Home

Nación

Artículo

A UN HOMBRE NO SE LE MATA DE FRENTE

LA REVISTA CAMBIO 16 DEBUTO EN COLOMbia con este impresionante testimonio en el que Edén Pastora, el célebre comandante nicaraguense, confiesa lo que ningún guerrillero se había atrevido a confesar.

23 de diciembre de 1991

CAMBIO 16: ¿Qué has venido a hacer exactamente a Madrid?
EDEN PASTORA: He venido con dos propositos. Uno, el de promocionar un documental (Comandante Cero, Edén Pastora el: poder y la lucha) que me acaba de hacer Luis Galindo, y, otro, hablar con amigos sobre la situación política de Nicaragua. Quiero reactivarme políticamente para organizar una plataforma de gobierno y darle una respuesta de centro al pueblo nicaraguense.
CAMBIO 16: A tí no te derrotó el Frente Sandinista, sino la CIA...
E.P.: Definitivamente sí. La CIA nos impuso una incapacidad militar ante el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Nos bloquearon la ayuda militar y desinformaron a la gente, mediante un trabajo científico, haciendoles creer que yo era un loco, un ambicioso, un traficante, un chalado senil.
CAMBIO 16: Pero tu mantuviste tratos con la CIA, los quisiste utilizar: ¿No se te ocurrió pensar que ellos te iban a utilizar?
E.P.: Si, yo mantuve tratos con la CIA pensando que los podía utilizar para nuestra causa, pero no vi lo que iba a ocurrir. ¿Por qué? Sencillamente porque contaba con la lealtad de mis jefes militares y con que la mística revolucionaria sería mas fuerte.
CAMBIO 16: Llevas cinco años retirado de la política y creo que ahora tienes una pequeña empresa pesquera.
E.P.: En 1986 me instalé en San Juanillo y con tres barquitas monté una cooperativa muy rudimentaria de pesca. Enseño las artes de pescar a sus habitantes y mejoro su economía, pero todo en plan muy familiar y muy artesanal.
CAMBIO 16: ¿Qué relación habías tenido anteriormente con la pesca?.
E.P.: Yo me crie a la orilla de un río y ya, desde niño, mi deporte favorito era pescar tilapias. Pero lo que me hizo entrar en la pesca fue que en 1975, la primera vez que estuve exiliado en Costa Rica y no teniendo que comer, me acorde de una frase de Fidel Castro que decía así: