Home

Nación

Artículo

Aspecto general de la marcha por la Paz realizada en Cali este 9 de abril. Se calcula que solo 500 personas salieron a las calles. En la foto se aprecia la Plazoleta de San Francisco, donde supuestamente se concentrarían los marchantes, pero en ese sitio no habían más de cien personas. | Foto: Luis Ángel Murcia / SEMANA

PAZ

Una marcha pobre en Cali

Pese al llamado de las autoridades locales, los caleños no salieron masivamente.

9 de abril de 2013

Si en algo son expertos los caleños, es en salir a las calles a marchar y protestar; de hecho, cada mes en la capital del Valle se registra al menos una protesta ciudadana masiva, reclamando sus derechos y denunciando abusos de cualquier índole.

Pero este martes 9 de abril, cuando se creía que en la capital del Valle miles de ciudadanos saldrían a sentar su respaldo al proceso de paz, los caleños prefirieron quedarse en sus casas. Salvo algunos funcionarios del municipio, la gobernación y grupos cívicos como Mujeres por La Paz, la manifestación se vio pobre y deslucida. Se calcula que solo marcharon unas 500 personas.

Una anécdota que resume el fiasco que resultó la marcha en Cali, es que cuando los pocos manifestantes se concentraron en la Plazoleta de San Francisco, el sitio indicado para culminar la caminata que arrancó desde el Parque de las Banderas a las 9:30 a. m., estos se confundieron entre los estudiantes de un colegio del Valle que gritaban arengas contra la Gobernación, para exigir el nombramiento de docentes.

“Nuestra meta era sacar a las calles unas mil personas, pero la gente no salió masivamente”, reconoció a esta revista Ximena Hoyos, secretaria General de la alcaldía de Cali.

El asunto llama la atención porque Cali y el sur occidente colombiano es una de las regiones donde la izquierda democrática tiene mayor representación. Y aunque existen diferencias en torno a las negociaciones que se adelantan con la guerrilla de las FARC en la Habana, la resolución pacífica del conflicto interno es una de sus consignas.

Para Fabio Cardozo, gestor de paz del Valle, la ausencia de marchantes en Cali no se puede interpretar como un No al proceso, “sino un descuido de los líderes de la ciudad”.

Dijo además, que parte del problema consistió en que “en Cali nadie hizo una convocatoria oficial y formal, la clase dirigente no se comprometió y muchos de los marchantes se fueron para Bogotá”, reveló el funcionario.

En efecto, el argumento de que muchas de las organizaciones sociales de la capital del Valle prefirieron hacerlo desde Bogotá, también fue esbozado por integrantes de Mujeres Por la Paz, “un grupo grande viajó hasta la capital del país, para unirse a la gran marcha”, dijo una de las manifestantes caleñas.

Una cosa distinta piensa Orlando Riascos, ex funcionario de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, CNRR, y mano derecha del vicepresidente Angelino Garzón y uno de sus escuderos políticos en el Valle, “no hubo organización”.

Sin importar cual sea la explicación, en el fondo la imagen que dejó la jornada es que los caleños no salieron a marchar, una verdadera paradoja, ya que es una de las ciudades más golpeadas por la violencia de las FARC.