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| Foto: Daniel Reina

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“Si mis fallos han generado suspicacias, seguirán las suspicacias”: Ordóñez

El procurador, Alejandro Ordóñez, al explicar la decisión de única instancia que profirió contra Piedad Córdoba, dijo que su valoración de las pruebas se ajustó “al marco de la Justicia y el Derecho”.

28 de septiembre de 2010

La decisión del procurador, Alejandro Ordóñez, de destituir a la senadora Piedad Córdoba por vínculos con las FARC, no estuvo exenta de polémica, una de las constantes en los fallos del actual jefe del Ministerio Público. 

La primera 'gran decisión' que adoptó Ordóñez fue la absolución de varios funcionarios del gobierno de Álvaro Uribe por la llamada ‘yidispolítica’. Su antecesor, Edgardo Maya, elevó cargos, entre otros contra el ex ministro Sabas Pretelt, por haber ofrecido dádivas a congresistas para aprobar la primera reelección. Pero la Procuraduría, finalmente, los absolvió.

Ordóñez había abierto pliego de cargos por la llamada ‘farcpolítica’ contra Piedad Córdoba, además del senador del Polo Jorge Robledo, decisión que fue muy controvertida y, como el propio Procurador admite, generó suspicacias.

Muchos sectores interpretaron esas investigaciones preliminares y esa apertura de pliego de cargos como una especie de equilibrio en la balanza, pues la mayoría de servidores públicos investigados por nexos con grupos ilegales correspondía a procesos por paramilitarismo.

Alejandro Ordóñez, al explicar la decisión de única instancia que profirió contra Piedad Córdoba, dijo que su valoración de las pruebas se ajustó “al marco de la Justicia y el Derecho”, y reveló que a manera de precedente judicial, se basó en una reciente decisión contra políticos españoles del partido Batasuna, el que ha sido considerado brazo armado del grupo terrorista vasco ETA.

“El país debe llorar por los dos ojos”

En una especie de discurso que antecedió a la explicación de los alcances de la decisión contra Piedad Córdoba, el Procurador explicó que así como el país ha aplaudido las decisiones de la ‘parapolítica’, también debe respetar los fallos de la ‘farcpolítica’.

“Advertí que no podría el Estado sancionador actuar de manera selectiva. Que era menester que el país llorase por los dos ojos. Que, en hora buena se habían investigado, sancionado y condenado los conciertos de parlamentarios y de funcionarios con el paramilitarismo. En ese sentido, la Procuraduría general de la Nación ha proferido durante mi administración 11 decisiones, destituciones de funcionarios. Era menester proceder e investigar igualmente las conductas los conciertos las promociones y colaboraciones con grupos al margen de la ley”, dijo Ordóñez.

Y por ese "equilibrio" al que hizo referencia, Ordóñez también explicó por qué compulsó copias a la Corte Suprema de Justicia para que, si esa corporación lo considera, investigue a Piedad Córdoba por la presunta responsabilidad de delitos de lesa humanidad.

“Atendiendo la decisión que tomó la sala penal de la corte Suprema de Justicia –dentro de los procesos seguidos contra los ex congresistas Odín Sánchez y Édgar Eulises Torres- de abrir investigación por presuntos crímenes de lesa humanidad en cualquier instancia del proceso por vínculos de ex congresistas y ex gobernadores con grupos al margen de la ley, se hace necesario remitir copia de la presente decisión para que en el seno de dicha corporación se asuma lo de su competencia”, señaló el Procurador.

“Absolveré a quien deba absolver”

Ordóñez dijo que cuando tomó posesión del cargo manifestó sin ambages que sancionaría a quien tuviera que sancionar y que absolvería a quien tuviera que absolver. “Lo he hecho, lo estoy haciendo y seguiré haciéndolo. Fundado en la realidad probatoria, en el marco de la justicia y del Derecho”.

Dijo que si en ese contexto sus fallos han sido blanco de suspicacias, las suspicacias seguirán “Si ello ha suscitado suspicacias, seguirán las suspicacias hasta que termine el período porque para eso me eligieron, me eligieron para cumplir mis funciones y cumplir las competencias. Las cumpliré de manera permanente sin aceptar condicionamientos ni amenaza alguna”.