Home

Nación

Artículo

Política

A toda máquina

Cada vez más congresistas se suben al bus de la reelección. En la comisión primera de la Cámara las mayorías a favor ya están aseguradas.

17 de octubre de 2004

Hace tres meses la misteriosa desaparición temporal de Teodolindo Avendaño y la súbita decisión de Yidis Medina de votar a favor permitieron que el proyecto de reelección presidencial pasara raspando en la comisión primera de la Cámara. Hoy, a pocos días de que entre por segunda vez a la misma comisión, SEMANA comprobó que el panorama para el proyecto está totalmente despejado.

Y es que desde el primer debate, en el cual la reelección tuvo 18 votos a favor y 16 en contra, algunos representantes han decidido votar a favor del proyecto. Por eso, los menos optimistas calculan que allí la reelección tendrá al menos 22 votos a favor, superando los 18 que necesita para ser aprobada. Entonces, lo que habría que preguntarse es ¿de dónde salieron estos nuevos votos, si en la primera vuelta la comisión primera había sido el escenario más adverso a la reelección?

El primero en replantear su voto fue el representante Tony Jozame. Aunque en la legislatura pasada votó negativamente, anunció que apoyará la reelección y que, mientras está en licencia para someterse a un procedimiento médico, su suplente Leonardo Arboleda le dará la aprobación. Varios miembros de la comisión dijeron a SEMANA que el cambio de voto de Jozame se debe a que el gobierno le prometió el control burocrático de la Escuela Superior de Administración Pública, Esap, de Manizales. Pero el representante desmiente estas afirmaciones señalando que siempre ha estado de acuerdo con la reelección como "institución abstracta" y que el proyecto que se discutirá próximamente no es el mismo que se debatió en primera vuelta. "He sido coherente, señala. La iniciativa contempla ahora elementos que garantizan mayor equidad entre los candidatos. Además, cursa en el Congreso un nuevo estatuto de la oposición y la posibilidad de reelegir alcaldes y gobernadores. Por eso ahora votaré positivamente".

Otro que se subirá al bus de la reelección es el representante conservador José Luis Arcila, quien regresa a su curul después de haber dejado que Teodolindo Avendaño, su segundo renglón, hiciera una corta 'palomita' en la Cámara. Arcila ha dicho que votará en consecuencia con la decisión de su partido de apoyar al presidente Álvaro Uribe.

Y aunque los representantes liberales Fredy García y Lucio Muñoz afirman que aún están consultando su decisión con las bases regionales de su partido, lo más seguro es que voten a favor del proyecto. Lo que ha generado suspicacia entre los opositores es que ambos representantes son suplentes de Zamir Silva y Jesús Ignacio García, quienes hace tres meses votaron negativamente. "Pedí la licencia porque había hablado con mi segundo renglón para que entrara en este período. Cualquiera que sea su decisión frente a la reelección tengo que respetarla porque él es autónomo", afirma Silva.

Lo que no se puede anticipar es si la representante Rosmery Martínez, quien se opuso al proyecto en la primera vuelta, sumará su voto a los 22 que ya están asegurados. Tres representantes de la comisión primera dijeron a SEMANA que la decisión de la representante depende de qué suceda con las investigaciones fiscales que cursan contra su hermano, el ex congresista Emilio Martínez. Sin embargo, el contralor general, Antonio Hernández Gamarra, asegura que no hay manera mediante la cual se puedan ejercer presiones sobre el proceso. "El doctor Emilio Martínez tuvo varias investigaciones que venían desde que el doctor Ossa estaba al frente de la Contraloría. El caso está absolutamente cerrado, al punto que en algún momento Martínez me pidió una revisión y yo no se la concedí".

Tal y como van las cosas, no sólo en la comisión primera el proyecto avanzará a toda máquina. También lo hará en el último debate que le queda en la plenaria de la Cámara, donde la oposición tiene menos fuerza.

Una vez la reelección salga del Congreso, debe ser revisada por la Corte Constitucional, y sólo si pasa la lupa de los magistrados será una realidad. Por ahora el gobierno de Álvaro Uribe tendrá el reto de recuperar la credibilidad que ha perdido en los últimos meses por cuenta de la percepción que ha hecho carrera de que para pasar la reelección por el Congreso tuvo que sacrificar parte de su compromiso contra la politiquería. El segundo desafío del Presidente será lograr que la gente lo siga viendo como tal y no como candidato, y juzgue sus actos como de gobierno, y no como de campaña, como ya está empezando a suceder.