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Alonso Salazar, considerado el sucesor de Sergio Fajardo, le ganó en franca lid al ex alcalde Luis Pérez, a quien las encuestas daban como ganador. Salazar fue secretario de Gobierno de Sergio Fajardo, es periodista e investigador y conoce como pocos los problemas de Medellín.

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Todo bien, todo bien

Alonso Salazar llega a la Alcaldía de Medellín con más votos que su antecesor. El exitoso proyecto de ciudad de Sergio Fajardo permanece intacto.

27 de octubre de 2007

El fajardismo está de fiesta en Medellín. Alonso Salazar, un periodista de la Universidad de Antioquia, logró contradecir a las encuestas y superó al favorito, Luis Pérez Gutiérrez.

Pero ¿qué significa este triunfo para la capital de Antioquia? En primer lugar, que el voto de opinión cobró importancia en la ciudad. "Fue un voto endosable", como lo manifestó el politólogo Álex Reina, al resaltar el papel del actual alcalde Sergio Fajardo en el triunfo de Salazar. Cuando comenzó la campaña, el Alcalde electo tenía un nivel de reconocimiento de alrededor del 25 por ciento de la población y su discurso casi se limitaba a la imagen de Fajardo. No obstante, en la medida en que fue teniendo más visibilidad en los medios y en la medida en que caminó las calles demostrando su trayectoria como periodista, gestor de paz y secretario de Gobierno de la actual administración, la gente le fue dando su respaldo. Sin embargo, no se puede desconocer que el nivel de popularidad de Fajardo -que ha alcanzado este año cifras superiores al 90 por ciento- fue decisivo para la victoria del domingo.

En segundo lugar, la ruptura con la vieja politiquería, que siempre ha sido el pilar del discurso fajardista, logró por segunda vez un triunfo. Mientras el candidato Luis Pérez se dedicó a lo largo de su campaña a prometer megaproyectos a diestra y siniestra, Salazar se limitó a repetir que continuaría con el proyecto de ciudad que comenzó hace cuatro años como secretario de Gobierno. Un proyecto que ha demostrado, hasta el día de hoy, ser exitoso y modernizante. Un proyecto que los paisas no sólo han visto crecer con obras de infraestructura tan importantes como los parques bibliotecas, la restauración del espacio público y la renovación del centro de la ciudad, sino que se la ha jugado con todo por la educación.

En tercer lugar, la victoria del periodista también es un voto de confianza a la buena gestión con los recursos públicos de la administración de Fajardo. En los últimos debates, por ejemplo, en los que estos temas cobraron protagonismo, fue cuando Salazar se trepó aun más en las encuestas. Y esto tiene su lógica. La ciudadanía no le perdonó a Luis Pérez la cantidad de escándalos por corrupción en los últimos meses de su mandato en 2003 y recompensó el primer puesto de Medellín en el nivel nacional en finanzas públicas.

Por último, la victoria de Alonso Salazar tiene un sabor agridulce para el presidente Álvaro Uribe. Aunque la primera dama, Lina Moreno, se unió a la campaña de Alonso en los últimos meses y caminó diferentes barrios de la ciudad junto a él, muy temprano en la contienda el Presidente ya había dado su guiño al ex alcalde Pérez.

Después de una batalla intensa y prolongada, la capital antioqueña podrá seguir superando ese lastre de violencia que tanto la ha manchado durante decenios. La victoria de Alonso Salazar significa que el proyecto de ciudad iniciado por Sergio Fajardo continúa otros cuatro años, pero ahora con un periodista de origen humilde, escritor de cinco libros, rumbero, hincha del Nacional y gran conocedor de los problemas de la ciudad.

¿Y Fajardo? La victoria de su protegido en una plaza tan exigente como Medellín lo coloca en primera fila como la posible carta paisa en las elecciones presidenciales de 2010. n