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El general Alzate, durante dus declaraciones frente a la prensa en la noche de este lunes. | Foto: Iván Valencia

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“Este es el primer proceso de paz que no tiene el consenso del país”

Antonio Navarro, María del Rosario Guerra, Manuel José Bonnet, Francisco Miranda y Hassan Nassar debatieron sobre las implicaciones de las declaraciones del general Alzate y los coletazos de su liberación.

2 de diciembre de 2014

Luego de que el presidente Santos confirmó el domingo en la mañana la liberación del brigadier general Rubén Darío Alzate, de la abogada Gloria Urrego y del cabo Jorge Rodríguez, secuestrados por las FARC el pasado 16 de noviembre en el caserío Las Mercedes, Chocó, la voces a favor y en contra del proceso de paz empezaron a sacar conclusiones de lo que pasará de aquí a una futura firma de un acuerdo total.

Los rumores de un posible montaje que desde el uribismo sonaron chocaron con declaraciones que varias personas cercanas a los diálogos en La Habana expusieron. Para los defensores de la mesa, este “impasse”, como lo describió Juan Manuel Santos, dejó ver un proceso de paz fuerte y consolidado para lo que resta acordar.

Esto demostró la gran polarización que este tema produce. Para Antonio Navarro, senador de la Alianza Verde, “este el primer proceso de paz en 59 años que no tiene el consenso del país”, a pesar de ser el que más lejos ha llegado.

Este fenómeno no óolo hay que enfocarlo en la gente del común, según lo aseguró Francisco Miranda, editor consejero de la revista Semana: “la clase política tiene una responsabilidad muy grande en la actitud de los ciudadanos".

Por otra parte, el comunicado leído por el general Alzate arrojó muchas dudas, ya que no respondió concretamente varios interrogantes de su misteriosa captura.

María de Rosario Guerra, senadora por el Centro Democrático, afirmó que vio incómodo al uniformado y resaltó que no es el único que debe dar una explicación. “Noté muy nervioso al general. Aquí el ministro de Defensa también debe explicaciones".

Contrario a esto, el general retirado del Ejército Manuel José Bonnet vio a un militar comprometido con la verdad y con la comunidad: "Le creo al general. Me manejé en áreas complicadas y lo entiendo". Sin embargo, reconoció que él “no habría hecho lo que hizo el general Alzate al ir a esa población de esa manera".

Otro coletazo que dejó esta crisis del proceso de paz fue la decisión del presidente Santos de suspender un nuevo ciclo de negociación con las FARC. Si bien no tuvo más opción, una de las reglas que siempre han resaltado ambas delegaciones es la premisa de que de lo que suceda en Colombia se resuelve en Colombia y lo que suceda en La Habana se resuelve en La Habana.

De acuerdo con Francisco Miranda, hay que tener en cuenta “la flagrante violación cometida por el Estado colombiano a las reglas de juego con las que el proceso de paz comenzó”.

Además, “la guerra sigue y esa regla de que lo que suceda en Colombia no puede afectar el proceso, que se hizo para protegerlo precisamente de hechos como este, es una espada de Damocles”, aseguró el periodista.

Y para dejar aún más tela para cortar, en medio de las liberaciones, apareció una foto del recién liberado oficial junto a ‘Pastor Alape’, parte del equipo negociador y miembro del secretario de las FARC. Para el general Bonnet, de esta imagen no hay que decir nada, puesto que en estas investigaciones “el rehén no se tiene en cuenta. Su mente y su cuerpo están presos" a lo que sus captores pretendan hacer.

A su vez, Hassan Nassar lo llamó un “show mediático”, un golpe a la honra del general, y reiteró que hoy la guerrilla debe hacer mucho más para generar confianza: "Para un señor como el general, es una falta de respeto que lo pongan a eso (…) el verdadero gesto de las FARC es que no secuestren más".

Por ahora el debate seguirá presente y, como aseveró Francisco Miranda, “la crisis por el secuestro del general Alzate sigue viva".