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UN NUEVO CASETE

Una grabación en la que aparece Samper en tiempos de la campaña hablando con la esposa de un presunto narco, acaba de ser recibida por la Fiscalía y puede convertirse en pieza clave de las investigaciones.

4 de septiembre de 1995

EL MIÉRCOLES 2 DE AgOSto, en horas de la tarde, un oficial que estuvo adscrito al servicio de inteligencia de la Armada Nacional llegó sin previa cita a la sede de la revista SEMANA, en el norte de Bogotá, y pidió hablar con un periodista de la redacción. El oficial se reunió a puerta cerrada con el periodista y expresó su preocupación y la de algunos de sus compañeros de armas sobre la actual situación del país.
El militar, quien puso como condición desde un principio que su nombre se mantuviera bajo reserva y que jamás fuera revelado, le contó al periodista que en la edición del día siguiente del diario el Tiempo sería publicada, en su versión completa, -como en efecto sucedió- la indagatoria rendida el viernes 28 de julio ante la Unidad de Fiscales sin rostro que lleva el proceso 8.000, por Santiago Medina, el ex tesorero de la campaña presidencial de Ernesto Samper. Agregó que "el contenido de la indagatoria va a traerle muchos y muy graves problemas al presidente Samper".
El oficial aseguró que conocía el contenido de la pieza procesal y que una parte de ésta le había permitido entender una historia que habían estado manejando el año pasado algunos oficiales de inteligencia vinculados a la Armada. Desde hace más de un año, según relató el militar, compañeros suyos en ese servicio estaban en posesión de un casete que registra dos conversaciones telefónicas cuyo verdadero alcance el oficial aseguró haber comprendido sólo la semana pasada, al leer la indagatoria de Medina.
El oficial le solicitó al periodista una grabadora para poder escuchar las dos conversaciones. La primera registra una llamada de Medina a una mujer de nombre Elizabeth. Medina la saluda y le dice luego: "Te voy a pasar a Ernesto un minuto, que quiere hablar contigo". A partir de ese instante la mujer habla con el nuevo interlocutor con quien intercambia expresivos saludos. La voz de Ernesto resulta muy parecida a la del presidente Ernesto Samper Pizano. En la conversación los dos interlocutores discuten durante largo rato sobre una reunión entre unos aparentes aportantes a la campaña electoral y el hombre identificado como Ernesto. Ernesto deja en claro una y otra vez que le resulta imposible asistir a la reunión, salvo que sea en su apartamento o en su oficina, y que ante todo no desea ir a la residencia de Elizabeth. Elizabeth le aclara que los personajes en cuestión no pueden ir a visitarlo. Ernesto le propone: "Entonces le mando a Santiago". Ella insiste en que la reunión sea con Ernesto. Y éste agrega: "O le mando a Fernando Botero".
La segunda conversación se da, según el oficial, dos días después. Una vez más Santiago Medina llama a la señora Elizabeth. Le cuenta: "Hablé con Ernesto ahorita". Y luego agrega: "Me dijo que le habían parecido muy queridos los tipos". Elizabeth responde: "Sí, claro, ellos se conocían desde hacía rato". Medina expresa luego una preocupación: "Pero que no daban la plata sino hasta después del 13 de marzo?". Y agrega Medina: "Qué embarrada". La conversación termina con la discusión de un asunto entre Elizabeth y Medina que parece tener que ver con un negocio entre ellos, relacionado con el almacén de antigüedades de Medina. La referencia al 13 de marzo -día de la consulta popular y de las elecciones parlamentarias- lleva a pensar que se trata de una charla anterior a esa fecha. La fuente ubicó la conversación hacia mediados de febrero de 1994.
El oficial explicó además que sus colegas del servicio de inteligencia, identificaron desde hace tiempos a Elizabeth como Elizabeth Montoya de Sarria, esposa de Jesús Sarria, un personaje que el Departamento Administrativo de Seguridad relaciona con el cartel de Cali (ver recuadro) y que desde hace años opera con base en San Andrés, donde se cree que tiene intereses, entre otros, en la industria hotelera. Sarria (ver siguiente artículo) fue señalado en 1993 por las autoridades salvadoreñas como propietario de un cargamento de varias toneladas de cocaína que cayó en Centroamérica, y la Policía Internacional -Interpol- tiene bastante información sobre sus actividades delictivas.
El militar que visitó a SEMANA agregó que ahora, debido a la expresa mención que Medina hace tanto de Sarria como de su esposa en la indagatoria, entendió finalmente el alcance de estas conversaclones y decidió entregar una copia de éstas a un medio de comunicación. Al preguntarle el periodista por qué no la enviaba a la Fiscalía General, el oficial dijo: "Allá también va a llegar una copia".
Sobre este asunto, Medina dice en su indagatoria en un aparte que finalmente el diario El Tiempo omitió en su publicación del jueves: "En una declaración libre y espontánea que rendí hace unos días, la Fiscalía me preguntó si yo conocía al señor Jesús Sarria, yo le contesté que sí, que era un amigo del doctor Samper, ampliando esto quiero decirle que la señora Elizabeth Montoya de Sarria colaboró directamente con el candidato consiguiendo algunos dineros también de personas muy conocidas y muy requeridas por ustedes, ella me manifestó su interés de colaborar con la Fiscalía y entregar los recibos y pruebas que tiene al respecto, ella me envió en el día de hoy dos fotocopias de dos recibos muy importantes uno de 100 millones de pesos firmado por el señor Nelson Urrego de Cali, dinero que fue entregado en dólares al candidato directamente, para apoyar su campaña y que jamás aparece ningún registro y otro de 50 millones de pesos firmado por un señor Uribe que tiene orden de captura en el cual acredita también haber entregado este dinero al candidato (se deja constancia que el procesado hace entrega de los mencionados recibos dos folios)... " .
Para las autoridades, el valor de este nuevo casete es muy grande: podría arrojar importantes luces sobre el debate relacionado con la financiación con dineros del narcotráfico de la campaña electoral, y el grado de conocimiento que tenían las más altas directivas de la campaña. El siguiente es el contenido de las dos conversaciones que SEMANA publica dentro de su criterio de que todos los elementos informativos de este caso deben ser conocidos por la opinión pública:
PRIMERA CONVERSACION
ERNESTO SAMPER - ELIZABETH DE SARRIA
MUJER: ¿Aló? Buenas noches. MEDINA: Gracias, por favor la señora Elizabeth. MUJER: ¿De parte de quién? MEDINA: Santiago Medina. MUJER: Un momentico señor Medina. MUJER: ¡ Aló? MEDINA: Qué hubo Elizabeth. ELIZABETH: Sí ¿cómo le va? MEDINA: ¿Cómo estás? Te voy a pasar, te voy a pasar a Ernesto un minuto que quiere hablar contigo. ELIZABETH": Bueno, listo. MEDINA: Bueno. ERNESTO: ¿Aló? ELIZABETH: Aló, Ernestico. ERNESTO: ¿Qué hubo... (no se entiende)? ¿Cómo vamos? ELIZABETH: ¿Cómo te va? ERNESTO: Pues pensándote, ¿y tú? ELIZABETH: YO, bien. ERNESTO: ¿Me ha pensado...? ELIZABETH: Sí, imagínese cómo no lo voy a pensar, si yo cuánto lo quiero a usted. ERNESTO: ...(No se entiende) ELIZABETH: Vea, no le vaya a comprar nada de regalo a la señora que yo le tengo mañana el regalo listo. ERNESTO: ¿De verdad...? ELIZABETH: Sí, pero no vaya a decir. ERNESTO: Ella descubre que no se lo compré yo, ¿no ve? ELIZABETH: ¿Ya se lo compró? ERNESTO: No, no, no. ELIZABETH: Ah bueno, no lo vaya a comprar porque le mandé un anillo pero precioso, de un diamantico muy lindo. ERNESTO: Ay¡... tan divina. ELIZABETH: ¿O.K.? ERNESTO: Oiga..., venga mañana. ELIZABETH: No van a ir, ya está todo listo, ya llegaron. ERNESTO: Es que no alcanzo... No alcanzo, porque mira tengo. .. ELIZABETH: Ernestico, por favor no me vayas a hacer quedar mal. Son 10 minutos, vea 10 minutos. Ellos están de sport. Ellos vienen del Brasil. Ellos están de sport. ERNESTO: ¿Quiénes son exactamente? ELIZABETH: Ellos son los presidentes del Interbank, ¿O.K.? ¿Te acuerdas de la gente que yo te había hablado la otra vez? ERNESTO: Sí... ELIZABETH: Ellos vienen del Brasil, ellos son los de la Phillip Morris. Son gente super, super, super bien. ERNESTO: Mona, pero ¿cómo hago para volarme si tengo un programa de televisión acá? Le hice un campito a las 12 y media. Venga, no sea así de retrechera. ELIZABETH": No, Ernestico por favor. Por favor no me vayas a hacer quedar mal. Yo que tanto te quiero no me vayas a hacer quedar mal. Son 10 minutos. Aparezca y dígales ¿cómo están? y dévuélvase. ERNESTO: Y si no alcanzo, mona. ELIZABETH: Ernestico, sí alcanzas. ERNESTO: Tráigalos p'acá. ELIZABETH: No, ellos no van Ernestico, no van. ERNESTO: ¿Por qué? ELIZABETH: Porque no van, yo los conozco. Yo sé que no van. ERNESTO: Entonces venga usted mona. ELIZABETH: Pero es que yo no soy la, yo no soy la que, la que te va a dar unas cartas... ERNESTO: Bueno, pero por qué entonces. . . O le mando a Santiago. ELIZABETH: No, ellos no quieren hablar con Santiago. Ernestico ellos quieren hablar contigo. ERNESTO: O le mando a Fernando Botero. ELIZABETH: Nada, ellos no quieren hablar con nadie. Ellos quieren la, yo les prometí que tú ibas a estar aquí, y ellos me traen unas cartas... que te las van... que te las van a entregar. Ellos no me las van a entregar Ernestico, ellos quieren hablar es contigo. ERNESTO: Pero no alcanzo... Para qué le digo que sí, si no alcanzo. ELIZABETH: ¡Ay!... Me mata... ERNESTO: De una vez porque de verdad, mire mona. Tengo... Yo hice un campo aquí a las 12 y media. ELIZABETH: Ernestico, en ese campito véngase en cinco minutos. ERNEST0: No, es que tengo aquí grabación de televisión. Entonces, pero si yo me salgo a las 12 y media. . . ELIZABETH: Ernestico, vea, yo se los puedo tener aquí, vea, ellos ya, ya están aquí en Bogotá. ERNESTO: . .. ELIZABETH: YO se los puedo tener aquí a las ocho de la mañana, a las ocho de la mañana se los puedo tener. ERNESTO: Mona, pero mire, es que usted no sabe lo que es mi agenda. Estoy enredadísimo. ELIZABETH: ¡Ay! Ernestico. ERNESTO: Tráigalos a las 12 y media, no sea caprichosa. ELIZABETH: No, ellos no van a ir, porque ellos son unas personas que vienen de un tro... del trópico. Yo los hice quedarse aquí, porque ellos tenían que irse directo para Nueva York y Miami. ERNESTO: Pero no alcanzo..., la verdad es que. . . ELIZABETH: Ayyy! Ernestico me van a matar ERNESTO: No, no te matan, diles que se pongan una corbatica. ELIZABETH: Sí, Ernestico me van a matar, hasta ahí llegué yo con esa gente, porque yo los hice venir del Brasil hasta aquí, hasta Colombia para que te vieran, diciendo que tú sí los podías ver. . . Quince minutos. ERNESTO: Claro, o quiere, o los recibo en mi apartamento. ELIZABETH: Y qué tiene mi apartamento que no tenga, que no te. . . ERNESTO: No, no, no es que el problema no es tu apartamento, sino el problema es que para mí la movilización es... es complicadísima. ELIZABETH: Pero es que es aquí cerquita, Ernestico es aquí cerquitica. ERNESTO: No, pero es que la salida del apartamento me implica perder media hora y estoy. . . ELIZABETH: No, de tu apartamento aquí no son ni 10 minutos Ernestico. ERNESTO: Pero tengo toda la mañana llena y les hice un campito a las 12 y media. ELIZABETH: No, ellos no van a ir Ernestico. Yo ya lo sé, ellos no van a ir. ERNESTO: O entonces al apartamento mío. ELIZABETH: Ellos no. . . (Se interrumpe la grabación) SEGUNDA CONVERSACION SANTIAGO MEDINA - ELIZABETH DE SARRIA MUJER: ¿Aló?... SANTIAGO MEDINA: Gracias, ¿la señora Elizabeth? MUJER: ¿De parte de quién? SANTIAGO MEDINA: Santiago Medina. MUJER: Un momentico señor Medina. MEDINA: Gracias. ELIZABETH: ¿Aló? MEDINA: ¿Qué hubo? ELIZABETH: ¿Aló? MEDINA: ¿Qué hubo? ELIZABETH: ¿Cómo te va? MEDINA: ¿Cómo te fue? ELIZABETH: Ah... bien, bien.. MEDINA: Ah, bueno.. ELIZABETH": Los tengo ya listos para un almuerzo. MEDINA: Si ya hablé con él. Hablé con Ernesto ahorita... ELIZABETH: Sí... MEDINA: A la salida y entonces me dijo que no, que le han parecido muy queridos los tipos, que le habían caído bien. ELIZABETH: Sí, claro, ellos se conocían desde hacía rato. MEDINA: ¿Pero que no daban la plata sino hasta después del 13 de marzo? ELIZABETH: Sí, imagínate. No, pero yo respondo por ella. MEDINA: Qué embarrada, no... ELIZABETH: YO le dije, porque se fueron los dos muchachos de anoche. Yo se lo dije. Yo se lo recalqué a Ernestico. Y le dije Ernestico: mira anoche se fueron la gente. Pero eso lo arreglo yo. No te preocupes. ¿O.K.? MEDINA: ¡Me dijo que tú le habías dicho que habían cincuenta? ELIZABETH: Sí, O.K.. MEDINA: Ah, bueno. ELIZABETH: Entonces ya los voy a meter al ¿cómo se llama?, lo voy a meter al banco mío y entonces... me dirán, no, qué hago. MEDINA: Eso, eso toca a nombre de Fernando. ELIZABETH: Bueno. MEDINA: O.K. ELIZABETH: Listo. MEDINA: Tú me avisas. ELIZABETH: Sl, YO tengo que ir de todas maneras mañana allá porque voy a ir con el señor del papel. MEDINA: Ajá... ELIZABETH: Para mirar lo del cuadro. MEDINA: Ya.. ELIZABETH: Entonces, voy mañana. Entonces mañana nos hablamos allá. ¿O.K.? MEDINA: ¿Al anticuario? ELIZABETH: mm... ja... MEDINA: Bueno, listo. ELIZABETH: Bueno niño. MEDINA: Mañana nos hablamos ELIZABETH: Bueno pues, pórtate bien, no? MEDINA: Chao.-