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Tanque de oxígeno

El anuncio de desmovilizar a los 'paras' de los Llanos Orientales y del poderoso Bloque Norte es un respiro para el proceso de paz entre el gobierno y las AUC.

15 de agosto de 2004

El alto comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, suele decir que el paramilitarismo es una tractomula desbocada a la que no se le puede poner un freno automático de un momento a otro. En tono pedagógico dice que se trata de detenerla poco a poco. Y si se hace realidad el anuncio hecho por las autodefensas de desmovilizar los frentes que operan en los Llanos Orientales y el Bloque Norte, la metáfora puede estarse viendo en la realidad. Restrepo calificó el paso de histórico porque enrumba "de manera definitiva el proceso".

La noticia es realmente positiva. Pero se explica que los medios no la hayan registrado con el despliegue que ameritaba debido a que aún hay mucha desconfianza en este proceso. Esta paradoja surge porque muchos paramilitares continúan sus acciones delictivas, que en ocasiones son más notorias que los logros en las conversaciones.

El anuncio de la desmovilización de dos frentes que reúnen más de 10.000 hombres armados y que estaban causando una gran violencia en sus regiones empezó a cuajar el martes de la semana pasada. Según una fuente que conoce bien el proceso, ese día Salvatore Mancuso se reunió durante varias horas con Rodrigo Tovar Pupo, alias 'Jorge 40'. Este hombre, segundo al mando del Bloque Norte, después del propio Mancuso, se había retirado de la mesa de negociación por un tiempo, tras haber reconocido públicamente que había secuestrado al ex congresista José Eduardo Gnecco.

En la charla, Mancuso le habló de la necesidad de enviar al país una prueba de voluntad de paz para conseguir mayor confianza en el proceso porque de lo contrario, como iba, éste podía terminar en el abismo. Le planteó la idea de desmovilizar al aparato militar de este frente que tiene influencia en toda la Costa Atlántica. Al final 'Jorge 40' aceptó.

Al día siguiente, miércoles, hubo una cumbre de todos los comandantes de las autodefensas concentrados en Santa Fe de Ralito. De nuevo Mancuso tomó la vocería para anunciar la necesidad de transmitir mensajes positivos al país. Entonces planteó la desmovilización y anunció que él mismo había decidido dar este paso con sus hombres del Bloque Norte, y que contaba con la aprobación de 'Jorge 40'. La reunión se prolongó durante 10 horas y a la postre se produjo el consenso para firmar el documento que trascendió el viernes.

El jueves 12 de agosto los jefes de las AUC se reunieron con el alto comisionado Restrepo para negociar los términos de la nueva desmovilización. Esta charla se inició a las 10 de la mañana y se prolongó hasta casi las 11 de la noche. Las AUC le prometieron a Restrepo que "cada hombre que se desmovilice llegará con su fusil". Además dieron la noticia de que a este proceso se sumaba el Grupo Centauros comandado por Miguel Arroyave.

El solo anuncio de la desmovilización de los hombres de Arroyave es una buena noticia pues baja los ánimos de la guerra de los últimos meses en los Llanos Orientales entre éste y el grupo liderado por Martín Llanos que ha dejado, según calculan las autoridades, más de 1.000 muertos. Si esta movida se hace realidad, a Martín Llanos no le quedan muchas razones para seguir reacio a entrar a la negociación con el gobierno.

Para hacer efectiva la desmovilización, Restrepo anunció que habrá otras zonas de encuentro, pero que serían diferentes a la de Santa Fe de Ralito. "Podríamos definir zonas muy pequeñas, parecidas a las que utilizamos en La Ceja (Antioquia) únicamente con el propósito de concentrar transitoriamente a los hombres que se van a desmovilizar, para identificarlos y darles las instrucciones para entrar al programa de reincorporación", explicó.

Por su parte, las autodefensas creen que en principio se necesitarán tres zonas y que crearlas facilitará la labor de la OEA, a la que como lo ha dicho su delegado Sergio Caramagna le resulta fácil verificar el cumplimiento del cese de hostilidades mientras los hombres armados estén concentrados en lugares pequeños.

Así las cosas, el proceso sigue avanzando. Ahora depende del cumplimiento de la palabra empeñada de las autodefensas para que éste no se vuelva a deteriorar.