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El general Luis Mendieta, secuestrado por las FARC en noviembre de 1998 y rescatado por el Ejército el 13 de junio de 2010. | Foto: archivo particular.

ENTREVISTA

“Si las FARC no dicen toda la verdad, iremos a la justicia internacional”

El general Luis Mendieta cuestiona los mecanismos de participación de las víctimas de las FARC.

Rodrigo Urrego
6 de julio de 2014

El reciente fin de semana, en Villavicencio, se llevó a cabo el primero de los cuatro foros de víctimas organizado por Naciones Unidas y la Universidad Nacional. Un espacio de participación acordado por la mesa de diálogos de paz de La Habana entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC en el que las partes esperan recibir propuestas que sirvan de insumo para el quinto punto de la agenda de negociación.

Pero varias asociaciones de víctimas de las FARC decidieron ausentarse de la iniciativa. El general Luis Herlindo Mendieta, quien estuvo 12 años secuestrado, explica las razones y le pide al Gobierno espacio directo en la mesa de La Habana porque asegura que a las víctimas de la guerrilla las están invisibilizando. 

Semana.com: ¿Por qué decidieron no participar de los foros de víctimas?

Luis Mendieta: Porque en estos foros regionales vamos a quedar totalmente ocultos. Allí está llegando toda clase de víctimas y las están metiendo en un solo costal. Vienen víctimas de agentes del Estado, de paramilitares y cualquier cantidad de movimientos sociales, obreros, sindicatos, con peticiones muy valederas. Pero que vayan a La Habana algunas propuestas de afectados por parte del Estado, no creo que sea el momento. Yo sé que el doctor Alejo Vargas y la Universidad Nacional hacen todos los esfuerzos necesarios para congregar muchísima gente, pero los que están yendo tienen marcadas tendencias, y los foros se hacen en unas zonas donde hay víctimas de otros grupos armados distintos a las FARC. 

Semana.com: ¿Cree que los foros organizados no son equilibrados?

L. M.: Están invisibilizando las víctimas de las FARC. Por eso le pedimos al Gobierno que busque el equilibrio y por lo menos se programen otros cuatro foros, para que en verdad nuestras propuestas lleguen a la mesa de conversaciones. Porque el año pasado llevamos peticiones al Congreso, cadenas de cautiverio, y nada de eso llegó, terminó en la basura como antes quedaron muchas de las cartas que enviábamos desde la selva. 

Semana.com: Entonces, ¿quieren participación directa en La Habana? ¿Usted estaría dispuesto a reunirse con sus captores?

L. M.: Le pedimos al Gobierno que el punto de las víctimas no sea secreto y no aceptamos la vocería ni la representación en los foros regionales. Por eso estamos dispuestos a ir a La Habana y estar cara a cara con nuestros victimarios. Si las asociaciones de víctimas de las FARC lo estiman, yo estaría dispuesto de ir a La Habana. Pero lo que queremos es que podamos estar pendientes de cómo se desarrolla el proceso de paz. 

Semana.com: De tener a sus victimarios enfrente, ¿qué les reclamaría?

L. M.: La más importante exigencia es que nos digan dónde están los secuestrados y desparecidos de estos 50 años. Ellos deben tener muchas tumbas en la selva y es el momento, si es que en realidad quieren aportar con la verdad y la memoria, que nos digan dónde están todos aquellos secuestrados parta ir por ellos y poder entregárselos a sus familias para que puedan hacer sus duelos. Y en el caso de la fuerza pública, que nos digan dónde están esos 200 desaparecidos de los últimos años. Eso sería lo primero. Sin ello no se pueden dar los beneficios de la justicia transicional primer parte.

Semana.com: ¿Qué dice a quienes aseguran que ustedes se están convirtiendo en un palo en la rueda del proceso de paz?

L. M.: No somos palos en la rueda, sólo estamos pidiendo que nos reconozcan y garanticen nuestros derechos. 

Semana.com: ¿Usted está dispuesto a perdonar a las FARC?

L. M.: El perdón es individual. Yo me perdoné cuando salí de cautiverio. Hoy en día agradezco a Dios y a la Virgen que me permite vivir un día más. Para mí, todo son bendiciones. Y con esa catarsis en mi corazón perdoné, pero a mi entorno. Para dar perdón con las FARC ellos primero deben pedir perdón para tratar de hacer nuestra sanación de heridas y para proceder a perdonar. No sé a cuántos tocará perdonar, pero será todo un proceso porque después de 12 años de cautiverio fueron muchos los integrantes de las FARC que nos trataron en condiciones infrahumanas en la selva.

Semana.com: ¿Usted cree que las FARC les pedirán perdón a los miembros de la fuerza pública a quienes consideran prisioneros de guerra?

L. M.: Para eso hay que acudir a la justicia internacional que conocen de los crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad; ellos han violado las normas del conflicto, el DIH, el estatuto de Roma y si bien es cierto que en este momento se está negociando y se buscan unas penas alternativas, pues si no hay plena satisfacción de las víctimas, que en el caso nuestro estuvimos en condiciones infrahumanas, en campos de concertación en las selvas de Colombia, ellos violaron todo lo que consagra el estatuto de Roma. Para eso está la justicia internacional, para que se aplique contra los autores de estos crímenes de guerra, de lesa humanidad. 

Semana.com: ¿Cómo se sentiría plenamente resarcido por las FARC?

L. M.: Mi primera inquietud es saber dónde están los secuestrados y desaparecidos en estos últimos 50 años para que tratemos de recuperarlos. No sé cuánto tiempo llevará para pasar al segundo paso, que es la reconstrucción de la memoria histórica del conflicto; después vendrá la justicia transicional y después el proceso de perdón y luego la reconciliación, que vamos a ver si se da en esta generación o en la venidera. 

Semana.com: ¿Usted admitiría ver a guerrilleros con curul en el Congreso?

L. M.: Seguramente después de años de discusión les den un espacio. No sabemos si ellos en verdad están hablando con sinceridad o están utilizando su principal arma, que es la mentira. Por eso cuando hagan verdaderos hechos de paz, pues iniciaríamos a creerles, pero hasta el momento no hay ninguno. 

Semana.com: ¿Usted cree en este proceso de paz?

L. M.: Como colombiano quiero la paz. Abrigamos la esperanza que esto llegue a buen término. Sin embargo, por conocer a las FARC como las conocí desde cuando estuve en cautiverio, soy muy escéptico porque ellos siempre utilizan la mentira. Dios permita que se den pasos, pero creo que esto tardará muchos años.