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Teresita Gaviria, presidenta de las Madres de la Candelaria, y los integrantes de la Asociación, recibiendo el Premio de Paz en diciembre de 2006

Reconocimiento

Sólo cuenta la vida

El martes se lanzará en Medellín la IX versión del Premio Nacional de Paz. Las Madres de La Candelaria, ganadores en 2006, buscan a más de 240 desaparecidos.

12 de mayo de 2007

El sueño de Ferney Gaviria era negociar con animales, y aunque apenas tenía 16 años, no se quedaba quieto porque trabajaba vendiendo 'cositas' para sostener su plante de cerdos y gallinas. Un día desapareció de Doradal (Antioquia), nadie volvió a saber de él.

El sueño de Dionalber Posada, el 'mono', como cariñosamente lo llamaba su esposa, era sacar adelante a sus hijos. Y cuando consiguió un trabajo como ayudante de topografía, quería obtener un préstamo para comprar una casa. La última vez que lo vieron con vida fue el 16 de junio de 2005, en Puerto Boyacá (Boyacá).

Christian Camilo Quiroz tenía como meta estudiar una carrera profesional al terminar el bachillerato. En el colegio le decían que tenía "mera cabeza". El 5 de enero de 1998, en un paseo a Doradal, desapareció.

Hoy sus mamás, María Orfilia, Luz Mary y Teresita, respectivamente, esperan con ansiedad que en la próxima versión libre del jefe paramilitar Ramón Isaza, éste recuerde qué pasó con ellos y les diga dónde están sus hijos, que desaparecieron, según ellas, a manos de hombres que estaban bajo sus órdenes. Su partida y las de 237 desaparecidos más, originaron la búsqueda de ellos que estaban llenos de juventud, vida y sueños.

Más de 220 hombres y mujeres son liderados por Teresita Gaviria, una viuda de 55 años que laboraba como secretaria del Estadio Atanasio Girardot y que, desde 2001, decidió dedicarse de lleno a la búsqueda de su hijo de todos los desaparecidos del país, a través de la Asociación Caminos de Esperanza Madres de La Candelaria

Ellos celebran un ritual cada miércoles, a las 12:30 del día, en el atrio de la Iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, en Medellín. La ceremonia, que lleva más de ocho años, sólo terminará cuando lleguen a casa todas las víctimas de desaparición forzada.

Su constancia le valió ser la ganadora del Premio Nacional de Paz 2006, otorgado por revista SEMANA, El Tiempo, El Colombiano, Caracol Radio, Caracol TV, Pnud y Fescol.

Ahora la asociación impulsa la versión de este año, que se lanzará el próximo martes 15 de mayo en Medellín con el lema 'Sólo cuenta la vida'. "Seguimos insistiendo en una verdad transparente, queremos tener la tranquilidad de acabar con esa incertidumbre que nos mata día a día. Queremos saber la verdad, quién ordenó, quién autorizó la detención y luego la muerte de estas personas, no solamente la de mi hijo", dice Teresita Gaviria.

Ella cuenta que cuando, contra la voluntad de algunos de sus compañeros, se reunió en la cárcel de Itagüí con 'Don Berna' y 'Don Diego', les dijo que creía en la paz y en la reconciliación, pero que esperada de ellos ese granito de arena que era "la verdad". La respuesta de los dos jefes, victimarios de muchos de estos hijos, fue "tranquila señora, que a eso le estamos trabajando".

En su segunda versión libre ante la justicia, Salvatore Mancuso dijo reconocer los nombres de tres personas entre una lista de 161 víctimas. Prometió que en la próxima versión diría dónde podrían estar sus cuerpos. "Es duro perdonar, pero debemos hacerlo después de que nos digan la verdad", apunta Teresita.

Ahora las Madres de La Candelaria esperan la próxima cita pues, aunque muertos, su mayor anhelo es saber dónde están Chistian Camilo, Ferney y todos los demás. Seguirán su marcha con el ideal de darles dignidad a lo que fueron sus vidas y con la consigna de quererlos "vivos, libres y en paz".