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S E C U E S T R O    <NOBR></NOBR>

Sin rastro

El secuestro de Juliana Villegas, hija del presidente de la Andi, es un enigma para las autoridades, que no tienen una sola pista sobre su paradero.

1 de enero de 2001

La última noticia que se tuvo de la joven estudiante Juliana Villegas fue el martes pasado a las 6:30 minutos de la tarde, minutos después de haber finalizado sus clases en la Universidad Javeriana, cuando se disponía a abordar su vehículo para dirigirse junto con una amiga a su casa.

En ese momento un grupo de hombres armados la obligó a subirse a un automóvil que partió raudo por las calles de Bogotá. Desde ese día, y hasta el cierre de esta edición, no se sabía absolutamente nada de lo ocurrido con Juliana Villegas. Sus captores no se han comunicado con alguno de sus familiares, entre ellos su padre, el prestante dirigente gremial Luis Carlos Villegas. Tampoco saben nada los miembros del Gaula, expertos en el tema del secuestro, quienes desde el mismo momento del plagio asumieron la investigación. Los organismos de Inteligencia de la Policía y del Ejército tampoco tienen una sola pista que les permita establecer quiénes y por qué razón secuestraron a la joven universitaria. El caso de Juliana Villegas se ha convertido en un misterio. Por ahora son más las hipótesis que se barajan sobre quién la puede tener en sus manos que verdaderas pistas que permitan establecer su paradero.

Sobre las hipótesis, la primera que se consideró fue que el secuestro lo habían perpetrado las Farc por la franqueza con la que Villegas ha hablado sobre el proceso de paz y la utilización de la zona de distensión por parte de ese grupo guerrillero. Los gremios, que han respaldado al presidente Andrés Pastrana en la búsqueda de un proceso de negociación con las Farc, lo han hecho de forma decidida pero a la vez crítica ante la falta de voluntad por parte de ese grupo para que las negociaciones avancen. Y como Villegas es el vocero de los industriales del país, hubo quienes pensaron que las Farc le estaban pasando una cuenta de cobro por sus posiciones públicas frente a la negociación.

Cuando todo apuntaba a que este grupo guerrillero podría tener a la joven estudiante de ciencia política el propio Raúl Reyes leyó un comunicado en San Vicente del Caguán, en el cual señaló que no tenía conocimiento que alguno de sus frentes la tuviera en su poder. Sin embargo la declaración de Reyes no es suficiente prenda de garantía para descartar la autoría del secuestro. En el pasado reciente negaron rotundamente que ellos habían secuestrado al periodista Guillermo ‘La Chiva’ Cortés. Se necesitaron varios meses para establecer que, en efecto, habían sido las Farc los autores de ese plagio. Sólo con el rescate de ‘La Chiva’ se estableció plenamente que las Farc lo habían secuestrado.

La segunda hipótesis que se baraja es que detrás del secuestro de Juliana Villegas podría estar la mano del comandante de las autodefensas, Carlos Castaño. Ello podría obedecer a las declaraciones de Villegas en el sentido de que los industriales estarían dispuestos a financiar a los guerrilleros si suspendían el secuestro y la extorsión en el país. Castaño, que hace unas semanas secuestró a ocho congresistas para sentar su enérgica protesta sobre la ley de canje que se tramita en el Congreso de la República, también tendría argumentos para justificar el plagio de la hija del presidente de la Andi. Pero el propio Castaño desmintió la versión. En declaraciones a SEMANA señaló que “es un absurdo pensar que las AUC estén detrás del secuestro de una joven estudiante, hija de un prestigioso industrial, como es el doctor Luis Carlos Villegas”.

La tercera hipótesis apunta hacia la delincuencia organizada. Esta opera en las principales ciudades del país para secuestrar a personalidades con el fin de negociarlas posteriormente con los grupos guerrilleros. La cuarta hipótesis se dirige hacia el ELN, que en los últimos meses ha demostrado todo su poderío en el secuestro urbano. Basta con recordar las dos últimas acciones: la de la iglesia La María y la del Kilómetro 18 de la ciudad de Cali, donde se llevaron a más de 100 personas a plena luz del día. Cada vez que el ELN está en negociaciones con el gobierno despliega su fuerza para fortalecerse en la mesa de diálogo. Quienes son partidarios de esta hipótesis se basan en el intempestivo retiro de Villegas de las conversaciones entre ese grupo guerrillero y la sociedad civil después de la reunión que tuvo lugar en Maguncia (Alemania) hace dos años. Hasta el momento el ELN no se ha pronunciado sobre este tema.

Y hay una quinta hipótesis, que señala que el autor del secuestro de Juliana Villegas podría ser un grupo de extrema, al estilo del Jega, que realizó el secuestro de Juan Carlos Gaviria, hermano del ex presidente César Gaviria. En esa oportunidad las autoridades tardaron mucho tiempo para descubrir que esa pequeña fracción ultraizquierdista tenía a Gaviria, al que alcanzó a hacerle un juicio revolucionario.

Estas son apenas hipótesis que manejan las autoridades porque lo cierto es que hasta el momento nadie tiene una sola pista concreta y sólida que permita señalar a los verdaderos autores del plagio de la estudiante universitaria que, junto con su padre, ha participado en varias marchas por la paz de Colombia y contra el secuestro. Por esas cosas del destino le ha tocado vivir en carne propia este aterrador drama.