Tres semanas después, tragedia en Dosquebradas sigue cobrando víctimas

La explosión del poliducto Salgar-Cartago el pasado 23 de diciembre en el barrio Villa Carola, en el municipio de Dosquebradas (Risaralda), cobró su víctima número 31, una mujer de 43 años que falleció como consecuencia de las quemaduras severas en más del 90 por ciento de su cuerpo.
 
Como lo informó la alcaldía el día de la tragedia, un movimiento de tierra por lluvias causó la explosión que conmovió al país.
 
"El movimiento del suelo tensionó la tubería y la fracturó, hecho que ocasionó que el combustible se filtrara a lo largo de la bocatoma de la quebrada Aguazul, el cual, al lograr su expansión por el caudal y encontrar un punto caliente, tuvo como efecto la fuerte explosión", explicó en ese entonces la administración local a través de un comunicado.
 
Días después, el pasado 13 de enero, el presidente de Ecopetrol, Javier Gutiérrez, aseguró que de acuerdo con los análisis de expertos de esa empresa y un consultor independiente, la tragedia se debió a un "fenómeno que en geología se conoce como reptación, es decir, debido a la ola invernal se fue presentando un desplazamiento de la montaña, lo cual genera una fuerza y esta sobrecae en el tubo, y genera así la ruptura”.
 
Gutiérrez insistió en que Ecopetrol no es responsable de la tragedia y anunció que a partir de la primera semana de febrero la empresa instalará mesas de negociación en la localidad para comenzar el proceso de conciliación con los afectados por la emergencia e indemnizar a las familias.
 
"Ecopetrol sigue absolutamente comprometido. El frente de salud es el tema más prioritario", dijo el presidente de la petrolera.
 
Agregó que Ecopetrol instalará una oficina permanente en el Hotel Buenavista, cerca al lugar de la emergencia, donde se atenderá directamente a los damnificados.
 
Ecopetrol pagará los daños materiales, morales y de infraestructura, a los damnificados. Lo anterior, con el propósito de llegar a eventuales arreglos jurídicos de forma ágil, y así evitar largos procesos judiciales.
 
Según Jhon Jairo Rojas, uno de los afectados y quien habitó el barrio Villa Carola por los últimos 20 años, la entrega del subsidio de 1.500.000 pesos ya se realizó a la mayoría de damnificados y fue usado para la compra de víveres y ropa, no obstante, aún no se han entregado los subsidios de arriendo prometidos y los mercados semanales.
 
Rojas explicó en diálogo con Semana.com que su familia habita junto con otras cuatro en una casa en el barrio Bosques de la Acuarela.
 
"Mi familia perdió todos los bienes materiales y mi casa tuvo pérdida total. Nos dijeron que después del 30 de diciembre, en los tres días siguientes, nos iban a dar la plata del arriendo de tres meses, pero aún no pasa nada. Nos van a pedir la casa donde estamos porque aun no hemos podido pagar", relató.
 
El damnificado explicó que le han dicho que la entrega del subsidio de arriendo por 750.000 pesos depende de una "decisión que se toma en Bogotá". Rojas confía que las mesas de conciliación, las cuales estarán vigiladas por la Procuraduría General de la Nación, atiendan las necesidades y los reclamos de la comunidad.