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Un miembro de la Defensa Civil participa en las labores de rescate de los desaparecidos por el deslizamiento de tierra en Bello, Antioquia. | Foto: EFE.

INVIERNO

Todavía permanecen 68 personas desaparecidas en Bello

Aunque se triplicó la maquinaria de rescate y la remoción de tierra es alta, la cifra de cádaveres encontrados crece lentamente. El número de muertos llega a 56, y sigue la búsqueda de 68 desaparecidos.

9 de diciembre de 2010

Este viernes se celebrará un nuevo consejo de gobierno donde se recibirá el concepto de los geógolos que evalúan desde las últimas horas las condiciones de riesgo para las cerca de 170 familias que se encuentran en el sector.
 
La prioridad, según el secretario de Gobierno de Bello, Diego Alberto Muñoz, es evacuar a las familias lo más pronto posible, mientras este desalojo sea autorizado por las autoridades pertinentes.
 
Con respecto a las labores de búsqueda y rescate, Muñoz advirtió que el hallazgo de los cadáveres ha crecido lentamente debido a la profundidad en la que se encuentran. "Aunque se triplicó la maquinaria, de ayer a hoy hemos encontrado sólo un cadáver más, el de un menor de edad", precisó.
 
“Sin embargo, creemos que llegamos a un sector en el que hay muchos cuerpos”, agregó Muñoz.
 
Hasta el momento se registran 56 muertos y 68 desaparecidos.
 
Aunque estos últimos días el clima ayudó a la búsqueda de los desaparecidos en el sector de La Gabriela, en Bello, Antioquia, la cantidad de tierra que cayó sobre las casi 50 casas hace difícil el trabajo de los 150 rescatistas.
 
Aunque no hay cálculos exactos, se estima que cayeron entre 10.000 y 20.000 metros cúbicos de tierra, el equivalente a 500 ó 1.000 volquetas con capacidad para 20 metros cúbicos, explicó Muñoz.

La mayoría de las víctimas mortales son niños que ese domingo celebraban sus primeras comuniones o jugaban en el parque del sector, que también fue cubierto por el deslizamiento de tierra.

“La idea es continuar la búsqueda hasta lograr hallar la totalidad de las víctimas”, dijo el Secretario de Gobierno.

Ante la orden de evacuación que el presidente Juan Manuel Santos dio el martes de esta semana durante su visita al lugar de la tragedia, la Administración comenzó una evaluación de las viviendas del sector para determinar cuáles necesitan ser desalojadas con urgencia. Hasta ahora, 180 casas fueron censadas por los geólogos del municipio.

Nueve retroexcavadoras fueron dispuestas para remover la tierra, que en algunos sectores alcanza los ocho metros de altura, según lo informó John Rendón, director del Departamento Administrativo de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (DAPARD), de la Gobernación de Antioquia.

Sin embargo, la mayor parte del trabajo se ha tenido que hacer manualmente, ante la inestabilidad del terreno, situación que, según el Secretario de Gobierno del municipio, atrasa los trabajos.

Las familias afectadas fueron trasladas a un albergue en "mejores condiciones", según el funcionario", ubicado en el sector Jardines de la fe, en Bello. La noche de este miércoles había 85 personas, pero se cree que el número puede aumentar.

Emergencia económica, social y ecológica

La noche del martes, el presidente Juan Manuel Santos decretó un estado de "emergencia económica, social y ecológica" a fin de enfrentar la crisis desatada por las fuertes lluvias en todo el país.

La medida, que regirá inicialmente por 30 días, le facilitará al Ejecutivo emitir decretos con fuerza de ley y le permitirá asignar recursos destinados exclusivamente a conjurar las emergencias.

"La crisis que vivimos hoy por causa de la dura ola invernal es la peor tragedia natural en nuestra historia. Nunca antes tantos habían sido afectados en sus vidas, en su salud, en sus posesiones, en su propio futuro", aseguró Santos en su discurso por radio y televisión.

Según dijo, los damnificados por la ola invernal "son cuatro veces o más que los del terremoto del Eje Cafetero en 1999. Hay más de 200 compatriotas muertos por causa del invierno, y más de 100 desaparecidos que podrían haber fallecido también".

El año pasado, las lluvias provocaron la muerte de 110 personas y en el 2008 las víctimas fatales fueron 48, según datos de la Cruz Roja Colombiana.