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Serpa se inscribirá con su fórmula vicepresidencial el viernes 31 de marzo

Campaña

“Sí señor, Serpa de nuevo”

El candidato del Partido Liberal argumenta que su lucha aún no termina. No le teme a la fortaleza de Uribe porque confía en seducir a los abstencionistas.

18 de marzo de 2006

Aunque horacio Serpa logró una victoria sin atenuantes en la consulta liberal, muchos opinan que fue una derrota. El Partido Liberal perdió frente a su tradicional rival, el Conservador, por primera vez desde 1930. Ocupó el tercer lugar en las elecciones para Senado y así lo reconoció el ex presidente César Gaviria jefe único del partido. Ante el lánguido resultado, se escucharon hipótesis como la renuncia de Gaviria, el replanteamiento de la candidatura de Serpa y hasta una posible unión del partido con la fuerza uribista o incluso un acercamiento al Polo Democrático. La tercera candidatura de Horacio Serpa aparece aun más difícil que las dos anteriores, cuando perdió ante Pastrana, en 1998, y ante Uribe, en 2002.

SEMANA lo entrevistó sobre la campaña que empieza, sus posibilidades de victoria y el futuro del Partido Liberal.

SEMANA: La impresión generalizada es que el liberalismo tuvo la peor derrota en su historia y por esto la candidatura de Horacio Serpa arranca débil. ¿Es así?

Horacio Serpa: Es una interpretación equivocada. El liberalismo en esta legislatura tiene muy baja representación porque la mayoría hace rato se fue para donde Uribe. El liberalismo eligió mas congresistas de los que tiene hoy. El partido individualmente logró mayor número de curules, entre Senado y Cámara eligió 55. El Partido de la U 50, y el Conservador 45; Cambio Radical 32; el Polo 19. Casi tres millones de colombianos votaron en la consulta, esa cifra cuenta en un partido que ya no es hegemónico. Mi candidatura nace más fuerte que las pasadas. Ninguno de los actuales presidentes de América fue escogido por su partido en un Congreso o en una consulta, en la que participaron 1.200.000 ciudadanos.

SEMANA: Pero esa votación es un techo. ¿Que hay para adelante?

H.S.: No. Eso lo piensan con el deseo mis contradictores. Antes partí de cero, ahora parto de 1.200.000, más el resto del partido porque las consultas se hacen para unificar los partidos. Así que yo salgo a la lucha electoral con 1.200.000 que sacó Serpa, más los 500.000 de Pardo, más 500.000 de Rivera y los 200.000 y pico de González.

SEMANA: ¿Cree honestamente que esos votos sí son del partido, endosables a Horacio Serpa?

H.S.: El elector no se puede endosar como se hacía antes. Ahora el voto es más reflexivo. Pero no me cabe duda de que quienes votaban en la consulta adquirían un compromiso ético de respaldar a la Presidencia al que ganara la consulta. No me refiero al ciento por ciento, pero con absoluta seguridad, la mayoría de los que participaron lo hicieron con ese criterio.

SEMANA: Pero en los votos de Pardo hay un porcentaje grande de antiserpistas y en la votación de Rivera hay un votante que tiene una ideología distinta a la suya...

H.S.: Los votos de Pardo son más pardistas que antiserpistas y los que votaron por Rivera son liberales. En el Partido Liberal hay tendencias, pero la gracia de las consultas es que las tendencias se unifiquen. No sé con qué propósito han querido minimizar los resultados de los liberales. Quizá no fueron como se llegó a pensar por las manifestaciones y por la encuesta del diario El Tiempo, pero hay un liberalismo, que no es tan fuerte como el de antes porque aquí nos acostumbramos a dos partidos. Lo de los partidos uribistas es coyuntural por el lado que se mire. El Partido Liberal tiene el mérito de su historia y está mirando para adelante.

SEMANA: ¿Está dispuesto a revisar posiciones, o temas de su programa para acercarse a los precandidatos?

H.S.: Yo acepto que el partido es un partido con tendencias. Se demostró en estas elecciones y debemos compatibilizar las propuestas. Tenemos una guía, una matriz que fue el programa aprobado en el Congreso del mes de junio. Yo reconozco que de parte de los otros precandidatos hubo propuestas interesantes. Quién le desconoce a Pardo su experiencia en el logro de la paz, la propuesta de González de guerra contra la pobreza, y Rivera que habla de la federalización. Todo esto lo vamos a compatibilizar para crear una propuesta progresista, democrática y social que identifique al Partido Liberal.

SEMANA: ¿Hay diferencias entre César Gaviria y usted sobre lo que más conviene en cuanto a estrategia para la campaña presidencial? Unos hablan de ir más al centro y ser menos críticos con el presidente Uribe ¿Existe esa discusión?

H.S.: De eso se ha conversado. Este es un partido socialdemócrata. La socialdemocracia es una expresión de centro izquierda y todos compartimos la opinión de que el liberalismo debe luchar por la convivencia, por tener una economía con compromiso social y una posición dirigida a superar la desigualdad. Alrededor de esto lograremos una unidad.

SEMANA: ¿En el tono frente a Uribe, han pensado la posibilidad de moderarlo?

H.S.: No tenemos una malquerencia con el Presidente. La lucha que vamos a librar es contra la pobreza, contra la desigualdad, el analfabetismo. No le busquemos problemas en donde no hay, el liberalismo está seriamente compactado, sabe que tiene una responsabilidad con el país.

SEMANA: Pero hubo liberales que votaron por listas uribistas. ¿Para ganar esos votos, no habría que acercarse a las posiciones de Uribe?

H.S.: Yo represento unas ideas que se diferencian de muchas políticas del gobierno. En materia de convivencia de paz y seguridad. Nosotros queremos que se acabe la guerra, creemos que hay un conflicto armado y creemos que se debe superar. Y la seguridad debe ser más íntegra y más de Estado que de gobierno y que va más allá de lo policivo y que más con lo social, que para mí es prioritario. Discrepamos de los manejos que se le da a la economía porque pensamos que el crecimiento puede ser mucho más alto.Tenemos criterios distintos en materia tributaria... etc. Nuestras discrepancias son por las políticas, si algo he aprendido yo en la lucha política es a no personalizar.

SEMANA: ¿Cómo va a diferenciar su discurso con el de la izquierda, que se identifica sobre todo con muchas de esas ideas?

H.S.: Nosotros respetamos mucho al Polo. Me parece que Carlos Gaviria es una persona de primera categoría. Las diferencias las deben encontrar los analistas, nosotros tenemos nuestra propia personalidad política.

SEMANA: ¿Pero esta propuesta es la misma que salió derrotada en 2002 y en 1998?

H.S.: Por supuesto. Lo que yo he representado ha sido derrotado. No es a Serpa, derrotaron a unas ideas, un concepto de Estado, una forma de ver la economía en 1998 y en 2002. Pero lo que ha quedado demostrado es que las políticas que fueron victoriosas no han sido capaces de resolver ni uno solo de los problemas estructurales, se han logrado éxitos relativos, pero seguimos teniendo el mismo escenario. En las últimas contiendas han derrotado un modo de ver la sociedad colombiana, una propuesta para vivir de otra manera.

SEMANA: ¿Pero no es como decir que el país es el mismo de hace ocho años?

H.S.: No es el mismo, es peor. La desigualdad es más grande, la pobreza es más grande, eso hay que mirarlo con una objetividad enorme.

SEMANA: ¿No siente entonces una necesidad de renovar la mirada, con un contenido o una forma que la gente sienta que no está frente a un Serpa desgastado?

H.S.: Yo tomo la política muy en serio. Yo voy más allá del simple barniz de la cara de los candidatos o del marketing. Yo soy un político contemporáneo que comprende las realidades del mundo y del país, pero que no me puedo engañar con la realidad de Colombia. A mí lo que se me tiene que reconocer es mi coherencia, ¿o es que acaso en cada elección un político tiene que cambiar de discurso? ¿O acaso no es válido el discurso para buscar la paz, por ejemplo? Hay un error en pensar que todo lo que hago es por Serpa. Serpa es importante porque tiene un valor en la política colombiana, porque tiene unas ideas, representa una lucha que comparten muchos colombianos, una lucha por el cambio. Así veo el momento.

SEMANA: Pero es que no todos los políticos insisten tres veces en la Presidencia...

H.S.: Millones de colombianos no queremos más guerra, desigualdad ni pobreza. El cambio hay que hacerlo sin autoritarismo ni arbitrariedad, ni favoreciendo a los privilegiados. Es muy común que los líderes perseveren para que triunfen estas causas populares. Lula llegó en el cuarto intento, y Tabaré Vásquez, en el quinto.

SEMANA: Usted habla de ser un político contemporáneo, pero en la campaña el partido utilizó símbolos como el trapo rojo, la plaza pública. ¿En esta etapa frente a un candidato como Uribe eso lo va a replantear?

H.S.: La consulta era una etapa del proceso electoral entre liberales. Y sí me pareció apropiado el trapo rojo y ponernos camisa y salir a la plaza pública, pero esa etapa ya se cumplió. Ahora tenemos que acceder a otros sectores de la opinión nacional. Hubo 16 millones de abstencionistas. Nosotros no los hemos convencido todavía, pero el que ha tenido más oportunidades y factores de poder y recursos es el gobierno y no lo hizo, tanto es así, que 16 millones no se sintieron seducidos para respaldarlo.

SEMANA: De esos abstencionistas ¿a qué sectores va a conquistar?

H.S.: Sectores sociales, maestros, sector pensional, trabajadores a los que afectó la reforma laboral, a los que ganan el salario mínimo que les aumentaron el 6 por ciento, a los que no tienen empleo, los negros, los indígenas. Este es un país con muchos damnificados y con ganas de que las cosas cambien. Lo que, yo más observaría sobre el continuismo, hay muchas razones para abogar por un cambio de gobierno. Muchos piensan que esto está resuelto. Y no está resuelto, para esto son las elecciones.

SEMANA: ¿Usted no cree que está definido el triunfo de Uribe?

H.S.: Para nada. No está definido su triunfo. Estoy convencido de que nuestra causa va a ganar. Así como dicen que al liberalismo lo derrotaron las expectativas el 12 de marzo, las expectativas, los resultados y los desaciertos del gobierno derrotarán a Uribe.

SEMANA: En esto de acudir a los sectores sociales, ¿no es este el terreno de Carlos Gaviria desde el Polo?

H.S.: Una de mis fortalezas es que he mantenido mi planteamiento fundamental desde cuando era concejal de Barrancabermeja. Tengo una buena opinión del Polo, no puedo hacer una consideración para demeritar para lo que ellos representan. Pero es que yo represento una lucha muy fuerte y larga. Nosotros somos un país de luchadores. A los que me dicen ¿cómo así que Serpa de nuevo? les digo, sí señor, Serpa de nuevo, porque Serpa no ha terminado su lucha.

SEMANA: A juzgar por el resultado del domingo, la experiencia y la coherencia no parecen los activos que más valoran los electores...

H.S.: Yo sí pienso que experiencia y coherencia deben ser un activo de la democracia, pero es que en estas elecciones hubo cosas inconvenientes. Primera, el paramilitarismo estuvo presente. Segundo, hubo mucho dinero que uno no sabe de dónde salió, en tercer lugar, la publicidad que aplastó al país, y la cuarta, la sociedad colombiana se está volviendo una sociedad laxa. ¿A la gente no le sorprende que lleguen nuevos actores de la política sin razón? A la política se llega a través de un proceso, ¿pero alguien que nunca había expresado una idea en público, que no haya participado en una elección, no haya participado en la función pública, de un momento a otro saque 50.000 votos? Eso es escandaloso.

SEMANA: ¿El paramilitarismo creció?

H.S.: Estamos mirando esto con calma. Pero lo que me parece es que el paramilitarismo se 'democratizó', ya no hubo los mismos 10 sino que hubo 50 y no alcanzó la votación para tanta gente, pero que intervino, intervino.

SEMANA: ¿Y esa votación afectó la votación del Partido Liberal...

H.S.: Sí, ese fenómeno ya se presentó hace cuatro años. Aún no tengo todos los datos, pero sí afectó. Hubo muchas candidaturas 'emergentes' que en el fondo recibieron una cantidad enorme de votos que se presentan porque hay coacción o porque hay cantidad de dinero, o ambas cosas.

SEMANA: El presidente Samper insiste en que el liberalismo debe buscar cercanía con el presidente Uribe ¿Eso le suena?

H.S.: Todo el mundo sabe que soy amigo de Samper, pero él no estará presente en esta campaña y eso hay que aceptarlo. Ese es un tema irreal de la política, si nos propusimos que los partidos se reformarán, deben ser serios y coherentes. Si gana Uribe, que no va a ganar, el partido debería seguir en la oposición.

SEMANA: ¿Serán ganas de los uribistas que tienen ganas con el liberalismo?

H.S.: Son ideas que surgen como globos, yo no le veo seriedad a eso.

SEMANA: La encuesta dice que Uribe tiene el 56 por ciento y usted el 25 por ciento. ¿Qué ve ahí?

H.S.: Uribe va bajando y nuestra causa va subiendo. ¿No le parece que millones de colombianos comienzan a despertar? Es lo que dice la encuesta. Y la campaña apenas empieza. Los colombianos decidirán si quieren el continuismo de la guerra, la desigualdad, el desempleo y la pobreza, o prefieren nuestra propuesta social demócrata que abre la oportunidad para vivir de otra manera.

SEMANA: ¿Y vicepresidente o vicepresidenta?

H.S.: Todavía tengo dos semanas, pero no tengo perfil, ni características. No he definido nada y es una responsabilidad muy grande.