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Tras una larga batalla, la comunidad Lgbt logró obtener en los últimos dos años un reconocimiento casi pleno de sus derechos

IGUALDAD

Un gran paso

La decisión de la Corte Constitucional de ampliar más derechos a las parejas gay pone al país a la vanguardia de Latinoamérica y el mundo.

31 de enero de 2009

En menos de dos años Colombia pasó de ser uno de los países más conservadores en el reconocimiento y el respeto de los derechos de las parejas del mismo sexo, a encabezar el listado de las naciones más avanzadas del mundo en esta materia.

La Corte Constitucional dio el último gran paso para las parejas homosexuales esta semana, al reconocerles una serie de derechos civiles, políticos, sociales, económicos, penales y migratorios que hasta el momento sólo existían para los matrimonios o uniones libres entre un hombre y una mujer.

La Corte decidió modificar 42 normas en los Códigos Penal, Civil, Disciplinario -que rige los funcionarios del Estado- y hasta el régimen especial de salud de las fuerzas militares para que la expresión "compañero o compañera permanente" incluya también a las parejas del mismo sexo.

El fallo fue el resultado de una demanda que el 28 de abril de 2008 presentaron la ONG Colombia Diversa, el Centro de Estudios Derecho, Justicia y Sociedad y el Grupo de Derecho de Interés Público de la Universidad de los Andes. La acción fue apoyada activamente por un grupo heterogéneo de más de 30 organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, de mujeres y organizaciones Lgbt (lesbianas, gay, bisexuales y transgeneristas) de todas las ciudades del país.

La decisión de la Corte, sin duda, les mejorará la vida a las casi 300.000 parejas del mismo sexo que existen en Colombia. De ahora en adelante, por ejemplo, los compañeros extranjeros podrán pedir la ciudadanía colombiana después de dos años de convivencia, las fuerzas militares deberán incluir a las parejas del mismo sexo en los beneficios de salud o pensiones; y en adelante el patrimonio familiar se volverá inembargable.

Incluso, si uno de los compañeros es torturado, desplazado o asesinado en el marco del conflicto armado, su pareja también será reconocida como víctima y se podrá beneficiar de reparación y justicia.

Este fallo cierra un largo ciclo que inició en 1980, cuando la homosexualidad fue despenalizada en el país, y obtuvo un gran avance con la Constitución Política de 1991 que les dio derechos fundamentales a todos los colombianos sin importar su sexo. Sólo en 2007 y 2008 la Corte Constitucional empezó a hacerlos realidad al reconocerles a las parejas gay los derechos patrimoniales, poder ser beneficiario en salud del compañero del mismo sexo y la pensión de sobrevivientes.

El último paso sería reconocer el matrimonio gay y el derecho a la adopción, que hoy sólo es reconocido en siete países (Bélgica, Canadá, España, Noruega, Países Bajos, Suráfrica y Suecia), pero ese, como advierte Colombia Diversa, tardará mucho tiempo en volverse realidad. Claro que en muchos países la homosexualidad no sólo es prohibida, sino que puede llevar a la cadena perpetua o la muerte.

Para el magistrado Rodrigo Escobar Gil, ponente de la sentencia de esta semana, la Constitución establece que el matrimonio sólo puede ser posible entre un hombre y una mujer, ya que su fin es la procreación y el cuidado de la prole. "La Corte obró con gran prudencia porque extendió los derechos de las parejas heterosexuales a las del mismo sexo, pero sin afectar valores básicos de la sociedad, como sería la institución familiar de un hombre y una mujer".

En esta misma situación está la mayoría de los países de Europa, que como Alemania, Dinamarca, Francia, Islandia, Reino Unido, Portugal y Suiza, junto otros pocos como Australia e Israel, les dan a las uniones civiles gay todos los derechos y las obligaciones que supone el matrimonio entre heterosexuales, pero sin equipararlos totalmente.

En este grupo de países entró Colombia, que, junto a Uruguay, es de los más avanzados de Latinoamérica, ya que en México, Argentina y Brasil este derecho sólo es reconocido en algunas ciudades, provincias o estados.

Claro que en la práctica, las parejas gay en Colombia ya están adoptando niños, no como familia, sino que uno de los miembros de la unión lo hace a título personal. Si bien la ley abre esa puerta, es algo que debe ser analizado y estudiado por el Estado.

Así hayan salido críticos a la decisión de la Corte, como la Iglesia o el pintoresco ex congresista Víctor Velásquez, quien dijo que la población de Colombia iba a disminuir, pues "dos hombres o dos mujeres no se pueden reproducir", la decisión demuestra que este país sigue progresando hacia proteger de manera integral los derechos de las minorías.