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En junio Transmilenio asume control de buses tradicionales

En esa fecha la Administración Distrital implementará el nuevo esquema.

12 de mayo de 2015

A pesar de los inconvenientes y después de varios intentos para aplicar la implementación total del Sistema Integrado del Transporte Público (SITP), el primero de junio próximo la Administración Distrital implementará el nuevo esquema.

Se trata de una transición controlada por Transmilenio en la que de manera paulatina, desde junio hasta septiembre, irán desapareciendo los buses tradicionales. En la actualidad hay 6.400 vehículos en operación y en el mes de mayo saldrán 924. Los demás dejarán de operar en tres meses.

Pero la apuesta más importante es que los buses tradicionales que queden en servicio serán controlados por Transmilenio, es decir, habrá nuevas condiciones especiales de operación.

Los mismos tendrán que acatar la regulación en temas como el control de despachos y frecuencias, respetar paraderos, incluso los usuarios podrán poner sus quejas en la entidad. Además los bogotanos deben estar pendientes, ya que habrá cambios de rutas.

Aunque por ahora el pago del pasaje será en efectivo, se espera la regulación con tarifas diferenciales dependiendo de las zonas y los acuerdos empresariales entre los propietarios de buses y el Distrito.

En otras palabras, la Administración Distrital da por terminado jurídicamente el esquema de transporte colectivo que funcionó por décadas en la capital. "Este es un proceso de adaptación", dijo el gerente de Transmilenio, Sergio París.

El sistema integrado avanza. A la fecha ya existe una implementación del SITP del 70 %, es decir, 7.312 vehículos están vinculados y rodando en las calles.

Ante las quejas por el desmonte de rutas, la secretaria de Movilidad, Constanza García, garantizó que no habrá inconvenientes por el cambio de esquema. "El primero de junio vamos a garantizar el servicio, ya verificamos ruta a ruta y tenemos mesas con usuarios", dijo.

De esta manera se empieza a cerrar un capítulo del transporte tradicional y la llamada guerra del centavo que acompañó a los capitalinos por años para pasar a un esquema integrado que se tendrá que complementar con el metro.