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Imagen del día en que el secretario de Gobierno, Antonio Navarro, dio a conocer la lista de los más buscados. | Foto: Archivo Semana.

BOGOTÁ

Sonia Muñoz, la que dejó de estar entre las cien personas más buscadas de Bogotá

Aunque perdió su trabajo y sabe que limpiar su nombre le tomará tiempo, asegura que no entablará demandas.

25 de enero de 2012

Sonia Milena Muñoz (19 años) apareció hace unas semanas en el cartel de las cien personas más buscadas por la Policía Metropolitana de Bogotá. Durante más de cinco días, luego de que se vio en tan penoso afiche, decidió internarse en su casa. No era para menos. Su foto estaba al lado de las imágenes de ladrones y secuestradores.
 
Como era de esperarse, perdió su trabajo. “¿Quién iba a tener como empleada a una de las más buscadas por las autoridades?”, se preguntaba Sonia hace una semana, cuando –reconoce– no esperaba que ocho días después se reconociera que se cometió en error. Que ella no debía estar en ese cartel.

Su caso se hizo público a tan solo unas horas de que salió la anunciada lista, sin embargo, la Policía insistía en decir que Sonia Muñoz estaba sindicada por hurto agravado y concierto para delinquir. Este miércoles se conoció que por el hecho de tener el mismo nombre de la integrante de una banda delincuencial, tuvo que vivir una pesadilla. Y para salir de ella necesitó la ayuda del abogado Jaime Granados.

“A través de los medios, él (Jaime Granados) conoció mi caso y decidió ayudarme”, cuenta la mujer. Luego de una corta investigación se comprobó que no era la misma Sonia Milena Muñoz, miembro de una peligrosa banda de atracadores liderada por ella y sus hermanos.
 
Granados cuenta que en sus más de 25 años de experiencia profesional son pocos los casos en los que por homonimia alguien ha sido tildado de persona peligrosa, pero recuerda que “alguna vez tuve el caso de un hombre que terminó pagando tres años en la cárcel porque otro con su mismo nombre cometió un delito”, cuenta el abogado para quien lo de Sonia no es más que un error de la Policía, que en ningún momento obró de mala fe.

“Asigné a uno de los abogados que trabaja conmigo para que investigara el caso. Más rápido de lo que creíamos supimos que aunque coincidan los nombres y la tarjeta decadactilar con una persona que efectivamente sí es buscada por la justicia, no se trata de la misma Sonia”, cuenta el abogado, quien asegura que luego de descubrir que esa mujer tiene dos hermanos (miembros de la misma banda delincuencial) en la cárcel, pudieron demostrar la inocencia de Sonia.

Gracias a los registros civiles de sus hermanos se determinó que no eran los mismos de la mujer que sí cometió el delito. El fiscal 250 –cuenta el abogado– canceló entonces la orden de captura.

Sin embargo, el caso aún no concluye. “Aunque se revocó la orden de captura, ella debe entrevistarse con el fiscal. Ese será el paso que permita cerrar el asunto”, señaló a Semana.com el jurista.
 
Y aunque el daño –dice Sonia– fue muy grande, ella asegura que no va a demandar. Por ahora lo único que quiere es que su nombre quede limpio. “Saber que ya está claro que no hago parte de ese cartel me quita un peso de encima. Eso es lo único que me importa”.

Sonia espera, sin embargo, que los volantes que se repartieron por toda la ciudad con la lista de los más buscados sean recogidos por la Policía para que su foto (su cara) no siga rodando por las calles bajo el rótulo de una delincuente.