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Rodrigo Guerrero, candidato a la Alcaldía de Cali

ELECCIONES 2011

Sigue polémica por la candidatura de Guerrero en Cali

Juan Carlos Náder, médico que apoyaba a Rodrigo Guerrero, dice que denuncias sobre la petición de dinero para asegurar elecciones en Cali están basadas en rumores. El candidato aduce que él no hace parte de su campaña.

30 de agosto de 2011

La polémica por las elecciones en Cali no ha terminado a pesar de que la Registraduría certificó la candidatura de Rodrigo Guerrero. La pregunta que sigue sin resolverse es quiénes son los responsables de haberle pedido dinero a su campaña a cambio de garantizar, no solo que sí podía ser candidato, sino que sería el alcalde de la ciudad.

Las denuncias tomaron una dimensión nacional, pues fue el propio presidente Juan Manuel Santos quien dijo que había “algo torcido” en todo esto. Como consecuencia de la polémica fueron trasladados 19 funcionarios de la Registraduría, se abrieron investigaciones internas y el director nacional del Censo Electoral, Holman Ibáñez, renunció a la entidad. Sin embargo, aún no se sabe de dónde salieron los presuntos ofrecimientos ilegales.

En una entrevista con La W, el médico Juan Carlos Náder atizó aún más el escándalo con la divulgación de una carta en la que argumenta que no conoce a nadie en la Registraduría y que no tiene conocimiento veraz del presunto cobro de dineros a cambio de garantizar el triunfo de la campaña. Náder apareció recientemente en los medios de comunicación como la “pieza clave” de las investigaciones que abrieron la Procuraduría, la Fiscalía y la Registraduría.

Sin embargo, él negó tener un mayor conocimiento del supuesto tráfico de influencias y además, decidió marginarse de la campaña. Náder cuenta que el 11 de agosto se acercó a Guerrero, después de que este dio una conferencia, para contarle el contenido de una conversación con una persona de la cual las autoridades “ya tienen su identificación”.
 
“En esa conversación se decía que era posible alterar los resultados electorales a favor de uno u otro candidato a través del pago de una suma de dinero que para una ciudad como Cali era de 2.000 millones de pesos”, dice la carta.

“De ninguna manera me consta o puedo dar fe de que esa información sea veraz o cercana a la realidad ya que no tengo vinculación con dicha persona o conocimiento alguno de la registraduría ni con ninguno de sus funcionarios ni de la manera cómo se realizan las cosas ahí”, agrega.

Náder afirma que esa información fue usada de manera desconsiderada con él y su familia y argumenta que ahora teme por su seguridad.

“Lo acaecido me obliga a reflexionar si he pecado de idealista, y si en realidad lo que se impone es la utilización de los medios sin ningún tipo de consideraciones hacia el ser humano, para lograr sus fines”, dice al final.

En la misma emisora, Guerrero refrendó la versión de Náder. Dijo que él tenía razón: que la información no le fue entregada de primera mano sino a través de otro médico porque “yo no lo pude atender”.

“Recuerdo que el informe que me dieron era que él había escuchado que con 2.000 millones de pesos se ganaba la Alcaldía de Cali. Eso lo consideré insólito, primero porque los que habían sido estudiantes míos saben que no iba entrar en eso, y segundo porque todos los días llegan propuestas insólitas para asegurarme que gane. Después, apareció otra (propuesta) que era que con 100 millones de pesos me aseguraban las firmas, cuando yo sabía que las firmas estaban buenas. Entonces tampoco le paré bolas”, dijo Guerrero.

El candidato a la alcaldía dijo que después, cuando la Registraduría en primera instancia negó la certificación de las firmas, ató cabos y concluyó que todo podía tener una conexión. Pero, advirtió, que nunca dio el nombre de los médicos que le contaron sobre las propuestas. Guerrero indicó que no había leído la carta hasta este martes en la mañana. Sobre Náder dijo que solo hasta hace ocho días tuvo la oportunidad de hablar con él, pero que él no hacía parte de su campaña.

“El tampoco está vinculado a mi campaña. Seguro estaba ayudándome como lo están haciendo estudiantes míos”, dijo. Y argumentó que el nombre de Náder salió a relucir debido a la pericia de la prensa, pues en una entrevista con un periodista este le preguntó: “¿cuál de los dos es Náder?”, refiriéndose a los médicos “uno” y “dos” como el propio Guerrero los llamaba.

Guerrero dijo que le ha pedido a Náder que cuente lo que sabe, pero este, como lo dejó ver en la carta, ha dicho que lo que sabe no es suficiente. En la entrevista con La W, el médico se negó a revelar el nombre de la supuesta persona a la cual le escuchó decir que con dinero se podía asegurar la elección.

¿Inhabilitado?

El senador Alexander López, del Polo Democrático, aseguró este lunes que Guerrero está inhabilitado por la Procuraduría. López argumentó que Guerrero tiene una inhabilidad contractual, con fecha del 29 de agosto de 2009 y vigente hasta el 28 de septiembre de 2014, por la declaratoria de caducidad de un contrato con Ingeominas.

En Caracol Radio el candidato explicó: “Tengo un problema de carácter personal. Pedimos un derecho minero para explotar roca muerta y nos lo dieron. Y después le dimos un poder a una abogada. Teníamos que pagar 130.000 pesos por el derecho minero y esta abogada nunca nos informó. Cuando nos dimos cuenta habíamos incumplido con el Estado. Es una obligación con el Estado que no me inhabilita, solo como persona privada, como representante del Estado. Incluso en la misma resolución de la Procuraduría dice “no lo inhabilita para ser elegido alcalde de Cali”. Al doctor Alexander le faltó leer la otra página”, dijo.

Esta es la carta transcrita que le envió el médico Juan Carlos Náder al candidato Rodrigo Guerrero

Agosto 28 de 2011

Doctor Rodrigo Guerrero,

Cuando tomé la decisión acompañarlo en su proyecto para llegar a la alcaldía de Cali lo hice motivado por el respeto cariño y admiración que siempre he sentido por usted desde que fui su alumno en la Facultad de Medicina de la Universidad del Valle. Jamás imaginé que esta decisión y el deseo de colaborarle advirtiéndole de posibles situaciones que pudieran presentarse en el curso de la contienda política colocando escollos que impidieran su aspiración pudieran ponerme en la situación que me encuentro hoy involucrado en un escándalo de grandes proporciones sin que exista realmente un fundamento que lo justifique.
 
De manera clara le comuniqué el 11 de los corrientes, en presencia de varios colegas, pues acababa usted de dar una conferencia, lo que había conocido en una conversación sostenida con una persona cuya identidad conocen las autoridades en la presente investigación que se adelanta con motivo de la denuncia hecha por usted, a raíz de la objeción que la registraduría hizo de la recolección de firmas que su campaña presentó ante esta entidad.
 
Le manifesté que en esa conversación se decía que era posible alterar los resultados electorales a favor de uno u otro candidato a través del pago de una suma de dinero que para una ciudad como Cali era de 2 mil millones de pesos. Posteriormente y por recomendación suya le informé de esa situación al señor Jimeno Rojas y al doctor Raúl Hurtado. De ninguna manera me consta o puedo dar fe de que esa información sea veraz o cercana a la realidad ya que no tengo vinculación con dicha persona o conocimiento alguno de la registraduría ni con ninguno de sus funcionarios ni de la manera cómo se realizan las cosas ahí.

Esta información no debió ser tomada por usted ni por nadie como si por el hecho de habérsela comunicado estuviera yo actuando en una posición diferente a la que realmente tuve, cual fue hacerle una advertencia para que usted y el personal de la campaña estuvieran atentos para que esta situación no fuera a ocurrir para favorecer a otro candidato y tomaran las medidas correspondientes para verificar su veracidad y llegado el caso denunciar ante las autoridades estas irregularidades.

En el día de hoy he leído las publicaciones de El País El Tiempo y la Revista Semana. Donde en el primero se devela mi nombre, edad y profesión, y en el segundo sin que se revele mi identidad se me califica como pieza clave de esta investigación con las posibles consecuencias sobre mi seguridad personal si es que estos rumores llegasen a ser ciertos.
 
En todas estas publicaciones se menciona que ud declara que se le han hecho ofrecimientos ilegales en su campaña y que le han hecho dos solicitudes: una por 200 millones de pesos para arreglar el asunto de las firmas —que desconozco por completo— y otra de 2.000 para garantizar su triunfo en las elecciones. En este punto, lo conmino para que le aclare a la opinión pública quien le ha hecho ese ofrecimiento porque en ningún caso he sido yo. Simplemente le he informado del contenido de una conversación y de las posibles consecuencias para su campaña, de llegar a ser ciertos esos rumores.
 
En consecuencia, si no existe otra fuente de esta información distinta a la mía, está faltando usted a la verdad cuando declara que le han hecho propuestas indecentes al menos en lo que a mí respecta. Nunca imaginé que algo que le comuniqué sin más intención que dela de colaborarle se utilizara además sin advertirme se haya divulgado con tanta ligereza sin tener en cuenta mi buen nombre, mi familia, reputación profesional ni las consecuencias que se pueden derivar para mí seguridad y la de los míos.
 
Lo ocurrido me tiene muy molesto por mi integridad física y la de mis seres queridos. He entregado las informaciones que las autoridades me han solicitado y estaré atento para cuando se me requiera. Sin embargo, he decidido retirarme de su campaña política pues todo lo acaecido me obliga a reflexionar si he pecado de idealista, y si en realidad lo que se impone es la utilización de los medios sin ningún tipo de consideraciones hacia el ser humano, para lograr sus fines, cuando confío que salga la luz la verdad en todo este desagradable asunto y no resulte que mañana si la registraduría mantiene su posición y no le acredita su candidatura, o por el contrario se la avale, continúe yo envuelto en este escándalo del cual hago parte por ningún motivo y se mantenga mi nombre y mi seguridad en el ojo del huracán en el que usted y su campaña tan desconsideradamente me han puesto.

Atentamente,
Juan Carlos Náder