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Momento de la captura del sargento retirado Bernardo Garzón. | Foto: SEMANA

JUSTICIA

El testigo del Palacio de Justicia que no quiere hablar

Al sargento (r) Bernardo Garzón se le considera el “eslabón perdido” que conocería los secretos del holocausto.

27 de febrero de 2014

El pasado 29 de enero, luego de casi 30 años de ocurrida la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19, la Fiscalía capturó al sargento retirado del Ejército Bernardo Alfonso Garzón, uno de los testigos clave de cuanto allí ocurrió. El suboficial conocería qué pasó con los 11 desaparecidos del holocausto que todavía rondan el espectro de los procesos judiciales. Sus presuntos pecados son tortura, secuestro extorsivo y tentativa de homicidio.

Para la época Garzón pertenecía al batallón Charry Solano, a donde llevaron a los desparecidos para someterlos a indignantes interrogatorios, maltratos y torturas. En el momento de la captura de este exuniformado el fiscal Eduardo Montealegre resumió su captura como un triunfo para la justicia y un alivio para los familiares de los desaparecidos, que aún no tienen respuestas.

“Podríamos considerarlo un eslabón perdido en el caso del Palacio de Justicia porque es una persona que tiene conocimientos muy importantes sobre los hechos. Creemos que el señor Bernardo Garzón va prestarle colaboración a la justicia colombiana y a partir de sus declaraciones y de su captura, pensamos que se van a producir nuevas revelaciones en el caso del Palacio”, dijo Montealegre desde San Andrés Islas, donde anunció la captura.

Tras casi un mes, poco o nada ha dicho Garzón. Lo último que se supo es que se encuentra en un batallón de Cali a donde fue llevado luego de su captura. Aun cuando se dijo que él colaboraría efectivamente con las autoridades, las cosas no han salido como se esperaba.

Fuentes de la Fiscalía aseguran que Garzón ha dicho que no recuerda lo que ocurrió el 6 de noviembre de 1985. También ha asegurado que él no se encontraba en Bogotá y que estaba de vacaciones en otra ciudad. “Debe estar presionado por alguien. Toca esperar para ver si se decide a colaborar con la justicia, pues se sabe que él tiene mucho que decir”, dijo una fuente.

Lo cierto es que Garzón sabe mucho. El propio fiscal ha reconocido que luego de la revisión de videos los investigadores pudieron establecer que Garzón sí estaba cerca del Palacio de Justicia ese 6 de noviembre.
Según un documento judicial conocido por Semana.com, el militar ha dado testimonios de saber los hechos ocurridos y perpetrados por el personal del Batallón Charry Solano, al que pertenecía y donde resultaron víctimas, en hechos distintos, Irma Franco, Nidia Érika Bautista, Amparo Tordecilla, Óscar William Calvo y Antonio Hernández Niño.

Es decir, Garzón no sólo ayudaría resolver el caso de Palacio, sino los de varios otros de líderes sociales o de izquierda, la mayoría pertenecientes o con nexos con las guerrillas, que se encuentran desaparecidos. Por ahora su silencio tiene consternadas a las autoridades.