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‘Una guerrilla virtual’

¿Cuál es el estado actual de las Farc? Análisis?

1 de marzo de 2008

Álvaro Uribe Vélez llegó a la Presidencia de Colombia en agosto de 2002 con la promesa de acabar con las Farc. Es evidente que aún no ha logrado su objetivo, pero también es claro que nunca antes esta guerrilla de más de 50 años de historia había sufrido golpes tan demoledores.

En efecto, hace mucho tiempo que, por ejemplo, su máxima instancia -la Conferencia de la organización- no se puede realizar. De hecho, la última cumbre tuvo lugar en el año de 1993. Después, durante los tiempos del Caguán, todos los comandantes de este grupo armado tuvieron la oportunidad de reunirse a diario para diseñar su estrategia.

Con la ruptura de los diálogos, en 2002, este contacto se perdió. De hecho, para los servicios de inteligencia, la realización de la Novena Conferencia de esta guerrilla el año pasado fue virtual. "Ahora son unas bandas fragmentadas que dan una cohesión virtual porque a través de Internet es como se presentan, cuando en la práctica ya no tienen ningún contacto", explicó el asesor presidencial José Obdulio Gaviria, para quien "el secretariado ya no existe".

Según la información del gobierno, hasta hace un breve tiempo las Farc tenían cinco frentes de acción política y militar realmente destacados: cuatro en las montañas y uno en las cárceles. Este último, sin embargo, se esfumó por dos hechos: la salida de prisión de Yesid Arteta, quien en la práctica renunció a la lucha armada.

El otro caso es el de Olivio Saldaña, quien lidera un fuerte movimiento de decenas de guerrilleros que le exigen al Secretariado no tenerlos en cuenta para el canje porque no quieren continuar con el uso de las armas.

Entonces quedaban los otros cuatro frentes de acción. Uno estaba en el oriente, encabezado por Jorge Briceño, el 'Mono Jojoy'; otro, en la parte nororiental del Magdalena Medio, con Timoleón Jiménez, 'Timochenco'; Alfonso Cano, en las montañas del Valle y Tolima, y Raúl Reyes, en el sur del país. Con la muerte de éste último, el resquebrajamiento de las Farc es más fuerte aun. La otra figura notable es Manuel Marulanda, quien no se menciona debido a su precario estado de salud. Es más, en los últimos días, como muchas otras veces en las últimas décadas, han corrido insistentes rumores no confirmados de su muerte.

Las fisuras en el mando en este grupo, que durante décadas se caracterizó por su extraordinaria cohesión, quedaron en evidencia en diciembre pasado con el caso de la secuestrada Clara Rojas, 'Emmanuel'. El secretariado les prometió al presidente Hugo Chávez y a la senadora Piedad Córdoba que se lo entregarían en un acto de desagravio cuando ni siquiera sabían que lo habían perdido desde hacia dos años.

De todas maneras, sería apresurado hablar en términos definitivos de las Farc. Es evidente que han perdido mucho terreno, que han sufrido serias derrotas (la entrega de los secuestrados sin contraprestación se podría interpretar como una más), pero no se puede cantar victoria antes de ver cómo se reencauchan y cómo reconstruyen su estructura y sus modos de operación.

Ahora le están apostando a trabajar más en el terreno político y en pequeños grupos, lo cual está lejos de la guerrilla que llegaba en grandes grupos a tomarse poblaciones importantes y a poner en jaque al Estado.