Los correos que enredan a Silvia Gette

“La doctora Silvia (Gette) tiene problemas legales y encargó a su hermano Guillermo para todos sus asuntos, entre ellos el dinero que tiene Tony. Él quiere hablar con Tony o ir a Canadá a hablar con él porque quieren el dinero ya para la defensa de la doctora Silvia”.

Esta es una cita de un correo electrónico de abril del 2013 escrito por Pedro Gracia y enviado a Diego Guerrero. Los dos, a juzgar por lo hallado en el expediente de Silvia Gette, serían las personas que hicieron el contacto entre la exrectora de la Universidad Autónoma y Tonny Farhat, aquel personaje que recibió un millón de dólares de Silvia Gette y que, supuestamente, lo pondría en el exterior para que este se duplicara como por arte de magia.

De Tony nada se sabe y del millón de dólares tampoco. Es ese el dinero por el que un fiscal le dictó medida de aseguramiento a Silvia en diciembre pasado, por el delito de presunto abuso de confianza agravado.

Los fiscales tienen otra evidencia que probaría la manera irregular como esos recursos fueron al exterior. En otro correo electrónico Pedro Gracia le dice a Diego Guerrero: “La rectora me está llamando porque necesita su dinero para su defensa. Te recomendaría que Tony le haga una nota y le diga qué está haciendo para devolver su dinero. Tu y yo no tenemos el dinero, lo tiene él y que él responda”.

Pero hay más. El 30 de enero del 2015 Diego Guerrero rindió una declaración ante la Fiscalía 35 de Lavado de Activos, donde se desarrolla el proceso contra Silvia. En uno de los apartes Guerrero no sólo reconoce los correos electrónicos, sino que corrobora que el hermano de Silvia Gette les ha reclamado en tono amenazante el hecho de que Tony no haya devuelto la millonaria suma.

A los investigadores que le han puesto todo el empeño a este caso no les queda duda de que esa alta suma fue extraída de la universidad con rumbo a cuentas personales que nada tenían que ver con lo académico y menos para la ampliación, remodelación y adecuación de la universidad en Barraquilla y de la sede de Miami.

Se trata de nuevas pruebas que obran en un expediente que cada vez presenta mayores sorpresas.

Como se sabe, en el 2007 la propia Silvia hizo una transacción a una cuenta del Helm Bank a nombre de la Universidad Autónoma, otra en Miami, y de allí a una cuenta en Suiza, por una cifra astronómica: un millón de dólares.

La prueba reina es el cheque de gerencia rotulado con el número 017189 y fechado el 20 de febrero de ese año. El dinero salió de la cuenta 20124002-5 del Helm Bank a nombre de Uniautónoma, a otra en Miami de la misma universidad registrada con el número 1040112193. La transferencia fue rápida y esa suma, cerca de 2.200 millones de pesos, fue a parar a una cuenta en Suiza.

Las directivas de Uniautónoma solicitaron todos los registros y encontraron que esa cuenta en Miami habría sido abierta por Gette sólo para realizar movimientos sospechosos de dinero, entre ellos el del millón de dólares. La cuenta fue cerrada en agosto del 2009 con un saldo de 84.000 dólares.

Gette se encuentra tras las rejas por cuenta de la denuncia que entablaron las directivas de la universidad, quienes no descansará hasta recuperar los dineros extraviados para reinvertirlos en el claustro.