base para la solicitud de recursos que le hizo Pastrana al presidente Bill Clinton el pasado 3 de agosto, en su visita a Washington, con el fin de financiar un Plan Marshall para las zonas cocaleras. Pastrana le entregó a Clinton la agenda de las Farc.
Finalmente, las dudas que pudo haber sembrado la entrevista de 'Tirofijo' con respecto a los militares quedaron despejadas en la mañana del viernes en una reunión que sostuvo Pastrana con la cúpula de las Fuerzas Armadas. Aunque los militares tienen todavía algunas reservas sobre el tema del despeje (ver artículo siguiente), le reiteraron al Presidente su apoyo incondicional y le dijeron que puede contar con un Ejército preparado para la guerra, pero que quiere hacer la paz.
Lo cierto es que al finalizar la semana pasada, y del chaparrón de las que parecían ser malas noticias para el proceso de paz, este último salió fortalecido, y curiosamente el mayor espaldarazo vino de parte de las propias Farc. No todo, sin embargo, está resuelto. La reforma política no arranca y no está claro todavía cuál puede ser su papel en el proceso. A pesar de que se ha avanzado, todavía queda mucho por definir con respecto al despeje de los cinco municipios exigido por las Farc, y aunque parece que el tiempo se agota la verdad es que en una materia tan delicada 50 días pueden ser una eternidad. Es por eso que el gobierno no está eufórico, pero sí optimista. Y algo de ese optimismo logró transmitirlo a los colombianos.

La agenda de las Farc
En el más reciente número de la revista Resistencia, órgano de las Farc, el 'Mono Jojoy' afirma que la agenda de negociación de las Farc en las conversaciones de paz serán los 10 puntos contenidos en el documento 'Plataforma para un gobierno de reconstrucción y reconciliación nacional'. El siguiente es un resumen de esos 10 puntos.

1. Solución política al conflicto armado.
2. Fuerzas Armadas de un tamaño y un presupuesto acordes con un país que no está en guerra con sus vecinos. Policía Nacional dependiente del Ministerio de Gobierno.
3. Procuraduría como rama independiente del poder público. Procurador elegido popularmente. Parlamento unicameral. Oposición con plenos derechos. Libertad de prensa. Rama electoral independiente. Corte Suprema de Justicia, Corte Constitucional y Consejo Nacional de la Judicatura elegidos por voto directo de los jueces y magistrados del país.
4. Desarrollo con justicia social. El Estado, principal propietario y administrador en los sectores estratégicos. Ampliación del mercado interno, autosuficiencia alimenticia y estímulo permanente a la producción. Gestión económica eficiente y de alta calidad.
5. Cincuenta por ciento del presupuesto nacional invertido en bienestar social y 10 por ciento en investigación científica.
6. A mayores ingresos, mayores impuestos. IVA sólo para bienes y servicios suntuarios.
7. Democratización de crédito, asistencia técnica y mercadeo agropecuarios. Proteccionismo frente a la desigual competencia internacional. Planes de desarrollo regionales, liquidando el latifundio y redistribuyendo la tierra.
8. Explotación de los recursos naturales en beneficio del país. Renegociación de los contratos con las multinacionales que sean lesivos para Colombia. Planificación de la política energética.
9. Relaciones internacionales con todos los países del mundo. Impulso a la integración. Respeto a los compromisos políticos del Estado con otros Estados. Revisión de los pactos militares. Renegociación de la deuda externa.
10. Solución del fenómeno de producción, comercialización y consumo de narcóticos, entendido como un problema social que no puede tratarse por la vía militar, que requiere acuerdos con participación de la comunidad nacional e internacional y compromisos de las grandes potencias, como principales fuentes de la demanda mundial de los estupefacientes.