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Sigifredo López Tobón en su casa en el condominio Brisas de Guadalupe de Cali. | Foto: Luis Ángel Murcia/Semana

ENTREVISTA

"Sigo convencido de que mi caso fue un complot": Sigifredo López

Desde su casa, donde permaneció 54 días en prisión domiciliaria, y aún con el brazalete del INPEC en el tobillo izquierdo, Sigifredo López habló con SEMANA de su proceso judicial, el retorno a la libertad, sus penurias y su futuro.

Luis Ángel Murcia, redactor de Semana
14 de agosto de 2012

A las cuatro de la tarde del martes 14 de agosto Sigifredo López fue notificado que su medida de aseguramiento consistente en prisión domiciliaria le sería levantada.

El propio fiscal Eduardo Montealegre le dijo al país en una rueda de prensa que el exdiputado del Valle acusado como coautor del secuestro y posterior muerte de sus once compañeros de la asamblea del Valle, plagiados por las FARC el 11 de abril del 2002, quedaría en libertad luego de 90 días de arresto (36 en un calabozo de la Fiscalía en Bogotá y 54 en su casa en Cali).

De esa manera el exdiputado y excandidato a la alcaldía de Cali y el Valle sumaría una curiosa experiencia: Retornar dos veces a la libertad; primero fue la de su liberación en 2010 tras el secuestro de siete años por las FARC y ahora cuando la Fiscalía le devuelve la libertad al no encontrar pruebas que lo relacionaran con el secuestro y asesinato de los diputados del Valle.

En su casa, en medio de un tumulto de cámaras y con una apretada agenda de entrevistas, López atendió a SEMANA y contó varias intimidades de su penosa experiencia y las lecciones que le deja un episodio tan doloroso para él y su familia.

Semana.com: Por segunda vez, bienvenido de nuevo a la libertad

Sigifredo López: Bendito sea Dios que ha sido misericordioso conmigo, permitió la vida y ahora por segunda vez la libertad; queda pendiente luchar por la recuperación del buen nombre.

Semana.com: ¿Son comparables sus dos retornos? Cuando lo liberaron las FARC en 2010 y ahora que la Fiscalía le devuelve su libertad.

SL: Allá fue muy duro porque fueron siete años terribles, pero este episodio tuvo el componente de la deshonra. Cuando luchas toda una vida por el buen nombre, sacar adelante una familia y que tus hijos puedan caminar con la frente en alto y de la noche a la mañana les gritan en la calle guerrilleros, asesinos, es algo muy duro. Algunos medios me desplumaron como un pollo.

Semana.com: ¿Pero cuál de las dos detenciones fue más dura?

SL: Dios mío, no quiero que ningún colombiano viva estas pruebas tan duras que me tocaron. Gracias a la fe y el amor de mi familia las puede resistir.

Semana.com: Irónicamente el sobrevivir a su secuestro se le convirtió en un karma

SL: Sí, me estaban condenando por haber sobrevivido y haber nacido en Pradera, Valle y yo no tuve la culpa de ambas situaciones, fue Dios quien así lo decidió.

Semana.com: Pese a que recobró su libertad en la tarde, usted sigue en su casa y con el brazalete del INPEC puesto en su tobillo...

SL: Jajajaja, diría entonces que es la libertad del amor, del hogar; la felicidad de estar con los seres que uno ama.

Semana.com: ¿Se irá del país ahora que puede salir de su casa sin impedimentos judiciales?

SL: La verdad vivo feliz en Colombia, en Cali, en el Valle. Aquí están mis amigos, familia y mi arraigo. De pronto salga unos días, pero la verdad no he pensado en irme.

Semana.com: ¿Acogerá el llamado que le hicieron algunos intelectuales de tomarse un año sabático para escribir?

SL: Quisiera escribir, me encanta la poseía, leer, pero tengo dos hijos en la universidad y como tal tengo que conseguir la forma de sostenerlos económicamente para que puedan terminar sus carreras.

Semana.com: Cuál será su futuro, ¿insistirá en la política?

SL: Le confieso que toda la vida amé la política, me preparé para hacer política y la ejercí con mucho amor, pero mi familia ha sufrido tanto con esta actividad que hoy estoy considerando ese camino para que no sufran más. Aunque yo quisiera seguir en la política, primero debo consultar con ellos y Dios esa decisión.

Semana.com: Si no es en la política, ¿de qué vivirá?

SL:
Pues soy abogado, fui penalista y lo hice muy bien; también tengo maestrías en Derecho Constitucional y Derecho Administrativo, fui profesor universitario; es decir, puedo dedicarme en muchos sectores inclusive como asesor de alcaldes en políticas de gobierno.

Semana.com: A propósito, ha pensado en alguna actividad social

SL: Sí, con mis abogados Élmer Montana y Alfredo Montenegro he pensado en crear una fundación para detectar casos de errores judiciales y si hay condenados injustamente presentar los recursos de revisión. La idea es evitar que mi caso le ocurra a otros colombianos y para ello vamos a invitar a prestigiosos juristas y las facultades de derecho.

Semana.com: ¿A qué se dedicará en los próximos días?

SL:
No pienso salir mucho. Me dedicaré a terminar un libro sobre este caso porque tiene muchas similitudes con un hecho histórico que conmovió a la sociedad Francesa en 1894 y que se conoció como el caso Alfred Dreyfus, un capitán acusado injustamente de espionaje, pero por razones políticas no lo dejaban en libertad. He pensado que el libro puede llamarse 'El Triunfo de la Esperanza 2' para darle seguimiento al primer libro que escribí después de mi secuestro. Al igual que en el caso de Alfred Dreyfus temo por mi seguridad.

Semana.com: En lo personal este caso judicial le quitó o le sumó amigos...

SL:
Estuve muy acompañado y mis mejores amigos siempre estuvieron cerca y solidarios. Sentí que la inmensa mayoría del país estaba conmigo, pese a que algunos medios me condenaron bombardeando información falsa y eso desde luego originó que algunos que no me conocían dudaran de mi inocencia.

Semana.com: ¿Le sorprendió en algo la decisión que tomó el Fiscal Eduardo Montealegre?

SL:
No. Todo lo contrario, estaba esperando que ocurriera antes, porque en un momento pensé que el fiscal 38 de Cali simplemente había sido inducido en error por los peritajes de la Dijín; pero cuando ese mismo fiscal 38 sale afanado a buscar en las cárceles testigos falsos en mi contra y acomoda algunos apartes de mi libro a su amaño para decretarme medida de aseguramiento, en ese momento me doy cuenta que no estoy frente a un error judicial, sino frente a un grupo de presión que pretendió instrumentalizar a la Fiscalía.
 
Semana.com: Entonces qué lo salvó de ese grupo de presión

SL:
Que al frente de la Fiscalía hay un gran jurista como el señor Montealegre y gracias a tres medidas que tomó frente a mi proceso como permitir el análisis del video por parte del FBI, cambiar el fiscal que me había atropellado y que hoy con gallardía fue capaz de reconocer que la Fiscalía se equivocó, ordenar mi libertad y pedir que se investiguen a los falsos testigos.

Semana.com: Antes usted decía que el fiscal 38 es un ser humano que pudo equivocarse y ahora se refiere a él como una olla podrida dentro de la Fiscalía, ¿por qué?

SL: Hay cosas muy graves en esa Fiscalía y me di cuenta que no era un error judicial el día que me notificaron la medida de aseguramiento, por la forma en que interpretaba las pruebas; por ejemplo, cuando sacó de contexto un párrafo de mi libro donde dije que todos los secuestrados nos comunicamos con nuestros familiares el día del secuestro y él toma dos renglones en forma mal intencionada para mantener la tesis que llamé al Presidente Andrés Pastrana y un general a pedirles que parara los bombardeos, cuando era falso.

Semana.com: ¿Quiénes ganaron con este penoso caso?

SL:
Dios que hizo justicia, la fe en las instituciones, el señor fiscal general con ese gesto de gallardía y el trabajo de algunos medios de comunicación que hicieron visible una injusticia.

Semana.com: ¿Quiénes perdieron?

SL: Aquellos que quisieron instrumentalizar a la justicia utilizando testigos falsos, al fiscal 38; como aún no sabemos quienes están detrás de ese cartel de testigos falsos, la Fiscalía tiene que investigar a fondo.

Semana.com: Lo anterior refuerza la idea que su caso fue un complot

SL: Aunque no se quiénes están detrás de todo ello, estoy convencido que sí se trató de un complot. Repito, siempre estuve convencido que todo era un error judicial pero a partir del 20 de junio cuando me notificaron la medida de aseguramiento apilé las actuaciones de la Fiscalía que me demostraron que había mala fe en sus actuaciones.

Semana.com: Su defensa siempre insistió en la existencia de un cartel de falsos testigos

SL:
Claro, cuando dicen cosas tan inverosímiles en contra de la historia y cuando en los 14.000 folios del proceso que lleva una década no había una sola mención que me comprometiera y aparecen cuatro testimonios falsos, surgen dudas.

Semana.com: Sus abogados denunciaron a Gustavo Muñoz, el director de la fundación La Nueva Esperanza, ¿por qué?

SL:
Por manipulación de testigos, por injuria y calumnia.

Semana.com: Usted cree que él está detrás de ese cartel de falsos testigos

SL:
La Fiscalía tiene que investigarlo y eso es lo que hemos pedido.

Semana.com: Le deja un sabor amargo el recobrar su libertad pero que el proceso siga abierto

SL: Todo lo contrario. Necesito que la Fiscalía investigue a esos testigos falsos y que se practiquen todas las pruebas necesarias porque tenemos que llegar hasta el fondo y Colombia debe saber la verdad sobre quiénes están detrás de todo esto.

Semana.com: Cuando el Fiscal Montealegre anunció en los medios que se movería la Farcpolítica, ¿se imaginó que era usted?

SL:
Jamás me imaginé que esas cosas terminarían con mi detención. Todo lo contrario, pensé en personas que abiertamente habían querido acusarlas de esto y en ese momento me dije ´Dios mío le quieren hacer daño a Piedad Córdoba´”.

Semana.com: ¿Demandará a la Fiscalía?

SL:
No he tenido tiempo de pensar en eso. Me causaron mucho daño, desplumaron mi honra y tengo que hablar con mi familia de esas cosas y todavía no he tenido tiempo para hacerlo.

Semana.com: Qué mensaje le envía al fiscal Montealegre

SL: Quiero resaltar la gallardía que tuvo para reconocer el error de la Fiscalía.

Semana.com: Y qué mensaje le envía al fiscal 38 de Cali que lo acusó

SL:
Primero que Dios tenga misericordia con él. Rezo por él y no le tengo rencor, pero eso desde el punto de vista cristiano, porque desde el punto de vista democrático él tiene que decirle al país por qué actuó de mala fe y quiénes están detrás de eso.