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BOGOTÁ

Transmilenio: las pérdidas que dejó la hora valle

De acuerdo con cálculos del propio sistema, la medida que impuso el alcalde Petro le habría costado más de 400.000 millones de pesos a la ciudad.

25 de agosto de 2015

No es usual que un funcionario como Gustavo Petro dé reversa en alguna de sus imposiciones. Pero en el tema de las tarifas valle tuvo que hacerlo a cuatro meses de entregar su cargo. En el último mes, los usuarios de Transmilenio tuvieron que pagar el mismo costo sin importar el horario en que ingresaran al sistema.

La polémica medida nació en el 2012 y desde el primer momento tuvo detractores y conceptos técnicos que le sugerían a la Administración Distrital que no la adoptara. Sin embargo, Petro hizo oídos sordos y el 24 de julio del 2012, mediante el Decreto 256, nació la tarifa valle, que terminó por ahondar la crisis financiera que aqueja al sistema de transporte.

Tres años después, las cifras son más que desalentadoras. El diario El Espectador reveló que el Distrito tuvo que desprenderse de 447.105 millones de pesos entre agosto del 2012 y junio del 2015 para poder sostener la tarifa diferencial que autorizó el alcalde. En su momento, los entes de control señalaron que esta medida ni siquiera tenía estudios o conceptos técnicos que la sustentaran.

Los datos de inversión que hizo el Distrito salieron a la luz pública gracias a un derecho de petición que solicitó el concejal Javier Palacio. Recientemente, el contralor distrital, Diego Ardila, aseguró que la entidad actualmente adelanta procesos de responsabilidad fiscal por más de 238.000 millones de pesos en los cuales ya se han vinculado las personas presuntamente responsables, pero no entregó nombres.

Ante este panorama, el alcalde Petro una vez más vía decreto, esta vez el 329 del 2015, dio un paso atrás y dejó una tarifa establecida de 1.800 pesos durante todo el día. El mandatario explicó que elimina el subsidio “porque no tiene ningún sentido cobrar 1.500 pesos la hora valle a sólo al 20 % de los usuarios de Transmilenio (buses rojos), dado que la inmensa mayoría utiliza el SITP (buses azules)”.

La respuesta del contralor distrital fue enfática, “el mal ya está hecho para las finanzas públicas”. En el mismo sentido la concejal de la Alianza Verde, Lucia Bastidas indicó que el sistema masivo de transporte “está quebrado” y la próxima administración distrital tendrá una labor muy compleja para poder recuperarlo.

Por otro lado, la tarifa de los usuarios de Transmilenio en condiciones especiales, sin embargo, queda intacta. Los beneficiarios del Sisbén, adultos mayores y personas con discapacidad conservarán los descuentos a que tienen derecho.

¿Hueco financiero?

Lo cierto es que la reducción de las tarifas en las famosas horas valle, unida a los subsidios que se están entregando a las personas más pobres, ha reducido la capacidad financiera de Transmilenio para mantener las estaciones, portales y el sistema mismo.

Aunque la empresa dice que no entrega subsidios, algunos indicadores muestran que la ciudad tuvo que sacar 260.000 millones de pesos para financiar la diferencia que hay entre la tarifa técnica –real- que cuesta montarse al sistema con la que pagan los usuarios.

La concejal Bastidas aseguró que en el mes de abril, la junta directiva le entregó al sistema 86.000 millones de pesos para poder funcionar hasta junio. Por otro lado, las pérdidas por los colados crecen todos los días. En el 2014, la cifra llegó a los 44.000 millones de pesos y en el 2015 ya superan los 17.000 millones de pesos.

Las cifras de Transmilenio siguen sin cuadrar y esto se ve reflejado en las fallas que tienen que vivir diariamente más de 2,5 millones de bogotanos que utilizan este servicio de transporte. Lo más preocupante es que la única forma de cerrar el hueco financiero es que más usuarios se muevan en los buses rojos que supieron ser el orgullo de la capital.