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Sin señal

Una polémica decisión de la Comisión Nacional de Televisión amenaza con dañar la relación entre el gobierno nacional y la Alcaldía de Bogotá.

30 de julio de 2005

En las últimas semanas, los dos gobernantes más populares del país, el presidente Álvaro Uribe y el alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, estaban viviendo una especie de luna de miel. Habían logrado conciliar posiciones que antes los tenían alejados, como los albergues de reinsertados en Bogotá o el manejo financiero y accionario de TransMilenio.

Pero una nueva tormenta política está a punto de estallar por cuenta de la Comisión Nacional de Televisión (Cntv), que decidió 'subir' al satélite el precario canal de Santander TRO (Televisión Regional de Oriente) y dejar en tierra a Canal Capital, que informa todo lo de la administración Garzón y lo que ocurre en Bogotá. Estar en el satélite, privilegio que hoy sólo gozan TeleAntioquia, Tele Caribe, Teveandina y Telepacífico, permite llegar a todo el país a través de las empresas de cables y parabólicas y, por ende, aumentar sus ingresos de publicidad.

La historia comenzó a finales del año pasado, cuando la Televisión Regional de Oriente (TRO) le pidió a la Comisión 'subir' la señal al satélite. Cuando esto ocurrió, Héctor Jaime Pinilla, director de Canal Capital, también solicitó los mismos beneficios.

En el papel, las posibilidades del canal bumangués eran pocas. El 30 de noviembre de 2004, los comisionados habían recibido el informe de una auditoría integral al TRO realizada por el jefe de la oficina de planeación de la entidad, Jean Philippe Pening. La auditoría se realizó, en parte, debido a que el TRO venía siendo objeto de múltiples cuestionamientos. "El canal cuenta con una estructura organizativa insuficiente e inadecuada para delegar funciones y responsabilidades, dice el informe. No cuenta con el personal para atender las áreas de producción, emisión y transmisión (...). El canal ha construido su parrilla de programación de forma accidental.", afirma la auditoría.

A estos inconvenientes se sumaban otros como algunos embargos a las cuentas del TRO por parte de la Dian y una investigación que está en curso en la Contraloría General. A pesar de los serios inconvenientes que detectó la propia Cntv, esa entidad le otorgó a finales del año pasado el permiso al TRO para 'subir' su señal al satélite. Sin embargo, el presidente de la Cntv, Jorge Figueroa, reconoció a SEMANA que "al TRO le faltan contenidos y todavía no es un punto de unión entre los dos Santanderes. Tiene espacios dirigidos a la política, pero debe servir de esparcimiento y recreación y en eso ha fallado. Sin embargo, sería muy subjetivo juzgar el tema del TRO por su programación". Figueroa afirma que el hecho de que él y la ministra de Comunicaciones, Martha Pinto, sean santandereanos, no tuvo nada que ver en la decisión

Por la misma época, Canal Capital, a pesar de estar en mejores condiciones técnicas, económicas, comerciales y de programación, no tuvo tanta suerte. Cuando la Cntv no autorizó el acceso al satélite, la decisión generó interrogantes y protestas.

Técnicamente, el satélite tenía la capacidad para recibir tanto el TRO como Canal Capital sin mayores traumatismos. Pero aun así, la Cntv se negó y hasta hoy, casi un año después, el TRO tiene su señal en el satélite y Canal Capital no. Esa inexplicable decisión es la que ha desencadenado una nueva polémica política entre la administración distrital y el gobierno nacional. "Ni técnica ni económicamente hay explicación. Si no hay argumentos de ese tipo, es claro que lo que está pasando es una falta de voluntad política. No por parte del presidente Uribe, pero sí por parte del delegado del gobierno nacional en la comisión que es el doctor Figueroa", dijo a SEMANA Édgar Ruiz, secretario privado de la Alcaldía de Bogotá, de quien depende el funcionamiento de Canal Capital.

Figueroa afirma que la decisión de otorgarle el permiso satelital al TRO obedeció a consideraciones de orden geográfico, técnicas y logísticas. "La decisión a favor de Canal Capital estaba aprobada desde agosto del año pasado, pero se ha dilatado, entre otras razones, por la liquidación de Inravisión", explica Figueroa.

Esa dilación ha dado lugar para que en algunos sectores afirmen que este no es más que otro episodio que demuestra hasta dónde llegan las diferencias entre la administración distrital y el gobierno nacional. "Acá no hay consideraciones de orden político. Acá no hay vetos de ningún tipo. A más tardar para septiembre, Canal Capital tendrá la señal en el satélite", concluye Figueroa. Nada explica ni ese plazo, ni la demora, que ya va para un año. Entre tanto, el impasse sigue sobre el tapete como una bola de nieve que hoy tiene en peligro la relación de Uribe y Garzón.