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Los familiares del soldado aseguran no creer en la versión oficial sobre su muerte. | Foto: Tomada de Twitter

INVESTIGACIÓN

El extraño caso del soldado Arturo Romaña

Sus familiares no creen que se haya quitado la vida y exigen al Ejército y a la Fiscalía esclarecer lo ocurrido. El uniformado fue hallado muerto en el Batallón Bolívar, de Tunja.

14 de junio de 2016

La historia del soldado Arturo Romaña es dolorosa y aún está lejos de esclarecerse. Hace pocos días, el 6 de junio del 2015, miembros de la Primera Brigada del Ejército informaron sobre el aparente suicidio del uniformado, que estaba a punto de dejar el Batallón Bolívar de Tunja donde ya había terminado la prestación de su servicio militar.  

Ochos días después, los familiares del soldado aseguran no creer en la versión oficial y piden a gritos una investigación de fondo. Semana.com habló con su medio hermano Luis Enrique Palacios, quien dice que el joven de 22 años no tenía ningún problema familiar, como se dijo en ese entonces, por lo que dudan de la veracidad de las explicaciones de las Fuerzas Armadas sobre el supuesto suicidio.

Fue el propio comandante (e) de la Brigada, coronel José Antonio Siabato, quien informó sobre la muerte de un soldado oriundo de Riosucio (Chocó) a la radio. El joven, que ya había saldado cuentas con las Fuerzas Militares, permanecía en la guarnición en la Unidad de Sanidad, donde se recuperaba de la lesión de una pierna.

Sus familiares lo esperaban con ansias en su nueva vivienda, en Carepa (Antioquia), cuando recibieron la noticia sobre el supuesto suicidio. Desde entonces, han tratado de obtener explicaciones sobre lo ocurrido, sin haber recibido hasta ahora una respuesta efectiva y convincente.

Según Carmen Yalcira Palacios, prima del soldado Romaña Palacios, la familia pregunta, con cierta extrañeza, por qué la madre de la víctima no fue la primera en recibir la noticia. Cuentan que la Brigada contactó primero a Zara Barros, novia del joven, para que ella suministrara los datos de los familiares.

La mujer indica que, aun así, el Ejército no se comunicó con la madre, sino con una hermana que vivía lejos del hogar del soldado, en Carmen del Darién (Curbaradó, Chocó). A ella le habrían informado del supuesto suicidio por ahorcamiento del joven, quien habría sido hallado en el baño del dispensario.

Luis Enrique Palacios, hermano de la víctima, dice que ni ellos ni los más cercanos conocidos del uniformado supieron que él hubiera estado enfrentando un problema de gravedad como para tomar una decisión tan radical.

Asegura que su hermano no tenía ningún problema familiar, como se había dicho, y que, contrario a lo que se cree, tenía muchos motivos para congraciarse con la vida, pues ya había terminado su servicio militar y estaba próximo a estrenar vivienda, junto a su madre y hermanos en Carepa.

Los familiares no sólo dudan de las explicaciones del Ejército. También están desconcertados por su falta de solidaridad. Así interpretan el hecho de que la institución castrense, según ellos, se haya negado a trasladar el cuerpo del muchacho en helicóptero hasta Carepa, por el solo hecho de haber muerto cuando este había terminado oficialmente su servicio militar.

Mientras esperan la respuesta de parte de la autoridad castrense, le piden a la Fiscalía que intensifique las labores investigativas para saber qué fue lo que realmente le ocurrió al soldado Arturo Romaña Palacios.