Tres punteros

La competencia por la Alcaldía de Bogotá se sacudió. Después de un letargo de varias semanas en el que no se movieron las agujas de los punteros, Enrique Peñalosa y Gustavo Petro, la alianza entre Gina Parody y Antanas Mockus sí alteró el panorama. Aunque Peñalosa encabeza las listas de intención de voto y de quien la gente cree que va a ganar, seguido por Petro y por Parody, los tres se ubican en un empate técnico, si se tiene en cuenta el margen de error de la última encuesta contratada por la gran alianza de SEMANA, RCN Radio, RCN Televisión y La FM, a la firma Ipsos-Napoleón Franco.

La mayoría de las cifras no presentan grandes cambios, comparadas con las dos encuestas realizadas por la misma firma en junio y en agosto pasados con idéntica metodología. Casi todos los candidatos hoy son más conocidos, como resultado de sus campañas. Y los más beneficiados desde el punto de vista del crecimiento de su imagen son Carlos Fernando Galán y Gina Parody. Pero en lo que se refiere a la intención de voto, no ha habido propuestas, campañas publicitarias o eventos que hayan alterado los números tanto como la unión Parody-Mockus. En un escenario de múltiples candidaturas, voto disperso y escasa disciplina partidista, el juego de las coaliciones era clave.

El impulso de Gina Parody no es el resultado de la suma aritmética de quienes estaban con ella más los simpatizantes de Mockus. El matrimonio espantó a un grupo de votantes que antes estaba con alguno de los dos -un 16 por ciento-, atrajo a un 9 por ciento que estaba con otra causa y mantuvo un 7 que estaba con Gina: en el neto, la ganancia fue una escalada de 9 a 15 por ciento, que la trepó al tercer lugar. Habría que agregar que la mitad de los que se espantaron con la alianza están indecisos y no se han sumado a otra candidatura. Técnicamente, la campaña de Parody tiene en ellos un potencial para seguir aumentando. En ese grupo puede haber mockusistas que no hicieron el tránsito a Parody de forma automática pero que podrían ser llevados a ese redil de la mano de Mockus.

El duelo Peñalosa-Petro se modificó en favor del primero, desde la última encuesta hecha en agosto, pero en una dimensión insignificante desde el punto de vista estadístico: Peñalosa subió 1 punto y Petro cayó 4 (el margen de error es 5 por ciento), y ambos crecieron en la percepción de la gente sobre quién cree que va a ganar. En lo que se refiere a la imagen positiva, Petro subió 5 puntos y Peñalosa bajó 4. Sin embargo, hay dos datos que alimentan las esperanzas del exalcalde para la recta final de la campaña: la imagen de su aliado el expresidente Álvaro Uribe tuvo un repunte, lo mismo que el número de personas que se identifican con La U. La campaña publicitaria de las últimas semanas, centrada en el partido y en Uribe, tiene potencial y de hecho ha funcionado.

El análisis por partidos políticos ofrece conclusiones interesantes. El electorado bogotano, definitivamente, es muy independiente: los liberales no están con su abanderado oficial, David Luna, sino repartidos entre otras alternativas entre las cuales la más grande es Enrique Peñalosa, que se lleva la tercera parte de los votantes rojos. Los verdes no están con Peñalosa, a quien avalan formalmente, sino con Parody y, en menor proporción, con Petro. Los del Polo Democrático no están con Aurelio Suárez, sino con Gustavo Petro. Y la mayoría de los conservadores están con Peñalosa, a pesar de que su candidato oficial, Dionisio Araújo, se retiró y adhirió a Gina Parody. En el grupo de independientes y sin partido llama la atención que una cuarta parte aún no sabe por quién votar y ese es un sector que se desplazaría más fácilmente a Petro y a Parody que a Peñalosa.

La encuesta también demuestra que hay diferencias notables, en materia de intención de voto, entre estratos. En general, a Peñalosa le va bien entre los de arriba y a Petro entre los de abajo. Igual sucede en materia del rechazo que tiene cada uno: un 44 por ciento del estrato bajo dice que jamás votaría por Peñalosa y un 46 por ciento del estrato alto dice lo mismo sobre Gustavo Petro. Peñalosa tiene casi un 40 por ciento de apoyo del grupo alto (muy superior a su promedio total, de 23 por ciento) y Gina Parody también tiene allí más acogida que en su porcentaje total. En el estrato medio, Peñalosa tiene un margen a su favor de 11 puntos sobre Petro y Parody. Y en el bajo gana Petro, con 20 por ciento, seguido por Peñalosa y Parody, cada uno con 11.

El clima de opinión del electorado se ha modificado en comparación con las primeras etapas de la campaña. La alcaldesa encargada, Clara López, sigue aumentando la percepción favorable sobre su gestión -de 54 a 66 por ciento-, a pesar de que hay más bogotanos -el 10 por ciento- que piensan que la ciudad va por mal camino, en comparación con el mes de agosto. Aunque, en lo que se refiere a los problemas que más preocupan a los ciudadanos, la seguridad sigue siendo lo más importante, han crecido aquellos que afectan la movilidad, como el mal estado de las vías y la falta de servicio público.

Al comenzar la recta final de la campaña, en la que habrá más publicidad y debates por televisión, el grupo se ha reducido y, de un partidor amplio y diverso, solo quedan tres con posibilidades reales: a menos que haya una sorpresa o un evento imprevisto, Enrique Peñalosa, Gustavo Petro o Gina Parody recibirán la Alcaldía de manos de Clara López. La encuesta demuestra que el apoyo de La U es un gran activo de Peñalosa, que Petro es el que más fácilmente le llega al estrato bajo y que Parody es la que más está creciendo. Sobre el papel, cualquiera de los tres puede ganar.
 
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FICHA TÉCNICA