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SI HAY REVANCHISMO, ES DE POBRES CONTRA RICOS

El senador Jaime Dussán, proponente de una nueva ley de televisión que sacaría del aire a los actuales noticieros, arremete contra sus dueños.

30 de septiembre de 1996

Semana: Usted se ha venido lanza en ristre contra los medios y se ha convertido de la noche a la mañana en el símbolo de la protesta contra el manejo de la información en Colombia. ¿Cuál es la finalidad de su proyecto? Jaime Dussán: Es avanzar hacia la democratización de la televisión en Colombia. Semana: Pero su pelea es principalmente con los noticieros. En Colombia en la actualidad hay 12 noticieros de televisión. En la mayoría de los países donde hay televisión privada el número de personas que controlan la información es muy inferior a 12. En México, por ejemplo, o Venezuela, no pasan de dos. Ningún país latinoamericano tiene más fuentes de información que Colombia. J.D.: Yo estoy contra la concentración de los poderes en Colombia que no solo están en la televisión sino en todos los aspectos de la vida nacional. Aquí siempre son los mismos con las mismas. Entonces no es cuestión solo de números sino de nombres. También es conveniente que la desinformación no tenga impunidad. Que exista la posibilidad de que quien desinforma sea sancionado. Semana: Denos ejemplos de lo que usted considera desinformación. J.D.: En medio de esta crisis no ha habido equilibrio informativo. Han presentado al Presidente como un delincuente y no lo es. Han presentado a los congresistas como corruptos y la mayoría no lo son. Al embajador de Estados Unidos lo presentan como el Presidente de la República y a Fernando Botero como el inocente del paseo. Semana: Pero sucedieron hechos graves en la campaña de Ernesto Samper y hay muchos congresistas a los que se les ha probado conexión con los Rodríguez. Los medios consideran que se han limitado a denunciar estos hechos... J.D.: Yo reconozco que pasaron cosas graves durante la campaña y no solo en éstas sino en las otras. Pero los medios han juzgado primero que los jueces y muchas veces los han presionado y amedrentado. La verdad es que los medios nacionales informan para un grupo social que vive de la 72 para el norte en Bogotá. Los valores del resto del país son otros. Las realidades socieconómicas son otras. Semana:¿En qué consiste su proyecto de ley sobre la televisión? J.D.: Vamos a derogar la medida que permite la prórroga de los actuales contratos de televisión, de manera que todo se baraje de nuevo el año entrante. Semana: ¿Pero no hay un poco de revanchismo es su propuesta? J.D.: Si hay revanchismo, es de los pobres contra los ricos. Semana: ¿Qué llama usted 'los pobres'? J.D.: Cualquier cosa que no signifique solamente un cambio de apellidos dentro de la misma rosca de siempre. Que le den posibilidades a gentes que viven en los barrios populares. Semana: Denos ejemplos concretos. J.D.: Las cooperativas, los sindicatos, las confederaciones y las organizaciones cívicas. Semana: ¿Y qué criterios debe seguir la Comisión Nacional de Televisión para democratizar en esa forma? J.D.: Así como en el pasado se ha adjudicado arbitrariamente a favor de sectores poderosos, llegó la hora de adjudicar arbitrariamente a favor de los sectores democráticos diferentes al bipartidismo y a los monopolios. Semana:¿Y su interés en el ingreso de estos sectores se limita al manejo de los noticieros o a la totalidad de la programación? J.D.: A la totalidad de la programación porque la mayoría es mala. Semana: Pero hacer televisión requiere capitales enormes. Una telenovela puede costar veinte millones de pesos al día. ¿De dónde van a sacar el dinero los sindicatos que usted representa? J.D.: Hay múltiples alternativas. Por ejemplo mediante el sistema leasing se pueden alquilar los equipos. Las cooperativas tienen plata, las cajas de compensación también. Garantizo que si el negocio es bueno la plata aparece. Semana: Ahora se viene la privatización de la televisión en la cual se anticipa que los canales privados quedarán en manos de los grupos económicos. ¿Ve usted a los sindicatos y a las cooperativas en capacidad de competir contra grupos como el de Santo Domingo y Ardila? J.D.: Es que con mi propuesta ellos no podrían tener televisión. Al fin y al cabo ya tienen radio. Cuando se desconcentra, se desconcentra de verdad. El que ya tiene algo no puede tenerlo todo. Semana: Vemos que a usted no lo gusta mucho lo que hay hoy. ¿Qué es lo que le gusta del menú actual de la televisión? J.D.: A mí no es que me choque toda la programación actual, lo que me choca son los dueños. Lo que sostengo es que al que le den la oportunidad en la nueva programación, lo podría hacer igual o mejor.